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Mié, Abr
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Política
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Así lo definió Apyme y repudió la decisión de la Mesa de Enlace que “expresa el tradicional rechazo corporativo de toda regulación gubernamental por parte de esos sectores concentrados”.

La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), hizo público su repudio a la decisión adoptada por la Mesa de Enlace (ME) de llevar a cabo un paro de comercialización de granos, en rechazo de la suspensión hasta el 1° de marzo de exportaciones de maíz, que dispuso el gobierno nacional.

Cabe recordar que ayer la suspensión inicial se modificó, cuando el gobierno permitió abrir el registro, pero con un límite de treinta mil toneladas diarias. Pese a esto la ME persiste en el lockout cuyo fin está previsto para hoy, postura que recibió el apoyo de Juntos por el Cambio.

Al respecto, Apyme recordó que la medida tomada por el gobierno se dirige a contener el alza de precios en el mercado interno de un insumo estratégico como el maíz, que se destina a la producción de cerdos, gallinas, pollos, huevos, ganado feedlot y lechería.

Y añade que esta suspensión temporaria de exportaciones, “se implementa en el marco de un fuerte aumento de los precios internacionales de granos y oleaginosas, que en ausencia de cupos o regulaciones se traslada automáticamente a los precios locales”, por lo que “los mismos sectores productivos afectados solicitaron acotar los precios internos a niveles razonables”.

Asimismo, advierte que esta medida busca atender necesidades prioritarias de la industria y del mercado local, donde los precios que se pagan a los productores no disminuyeron y que sólo afecta “mínimamente” a la comisión que se llevan grandes comercializadores multinacionales, “ya que la suspensión sólo se aplica sobre el diez por ciento el volumen destinado a exportación de la última cosecha”.

Por lo que la actitud de la ME “expresa el tradicional rechazo corporativo de toda regulación gubernamental por parte de esos sectores concentrados” y que “resulta inentendible desde el punto de vista del interés de los productores y sólo encuentra razón de ser desde una postura de oposición política que se desentiende de sus consecuencias negativas para la industria local y la mesa de todos los argentinos”.