Política
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El titular local del HSBC pide que su amigo, Mauricio Macri, que avance en reformas regresivas en lo laboral e impositivo.

“Las medidas a tomar son las lógicas para hacer: las reformas laborales, reducción impositiva y baja del gasto a través de reformas que son dolorosas. Todo camino de transición y crecimiento en países como el nuestro, es doloroso y la sociedad lo tiene que asumir”.

Esta frase la dijo -sin ruborizarse- el presidente del HSBC-Argentina, Gabriel Martino, quien al parecer pretende convertirse en el corifeo de quienes le piden a Mauricio Macri que apriete el acelerador y termine de destruir la legislación laboral existente, antes de octubre.

Lo que solicita Martino no es nuevo y exhibe una descarnada mirada de la clase a la que pertenece: extraer todavía más plusvalía y maximizar tasa de ganancia, también, pagando menos impuestos.

Para apuntalar su pedido, Martino echó mano al recurso argumental que, últimamente, se convirtió en letanía que reiteran funcionarios e integrantes de la massmedia de gobierno.

Es que, al parecer, esto de echarle la culpa a “ochenta años de fracaso”, sigue dando sus réditos o al menos en eso confían.

¿Pero será que les fue tan mal durante todo ese tiempo?

A principios de 2015, Martino fue denunciado penalmente por evasión fiscal y asociación fiscal ilícita, después de que una investigación llevada a cabo en Francia, evidenciara la existencia de 4040 cuentas bancarias de argentinos, ocultas en Suiza.

Estas cuentas eran el último eslabón de una plataforma ilegal diseñada por tres entidades bancarias que operaban en Argentina, articuladas por el HSBC local.

Una de las maniobras detectada, se vinculaba a una plataforma de evasión fiscal desarrollada por el HSBC de Argentina, Suiza y EE.UU. que poseía Cuit gestionado en Argentina.

A raíz de esto, en ese momento, la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias (Sefyc), suspendió transitoriamente las operaciones de transferencia al exterior de divisas y títulos del HSBC Bank Argentina.

La causa estuvo a cargo de la jueza en lo Penal Tributario, María Verónica Straccia, pero con la entrada del Gobierno Cambiemos, Martino pudo reasumir el cargo del que había sido separado.

Y no sólo eso: designó a la abogada del banco, María Eugenia Talerico, como número dos de la Unidad de Información Financiera, cuya titularidad quedó en manos de Mariano Federici, quien hasta anteayer se había desempeñado en el FMI.

Más tarde, el HSBC celebraría el ingreso de otro de sus hombres en la estructura gubernamental, cuando Esteban Bertella se hizo cargo de la gerencia de operaciones de mercado del Banco Central.

Mientras tanto, la fuga de 3.500 millones que implicó la maniobra, sigue impune.

¿Será por eso que, al elogiar a Macri y pedir que avance con las reformas regresivas en lo impositivo y laboral, Martino recalca que “hay que mirar para adelante y ver qué queremos de Argentina para continuar con la inserción y empezar a ser un país normal”?