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Jue, Abr
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Sindical
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A tres meses de que Sandra Calamano y Rubén Rodríguez murieran en la explosión que tuvo lugar en la escuela 49, el ejecutivo provincial sigue mirando para otro lado.

“Las escuelas y los centros de salud de la zona son una bomba de tiempo, no pasa nada hasta que pasa”, advirtió el miembro de la Mesa Provincial del Partido Comunista y secretario adjunto de la CTA Moreno-Merlo-Marcos Paz, Gustavo Muñoz, al referirse a la situación a poco más de que una explosión en la escuela 49 de Moreno, cegara las vidas de su vicedirectora, Sandra Calamano, y del auxiliar Rubén Orlando Rodríguez.

La CTA es clara cuando sigue exigiendo justicia por las víctimas fatales de este episodio derivado de la desidia gubernamental, pero también cuando se demanda que el gobierno que encabeza María Eugenia Vidal ponga en condiciones los edificios escolares, para evitar nuevas muertes.

Por eso, días atrás junto a otras organizaciones, la CTA local participó del Acampe por la Dignidad, que intentó visibilizar la situación entre aquellos que peregrinaban a la basílica de Luján.

Nos pareció importante transmitir todo lo que vivimos en Moreno a este millón personas que iba en la peregrinación”, resaltó Muñoz y no ocultó su orgullo cuando calificó como “muy positiva” a la actividad que “se hizo en articulación con todo el campo popular de la zona, partidos políticos, organizaciones sociales y la CTA”.

Asimismo, fue contundente cuando criticó a la gobernadora Vidal por el desfinanciamiento de áreas públicas esenciales como Educación y Salud. “La situación que se vive en escuelas y centros de salud es crítica”, denunció Muñoz y recalcó que “el gobierno de Vidal está jugando con la vida de miles de trabajadores y niños”.

Pero además, alertó sobre la persistencia de presiones hacia quienes reclaman que el ejecutivo ponga atienda debidamente los problemas existentes en infraestructura escolar.

“Se vive un clima de época muy peligroso de persecución a los que luchan”, remarcó y fue claro cuando insistió en que no claudicarán a pesar de la campaña orquestada contra la demanda, por medio de panfletos, pintadas, intimidaciones telefónicas y amenazas que tuvieron su punto más extremo cuando la docente Corina de Bonis fue secuestrada y torturada.

Como se recordará, después de que la aboradaan y la obligaran a meterse en un vehículo, sus atacantes le escribieron -con un punzón- sobre su vientre: “olla no”, en alusión a la olla popular que realizaban en apoyo a la demanda.

Así las cosas, medio centenar de establecimientos educativos provinciales siguen cerrados porque el Estado provincial no arregla los problemas de infraestructura que presentan.