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El sábado se realizó una marcha en La Matanza para conmemorar uno de los casos más trágicos de Gatillo Fácil.


Luciano tenía 16 años cuando desapareció el 31 de enero de 2009, luego de sucesivos hostigamientos policiales. Este viernes se cumplieron 11 años de su desaparición. Su cuerpo recién fue hallado en 2014, enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
En un nuevo aniversario del último día en el que se lo vio con vida, familiares y amigos se movilizarán para pedir justicia. Quieren saber quién lo mató y exigen que sean enjuiciados los jueces y fiscales del caso.
La movilización partió desde Mosconi y Gral. Paz, lugar donde se encontró el cuerpo de Luciano y terminó en la plaza “Luciano Arruga” con un festival, en frente de donde vivía Luciano con su Familia, donde se proyectará el documental ¿Quién mató a mi Hermano?
Luciano era un joven que cartoneaba y que se negó a robar para la policía allí en el corazón de La Matanza, fue visto con vida por última vez en los calabozos de la comisaría de Lomas del Mirador, ese chalecito que transformaron porque los vecinos pedían "mano dura" contra la delincuencia. Su cuerpo recién fue hallado en 2014, enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
Su familia, amigos y amigas siguen reclamando que se investigue qué hicieron con Luciano. En 2015 la familia logró llevar a juicio al policía Julio Diego Torales que fue condenado a diez años de prisión por torturarlo durante una aprehensión en 2008.
La Matanza y un historial abusivo de la Bonaerense
La Matanza es uno de los municipios que más casos de gatillo fácil ha tenido, y donde las fuerzas represivas nunca han tenido límite en su accionar.
Esto se traduce en que la Comisión Provincial por la Memoria logró que se intervenga la Comisaría Tercera de La Tablada por torturas y abusos sexuales, a partir de una denuncia formulada por el defensor de Casación Mario Coriolano. “Abusos sexuales, torturas colectivas, aislamiento extremo”, fueron los delitos aberrantes constatados.
Los del GAD, a quienes llaman “paleros”, por razones obvias, fueron acusados de golpear, amenazar, insultar y de burlarse de las víctimas con “frases racistas, estigmatizantes y prejuiciosas”.
La CPM, en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, intervino a partir de una denuncia formulada por el defensor de Casación Mario Coriolano. Luego de realizar denuncias ante organismos administrativos y judiciales, la CPM se reunió con el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, quien dispuso la intervención de la comisaría.
Las víctimas relataron que la situación interna se agravó desde la asunción como jefe de la seccional del subcomisario Leonel Gómez. En el primer episodio las víctimas fueron 14 mujeres, en el segundo 15, y cuatro de ellas estuvieron presentes en las dos ocasiones.
Tras sufrir los abusos y las torturas, todas fueron “disciplinadas, castigadas y amenazadas”, con el propósito de garantizar la impunidad del personal involucrado. Les prohibieron ver televisión, encender la radio y hasta les quitaron los relojes. Sólo se podían comunicar con familiares y amigos a través de cartas.
En el episodio ocurrido en diciembre intervinieron alrededor de 30 hombres, los “paleros” del GAD, que ingresaron a las celdas de la parte de atrás de la comisaría. Junto con ellos entró también “una agente policial a la cual las mujeres detenidas apodaron ‘ginecóloga’ por la forma en la cual ejerció actos de tortura y violencia sexual”.
En la denuncia penal formulada por la CPM se precisó que esa mujer “se encontraba de guardia el día de la inspección” realizada por el organismo de derechos humanos el 20 de enero, entre las 11.25 y las 15. Se trata de una mujer “de mediana estatura, castaña de alrededor de 28 años”, que el día de los hechos no llevaba ningún tipo de identificación.
La voz del PC
Daniel Calvo, militante del PC de La Matanza e integrante de La Violeta, aseguró que “a once años de su desaparición seguimos reclamando justicia, porque aquí en La Matanza el es un ícono que marcó una de las primeras desapariciones por culpa del gatillo fácil en democracia”.
Tras lo que, se refirió a las situaciones de violación a los Derechos Humanos en la comisaría Nº3 de Tablada. “No cambió nada la policía Federal. En Matanza hay muchas situaciones que involucran a la policía, por eso participamos de la marcha de la gorra”.
“Venimos de un gobierno como el de Macri que promulgó la doctrina Chocobar donde se justificaban estos actos”, señaló Calvo. Por eso mismo fue contundente cuando dijo que “desde los organismos de derechos humanos el PC y La Fede, reclamamos fuertemente justicia por Luciano y todas las víctimas de gatillo fácil”.
En este sentido, fue crítico del intendente Fernando Espinoza: “En algunos casos vimos algún tipo de diferencia en esta temática con el cambio de gobierno, no fue el caso de La Matanza”.
Siguiendo esta línea, aseveró que “tenemos un intendente cuya consigna era poner más policía, por lo que no representa una solución para la inseguridad”.
Para finalizar, dijo que “por más que el intendente forme parte también del Frente de Todos, no ocultamos nuestro descontento ante estas situaciones”.