Más de doscientas organizaciones celebran el tratamiento del cupo trans para la administración pública nacional.
El cupo laboral trans para la administración pública nacional avanzó a partir del decreto del 4 de septiembre de 2020, siendo así una de las principales políticas que surgen de una demanda histórica del movimiento Lgbtiq+. El decreto 721/2020 estableció que puestos laborales del sector público “deberán ser ocupados en una proporción no inferior al uno por ciento” por “personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad”.
La Campaña por una Ley Nacional de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans, que reúne a más de doscientas organizaciones de todo el país, saludó que el Poder Ejecutivo haya incluido el proyecto en la agenda legislativa para las sesiones extraordinarias de finales del año pasado. La iniciativa obtuvo dictamen el 8 de octubre de comisiones en Diputados. Asimismo, desde La Campaña señalaron la importancia de apelar “al compromiso con los derechos humanos de las diputadas y los diputados de la nación para comenzar a revertir décadas de violencia y discriminación hacia el colectivo trans”.
Melina Mazzarotti, mujer trans e integrante de la Corriente Lohana Berkins, remarcó que “se hizo el anuncio oficial de la implementación del Registro Voluntario para personas travestis, transexuales y transgénero que quieran trabajar en la administración pública nacional. Lo que se promulgó en 2020 establece la obligatoriedad de la incorporación. Desde aquella publicación del DNU se estableció una coordinación donde tiene participación el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad”.
Mazzarotti añadió que en el Registro “también se muestra cuáles son las ofertas laborales disponibles y se implementa la obligatoriedad de que los organismos registren cuál es el cumplimiento de esta medida y así garantizar su implementación en los ámbitos del Estado”.
Asimismo, la también militante del Partido Comunista de San Martín destacó que el mismo “no exige un CV, algo que es importante, ya que la población travesti-trans no puede regirse con esos parámetros. Por eso existe un formulario específico. Es un avance muy importante, ya que el Estado se hace cargo de una situación muy grave en nuestro país como lo es la del empleo formal de los travestis y trans en Argentina”.