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Mar, Abr
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En medio de la emergencia socio-sanitaria en el país, el gobierno anunció el relanzamiento del Programa Remediar, que consiste en la entrega de medicamentos esenciales en los centros de salud primaria y que beneficia a más de 15 millones de personas. Esta iniciativa se suma al anuncio de medicamentos gratis para los jubilados.

La semana pasada el ministro de Salud, Ginés González García anunció el regreso de “un hito central en la política de medicamentos”: el Programa Remediar, que consiste en la distribución gratuita de medicamentos en todos los centros de atención primaria del país y que alcanza, en esta primera etapa de relanzamiento, cincuenta medicamentos que cubren el 80 por ciento de las patologías que se tratan de manera cotidiana en los centros de salud. A fin de año, según anunció el ministro, se espera que el Programa garantice el acceso gratuito a medicamentos esenciales a más de 15 millones de personas. El relanzamiento de esta política pública se suma a la lista de 170 medicamentos esenciales a los que podrán acceder de forma gratuita los jubilados y pensionados de todo el país.

El Plan Remediar es una política pública impulsada desde el Estado nacional que cubre el acceso a medicamentos para una parte importante de la población que, de otra manera, no podría acceder y que el macrismo desarticuló por completo apenas llegó a la Rosada.

Vale recordar que apenas llegó a La Rosada, Mauricio Macri decidió discontinuar el Programa, creado por el actual ministro de salud en el 2002.

El Programa Remediar, durante el gobierno de Cristina Fernández, especialmente bajo la gestión de Daniel Gollán en Salud, había ampliado el alcance del Programa, para integrarlo a una estrategia regional que auspiciaba la producción nacional de medicamentos y la compra regional y por mayor a la India de aquellos que por diversos motivos -especialmente financieros y científicos- los países de América Latina no podían desarrollar por su cuenta.

Esta estrategia era muy buena para América Latina ya que permitía negociar a la región como un gran bloque frente a los grandes laboratorios. Esta estrategia apuntaba a disminuir el poder de los laboratorios e incluso, modificar las correlaciones de fuerzas entre los Estados nacionales y las empresas del sector.

Sucede que los medicamentos más caros se producen en la India y la idea era comprar junto a Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela muchos de los remedios que son tan necesarios como costosos. Coordinar acciones regionalmente permitía equilibrar las fuerzas con las grandes empresas. Estas negociaciones no sólo eran económicas, eran también políticas ya que, si un laboratorio no quería vender a buen precio un medicamento, los Estados podían amenazar con producirlos ellos mismos” Iniciativas como esta, tendiente a fortalecer la soberanía sanitaria, afecta los intereses y negocios de los diez laboratorios que más facturan en el mundo: Novartis, Roche, Pfizer, Sanofi, Merck, Glaxo, Astra Zeneca, Bayer y Gilead, entro otros.

Con el gobierno de Mauricio Macri se profundizó la idea de que la salud es un área redituable para hacer negocios. Esta idea, que se desplegó a nivel nacional y provincial y local allí donde Cambiemos gobernó —o todavía gobierna—, fue concomitante con el crecimiento exponencial de la pobreza, el desempleo y los recortes y eliminaciones en programas sensibles. En este punto, sobresalió la eliminación por parte del macrismo del programa Remediar, junto a otras políticas de vaciamiento como las ejecutadas en el Pami. Bajo este proceso, una parte importante de la población, las más vulnerable a los cambios bruscos en la orientación política del Estado, perdió la cobertura por obra social y, por tanto, dejó de percibir los medicamentos con los descuentos correspondientes. Esto, sumado al aumento en los remedios, que durante el gobierno de Macri alcanzó el 500 por ciento, derivó en un combo letal que golpeó y golpea a los sectores con menos recursos en una de las áreas más sensibles como es el del acceso a la salud.

Si encima se tiene en cuenta que las condiciones socio-sanitarias y ambientales se encuentran en franco deterioro en zonas de alta concentración de población como la asentada sobre la cuenca Matanza-Riachuelo, por nombrar sólo una, se puede concluir, sin temor a exagerar, que el macrismo generó una profunda crisis sanitaria, al tiempo que desfinanció al Estado.

Durante el período 2015-2019 el incremento en los medicamentos fue notable. Para tomar real dimensión de las consecuencias de estos aumentos, alcanza con enumerar algunos de las patologías cuyos medicamentos fueron los que mas subieron. Los precios que más crecieron fueron los indicados para tratamiento de tiroides, ansiolíticos, broncodilatadores, analgésicos, antiespasmódicos, antinflamatorios bronquiales, antibióticos para la fiebre, reductores del colesterol, antihipertensivos y antidepresivos.

Como se ve en la mayoría de los casos se trató de remedios indicados para el tratamiento de patologías crónicas. Es decir, padecimientos que necesitan de un tratamiento diario y supervisado y que la imposibilidad de acceder al mismo, en el corto o mediano plazo según el diagnóstico, pone en riesgo la vida del paciente. 

Si el capitalismo crea oportunidades de negocios allí donde hay necesidades elementales y derechos, el macrismo explotó al máximo esta posibilidad. Frente a ello, la importancia del plan Remediar radica en que parte de un principio que sostiene que los medicamentos deben ser un bien social, a lo que habría que agregarle que no debe estar, bajo ningún punto de vista, sujeto a la lógica del mercado, tal como sucede, por ejemplo, en Cuba.