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Jue, Abr
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Política
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El cronograma de aumentos de este mes y el acumulado desde la llegada de Macri a la Rosada confirman que los grandes perjudicados son los asalariados.

Como si fuera poco desde ayer viajar en subte es más caro ya que el boleto para acceder a la red de transporte más rápida e importante de la Ciudad de Buenos Aires trepó desde los 7,50 a los 11,50 pesos. El aumento es el primer escalón de una subida que llegará, al menos en este año, hasta los doce pesos con cincuenta a partir del 1º de junio. La suba acumulada significará un alza total del 66,7 por ciento.

Pese a estos aumentos el servicio brindado por Metrovías, la empresa concesionaria, es cada vez peor. El temporal del último sábado a la noche expuso las deficiencias y la falta de obras, quedando por varias horas la mitad de las líneas sin servicio por los coletazos de las lluvias en superficie que se trasladaron al bajo tierra. Vale recordar que cuando el Gobierno de la Ciudad se hizo cargo del servicio, que concesiona la empresa de Benito Roggio, la tarifa costaba 1,10 pesos.

Mayo es también el turno para las alzas en las boletas de agua corriente. La tarifa aumentó ayer un 26 por ciento y, además, está prevista una quita de subsidios durante todo el año del treinta por ciento, por lo que el incremento anual será, aproximadamente, del 68 por ciento.

Un breve repaso servirá para entender en qué escenario llegan estos aumentos. Desde que asumió Macri en diciembre de 2015, según el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), las tarifas aumentaron de la siguiente manera:

 

-Electricidad: 1490 por ciento

-Agua: 664 por ciento

-Gas natural: 1297 por ciento

-Transporte: 105 por ciento

-Peajes: 623 por ciento

-Prepagas: 88 por ciento

 

Para contextualizar estos datos, alcanza con recordar que en el mismo período los aumentos salariales acumularon, promedio, un 72 por ciento y la inflación rondó el 80 por ciento.

Hace poco un informe de la Undav había revelado que la presión de los servicios públicos para los trabajadores pasó del seis por ciento del salario mínimo al 21.

Todavía falta que en junio aumenten los trenes y colectivos y en agosto, nuevamente, la luz. Estos incrementos están pautados pero no contemplan los saltos del dólar ni las variaciones en el precio de los combustibles, ambas, variables que el gobierno decidió dejar libradas al “mercado”.