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Mar, Abr
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Sindical
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En consonancia con la movilización realizada por la CTA en la Ciudad Buenos Aires, regionales y locales de la CTA bonaerense llevaron adelante actividades en el mismo sentido.

“El campo popular en Zarate está muy fuerte”, declaró Cristian Poli secretario general de la CTA Ribera del Paraná, al hacer referencia a la movilización que tuvo lugar en la plaza central de esa ciudad, contra el G-20 y convocada por la Multisectorial que suma a Zárate, Lima, Baradero y Campana.

Las organizaciones, al igual que en el resto de la provincia, denunciaron que el avance de acuerdos de este encuentro, sólo traerá retrocesos para el pueblo, porque plantea ajuste, privatizaciones y apertura indiscriminada del comercio cuyas consecuencias son pérdida directas de puestos de trabajo, recortes en el Estado y en los sistemas público y universal de Salud y Educación con un único ganador: los grandes grupos económicos globales.

“Levantamos una tribuna  de denuncias en contra del imperialismo norteamericano y todo lo que representa el G-20”, sostuvo Poli.

Pero el desarrollo de la lucha en el norte de la provincia de Buenos Aires no termina ahí. El viernes en la ciudad de Lima se va a realizar un cabildo abierto en defensa de la soberanía nacional, energética, educativa y alimentaria.

“La idea es sintetizar toda conflictividad social y política, que en la que hemos sido protagonistas en la región con una tribuna antiimperialista de proyección  del movimiento obrero hacia temas fundamentales, que involucran a la clase trabajadora y al conjunto del pueblo, como el desarrollo de la industria nacional y energía nuclear, desde el punto de vista soberano”, explicó el titular de la CTA Ribera del Paraná.

 

Peligro

 

La energía nuclear es uno de los puntos más importantes sobre los que posa su interés el G-20. “Macri, de la mano con EE.UU., ya no llevará a cabo el convenio firmado con China durante el gobierno de Cristina Fernández”, lamentó Poli.

El proyecto planteaba la construcción de la cuarta central nuclear, lo que implicaba que alrededor de 120 empresas nacionales desarrollarían productos y prestarían servicios en función del proyecto que también incluía construir un parque industrial cercano al parque nuclear.

Ahí se iban a asentar diferentes empresas, fundamentalmente pymes, vinculados a  metalúrgica e hidráulica, lo que estimularía el mercado interno por medio de la contratación de trabajadores de la zona.

“El objetivo de EEUU es bloquear a china en América Latina y no permitir el desarrollo de la energía nuclear en los países periféricos como el nuestro, en donde en una alianza con los chinos podríamos desarrollar, soberanía energética y científica”, recalcó Poli.

Y con claridad aseveró que, en esta línea, “desde el G-20 han tratado de introducir las energías renovables que no producen trabajo y es tecnología muy cara que no termina de remplazar a la energía barata”.