Santiago Cafiero confirmó que la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva será publicada hoy en el Boletín Oficial, tras lograr la media sanción en Diputados y la posterior aprobación en el Senado.
Este lunes la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva aparecerá en el Boletín Oficial tras pasar la Cámara de Diputados y el Senado. Así tiene luz verde un proyecto necesario ante la crisis social que dejó Cambiemos.
Con esta megaley, Alberto Fernández pretende ordenar los precios aspirando a desdolarizar una economía, que desde la asunción de Mauricio Macri, dejó a los alimentos y tarifas atados a la moneda estadounidense.
Durante los cuatro años del mandato PRO en la Casa Rosada se realizó una transferencia de recursos sin precedentes. Los servicios básicos se transformaron en un privilegio, con tarifas impagables que destruyeron el poder adquisitivo de las familias, arrasaron con las Pymes y los clubes de barrio. Las energéticas como Edenor y Edesur -hoy intervenidas tras la reglamentación de la Ley de Solidaridad- estuvieron en la primera línea de los ganadores del macrismo.
En esta sintonía, el ejecutivo estableció paliativos de emergencia para quienes perciben la Asignación Universal por Hijo y a jubilaciones mínimas, que recibirán un bono de cinco mil pesos en diciembre y uno en enero.
Cabe recalcar que el proyecto busca una estabilidad de la economía en un plazo de seis meses, en el que tiene que descomprimir el frente social. También el gobierno pretende dar señales positivas a los acreedores privados y el FMI.
La reacción al ahorro fiscal que implica el paquete fue positiva y se verifica en una baja del riesgo país.
Lo que queda claro es que la Presidencia Fernández, avanza hacia su paradigma estructurada sobre la idea del "Acuerdo Social", la cooperación u conciliación de clases, que Alberto Fernández viene pregonando desde el comienzo de su campaña en el Frente de Todos.
Atender lo urgente
Las políticas de Mauricio Macri y el FMI han dañado en profundidad a casi todos, sobre todo a los sectores vulnerables. Según el último informe de la UCA, hay más de 16 millones de pobres en el país, de los cuales 3,4 se encuentran en una situación de indigencia. El pico de pobreza se da en niños y niñas de hasta los catorce años, con un 52,6 por ciento.
En el mismo informe se explica que el salario mínimo perdió un sesenta por ciento respecto de la inflación, mientras que la jubilación quedó un treinta por debajo de la carestía de vida que aumentó día a día bajo la gestión de Macri.
Con estos índices, la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva se torna necesaria para atender la situación de los sectores más agredidos. En un país donde millones de personas no pueden cubrir la canasta básica alimentaria, respaldar esta iniciativa es una posición en defensa de los intereses de los que menos tienen.
Sin perder de vista lo importante: el reparto de excedente social no es suficiente para desterrar a las derechas regionales. Esta ley tiene que ser la base para recuperar el tejido social, afianzar otras discusiones y pasar a una etapa que nos permita ir por cambios profundos para que una restauración conservadora no vuelva a pisar la Casa Rosada.