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Sigue la lucha por la educación pública - ¿Paritarias cerradas por decreto y a la baja? ¿Derecho a huelga destrozado? Más palos, menos tizas, la lógica del Presupuesto Cambiemos.

El Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUD) hizo público su “rotundo rechazo” al intento del gobierno bonaerense de cerrar la paritaria por medio de un decreto, que fue ratificado ayer y, según se espera, va a ser publicado en estos días en el Boletín Oficial.

Si esta iniciativa prospera, el salario de  los trabajadores de la educación va a quedar congelado en lo que el Gobierno Vidal ofreció en la mesa paritaria del 23 de agosto -que fue la última que convocó- que fue oportunamente rechazado por el FUD.

Así las cosas, desde el ejecutivo deslizan que “no pensamos cerrar la paritaria por decreto” y aseguran que el decreto en cuestión es sólo “un ordenamiento administrativo de todos los aumentos que se fueron dando como adelanto de paritaria”.

Pero para el FUD, “Vidal impone por decreto una modificación miserable que ya fue rechazada en paritaria por los sindicatos por significar un deterioro del salario docente”.

Entre otras cosas, el decreto establece seis etapas de recuperación salarial que finalizan en agosto con el 19 por ciento a diciembre 2017. Así, el salario inicial de un maestro de grado sin antigüedad, pasa de 12.500 a 14.875 pesos, más un plus de 210 por material didáctico por cargo que se percibe desde agosto. Y el básico de maestro de grado a partir de agosto se establece en 6.435 pesos.

Como se ve, estos montos se colocan por debajo de la línea de la pobreza que reconoce el propio Indec.

“Rechazamos el decreto porque están concediendo un aumento del 19 por ciento contra una inflación que hoy está en 31”, recalcó el titular de Suteba, Roberto Baradel, tras lo que denunció que “esto va en línea con la irresponsable actitud del gobierno que se niega al diálogo, desconociendo el ámbito legal de la Paritaria Provincial”.

Y fue claro cuando dijo que “desde las organizaciones sindicales, exigimos que respeten la Ley de Paritaria y que gobiernen para garantizar derechos y no para vulnerarlos”.

 

La clave es la resistencia

 

La decisión del gobierno se da en un contexto en el que, durante los últimos doce meses, la inflación ya superó el cuarenta por ciento y, en los primeros nueve de 2018, trepó el 32,2, según revela un estudio del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

Y los docentes no escapan a esta realidad. La supresión de la Paritaria Nacional Docente trajo serias asimetrías, contribuyó a la depreciación salarial y a que haya varias provincias que no logran cerrar paritarias y a que –mayoritariamente- los salarios de las que las cerraron hayan quedado relegados respecto a la inflación.

Un informe de Ctera da cuenta de que entre marzo de 2016 y mismo mes de 2017, los salarios de los maestros sufrieron una pérdida del 6,8 por ciento que se suma a la caída del 4,7 registrada entre marzo del año pasado y el actual. Y se espera que la de este año sea no inferior al trece por ciento.

¿Pero se ve alguna perspectiva de que esto se modifique? A principios de septiembre, el Boletín Oficial publicó una reasignación del Presupuesto 2018 que recorta recursos de Acción Social, Ciencia y Tecnología, Cultura y Educación. En este caso, son 27 millones del Fondo Nacional de Incentivo Docente, recursos que como los de las otras áreas citadas, tal como lo dice la Decisión Administrativa de la Jefatura de Gabinete, pasan a engrosar “los créditos vigentes de la Policía Federal Argentina, actuante en el ámbito del Ministerio de Seguridad”.

¿Será casual todo esto? Para nada. Un informe elaborado por Ctera sobre el Proyecto de Presupuesto 2019, señala que 2019 va a partir de un piso negativo como consecuencia de la caída del PBI ya que, recuerda, la Ley “dice que se tiene que destinar un seis por ciento del PBI a la educación”, por lo que al caer el PBI “cae la cantidad de dinero que se va a destinar a educación”.

Pero esto no es todo. Si prospera el Proyecto de Presupuesto, Educación va a tener un recorte nominal del 18,9 por ciento, pero si se tiene en cuenta la inflación proyectada oficialmente, la cosa va a ser peor, ya que llegará casi al cuarenta por ciento.

Queda claro que el sistema educativo público, gratuito y universal está en la mira del tándem de poder que gobierna desde 2015. Pero también que para destruir la resistencia de los docentes sindicalizados es un escollo.

“El objetivo del gobierno es que abandonemos la lucha” destacó el secretario adjunto de Suteba Lomas de Zamora, Emanuel Ríos, al referirse al nuevo intento gubernamental de que se declare a la educación como “servicio esencial”.

La iniciativa fue anunciada días atrás por el  presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Manuel Mosca, y legislador por Cambiemos, Guillermo Castello, quienes le endilgaron a los trabajadores de la educación la responsabilidad “por los días de clase perdidos”.

Si tienen éxito con esta iniciativa, los docentes no podrían hacer medidas de fuerza que interrumpan el dictado de clases, lo que equipararía esta actividad con otras como los servicios hospitalarios y el control del tráfico aéreo.

Esta nueva carga tuvo lugar a poco de que un paro nacional convocado por Ctera, reclamara –entre otras cosas- que se esclarezca el ataque perpetrado contra una docente en Moreno y que el gobierno garantice que los edificios escolares estén en condiciones, para evitar muertes y que se pueda cumplir con el calendario.

“Esto es una maniobra más de los ejecutivos, provincial y nacional, para aplacar todos los paros y medidas de fuerza que venimos realizando el conjunto de la clase trabajadora docente”, remarcó Ríos y fue contundente cuando dejó en claro que “los docentes no abandonamos la escuela por más que haya paro, muchos compañeros van a la escuela a darle de comer a los pibes, porque desde que está este gobierno, hay muchos más pibes con hambre”.

Y desafió a los que fomentan esta iniciativa: “vengan a declarar servicio esencial a Moreno, donde los compañeros no pueden dar clases por las condiciones edilicias de las escuelas, pero pese a eso, ahí en ese lugar cientos de trabajadores de la educación cocinan y educan en la vereda”.

Tras lo que sin dudarlo recalcó que es el Gobierno Cambiemos “que lleva a los alumnos y docentes a esta situación, porque no le interesa la educación pública” y señaló que “los cupos de alimento que necesitamos para los pibes se han municipalizado y muchos municipios no se pueden hacer cargo y, además, hay quinientas escuelas cerradas por problemas de infraestructura”.