“Reindustrializar el país es indispensable para crear empleo, agregar valor y distribuir equitativamente la riqueza”, son algunas de las claves que propone Apyme.
De cara al Día de la Industria Nacional, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), volvió a advertir que es preciso “una urgente modificación del rumbo económico, para salir del actual desastre productivo y social”.
En este sentido, recordó que desde diciembre de 2015 se vienen aplicando políticas de desregulación, apertura irrestricta de importaciones y liberalización financiera, con eje en el endeudamiento externo y la especulación por sobre el trabajo y la producción.
“Fruto de ese modelo, la caída de la actividad es constante, sobre todo para los sectores más dependientes del mercado interno y más trabajo intensivos, en particular la industria nacional”, recalcó Apyme.
Y avaló su aseveración en datos aportados por el Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), que exhiben que durante los últimos doce meses, la industria expulsó 62.300 trabajadores, en tanto que desde que Mauricio Macri es presidente, se perdieron casi 150 mil puestos industriales, esto es, casi el doce por ciento del total.
Por eso, Apyme alertó que el actual recrudecimiento de la crisis, con un nuevo shock cambiario, encentró a la industria con capacidad ociosa en torno al cincuenta por ciento, al tiempo que la tasa récord del 78 por ciento “hace inviable el financiamiento, fuerte inflación de costos, encarecimiento de insumos, caída del poder adquisitivo de los salarios, mayor retracción del mercado interno”.
De ahí que la ruptura en la cadena de pagos por la incertidumbre financiera, “se agravará a causa de las medidas recientes del gobierno para trasladar a una próxima administración los vencimientos de bonos de corto plazo”.
FMI
Asimismo, Apyme remarca que el aval del FMI a las medidas anunciadas días atrás por el Gobierno Cambiemos, “ratifica la pérdida total de un rumbo soberano de la economía, ya que a fin de asegurar la solvencia en el futuro inmediato, se intenta establecer nuevos condicionamientos para el ajuste recesivo que agravaría la parálisis de la producción, la pérdida de empleos, la Inestabilidad y la faltad de inversiones”.
Ya que, “mientras se discute si el país ha entrado técnicamente en un default financiero, lo que está claro es que el default productivo y social ya se produjo hace rato”.
Por eso, “si no se toman medidas de emergencia efectivas, como se ha venido solicitando en reiteradas oportunidades, las consecuencias serán peores, con cientos de empresas paralizadas y en situación de cierre”.
Así las cosas, Apyme reiteró su postura favorable a “un Estado activo que impulse la reindustrialización del país, fomente las economías regionales, recomponga el poder adquisitivo del salario y genere mayor consumo en el mercado interno, principal factor para que las pymes puedan vender y no se vean en el trance de funcionar al cincuenta por ciento o cerrar y despedir a sus trabajadores”.
También destacó que es preciso que se reconstruya el complejo científico y técnico, así como el acceso a la provisión de servicios públicos a costos razonables y desdolarizados, “lo que implica el manejo equitativo y estratégico de los recursos de la Nación en función del bienestar del conjunto de la ciudadanía”.