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La iniciativa lleva el Nombre de “Diana Sacayan”, en honor y memoria a la activista travesti, y busca que el uno por ciento de los puestos de la administración pública sean reservados para personas travestis y trans.

Se presentó en el Congreso Nacional el proyecto de Ley por el cupo laboral travesti-trans Diana Sacayán, que busca que el uno por ciento de los puestos de la administración pública sean reservados para personas travestis, transexuales, transgénero y masculinidades trans.

La iniciativa se fundamenta en la histórica discriminación que padece este colectivo, algo que dificulta que sus integrantes puedan acceder a trabajos de calidad y regidos por la formalidad laboral.

La presentación que estuvo a cargo de integrantes del Frente Nacional por la Ley Diana Sacayán de Cupo Laboral Travesti Trans, remite a un texto que ingresó el 13 de julio a la Cámara de Diputados, impulsado por el colectivo trans y la legisladora Mónica Macha.

La iniciativa cuenta, además, con las firmas de más de cuarenta diputados pertenecientes a los bloques Frente para la Victoria, Cambiemos, Evolución Radical, Peronismo para la Victoria, Protectora y Unión Cívica Radical.

El proyecto recuerda que en Argentina el 98 por ciento de las personas travestis, transexuales, y transgénero carecen de trabajo formal, lo que contribuye a que esta comunidad figure entre las poblaciones más vulneradas del país.

Asimismo, recalca que la situación de este colectivo está atravesada por un contexto de persecución, exclusión y marginación, al tiempo que hace hincapié en que la mayoría de sus integrantes vive en extrema pobreza, y está privada de derechos económicos, políticos, sociales y culturales.

De acuerdo a datos relevados por el Inadi y el Indec, el promedio de vida de las personas trans se coloca entre 35,5 y 41 años. También señalan que las encuestas llevadas a cabo por estos organismos oficiales, dan cuenta de que más de un tercio de esta población tuvo que abandonar la escuela porque era víctima de discriminación, el veinte declaró que no realizaba ninguna actividad rentada, y el resto se dividió entre quienes dijeron que trabajan en situación de informalidad y quienes se prostituían.

Vale recordar que este proyecto se inspira en el que fuera sancionado por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires el 17 de septiembre de 2015, a instancias del trabajo que hizo Diana Sacayán, que se plasmó en un proyecto que presentó la diputada Karina Nazábal.

Abolicionismo a flor de piel

Florencia Guimaraes García, activista travesti y militante del PC, aseguró que “esta ley viene a salvar a un montón de compañeras de la prostitución”, y fue contundente cuando dijo que el espíritu del proyecto es cien por ciento abolicionista como lo era Diana Sacayan”.

Asimismo, la activista travesti recalcó el apoyo de varias provincias, organizaciones políticas y sociales al proyecto, y lo atribuyó a que “es un tema que está bastante instalado en la sociedad”.

Sin embargo, remarcó que “todavía hay muchas provincias conservadoras”. “Hemos tenido respuestas fascistas de algunos sectores “, dijo Guimaraes García, y agregó que “la lucha va a ser dura”.

También, la militante del PC, apuntó contra la gobernadora bonaerense por “encajonar la ley”, considerando que dicho proyecto se aprobó ya hace casi tres años en la provincia de Buenos Aires.

“El 17 de septiembre van a hacer tres años que se aprobó pero no se reglamenta. Lógicamente es una decisión política de María Eugenia Vidal”, sostuvo Florencia Guimaraes García.

Por otro lado, la activista travesti destacó puntos importantes del proyecto, y en los cuales ella tuvo la iniciativa como la “escolarización de las compañeras” y los reclamos que se le hace al colectivo travesti-trans por “antecedentes contravencionales”.

“El 80 por ciento de nosotras no terminó los estudios secundarios y queremos que sea una condición que toda compañera que acceda a un puesto de trabajo tenga la obligatoriedad de terminar sus estudios”, sostuvo Guimaraes.

Con respecto al tema de los antecedentes contravencionales, Florencia aseveró: “¿Cómo la mayoría de nosotros no va a tener antecedentes? Si tenemos reiteradas caídas en comisarías por la persecución misma del estado”, y agregó que “con estos códigos contravencionales, no solo se persigue la prostitución, sino que se busca criminalizar a la identidad travesti trans”.

Por último, Florencia Guimaraes García reflexionó: “Muchas de nosotras, no tenemos acceso a la salud, educación etc. ¿Cuál es la idoneidad que se pretende de nosotros cuando un 80 por ciento nunca terminó la secundaria? Que les pidan idoneidad a todos aquellos que van a estar acompañando a las travestis cuando entren a trabajar. ¿Cómo nos van a tratar? ¿Qué capacitación y que perspectiva de género van a tener nuestros compañeros, ya que muchos jamás platicaron con una persona travesti?