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Vie, Abr
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Un hombre de 63 años sufrió un accidente con su motocicleta mientras repartía para Glovo. La empresa solo le preguntó si el pedido estaba en condiciones.

Un motociclista de 63 años que repartía para Glovo fue embestido por un automóvil, terminó con heridas en el hospital y comunicó a la aplicación por lo sucedido, pero solo le preguntaron cómo estaba el pedido a entregar.

“¿Cómo se encuentra el pedido? ¿Está en buen o mal estado para poder ser entregado?”, fue la primera respuesta recibida por Ernesto Floridia, empleado de la empresa tras comunicar, desde el piso, que había sido atropellado en Charlone al 500, en el barrio porteño de Colegiales.

Esta acción de la aplicación Glovo es consecuente con la realizada por Rappi meses atrás, que ante la muerte en un accidente de Ramiro Coyola, uno de sus repartidores, tan solo envió un mensaje solidarizándose con el entonces ciclista. El fallecimiento de Coyola fue en abril, luego de que el Poder Judicial ordenara al ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires la prohibición de Glovo, Rappi y Pedidos Ya en una bicicleta hasta que se acoplen a los requisitos legales del Código de Tránsito y Transporte Local.

Cabe recalcar que en abril, un relevamiento realizado por el juzgado de primera instancia sobre más de 400 ciclistas, arrojó que el 77 por ciento circula con el portaobjetos cargado en su espalda, el 70 desempeña tareas sin seguro alguno y el 67 circula sin casco.

 

“Independientes”

 

La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo revocó el fallo que ordenaba a Rappi a desbloquear a tres repartidores y señaló que no se puede determinar la existencia de una relación de dependencia entre ambas partes.

Esta medida facilita la precarización encabezada por estas plataformas que evidencian en su crueldad, una etapa del capitalismo que desea vulnerar las condiciones de trabajo a escalas inhumanas. Además, el fallo le da la potestad a Rappi de dejar trabajadores en la calle de un día para el otro sin dar explicación alguna. Esto fue un mecanismo de extorsión en noviembre de 2018, donde en un contexto de protestas de los “rappitenderos” que exigían mejores condiciones, la plataforma colombiana bloqueó la aplicación de los integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación de Personal de Plataformas (APP) y durante los reclamos elevó los precios por delivery entregado para diluir la medida de fuerza.

Uber, Rappi, Pedidos Ya y Glovo evidencian el horizonte que el Gobierno Cambiemos pretende alcanzar con la reforma laboral, para que el empleado quede obligado a entregarle su fuerza de trabajo a una constante flexibilización e incertidumbre.

Mientras las políticas de ajuste del macrismo generan desempleo, estas aplicaciones ofrecen una salida rápida y precaria para gente en situación de vulnerabilidad. Sin afrontar ningún costo laboral aumentan su tasa de ganancia, como Rappi en 2018, que facturó treinta millones de dólares.