Los trabajadores sanitarios de Sao Paulo rechazaron al mandatario que sigue rechazando la cuarentena dispuesta por algunos estados y minimiza la gravedad del Coronavirus.
Los médicos y trabajadores sanitarios de Sao Paulo rechazaron el mal manejo de Jair Bolsonaro ante la pandemia mundial del Coronavirus. Cabe recalcar que el Banco Mundial señala que Brasil ya superó los veintidos mil infectados y 1220 muertes por este virus, que le traerá una de las recesiones más fuertes de América Latina con una caída de cinco por ciento del PBI.
Ante esta situación es que los trabajadores de la sanidad rindieron homenaje a sus colegas fallecidos por el Coronavirus y denunciaron la falta de equipos médicos para combatir la enfermedad. Es que en Sao Paulo, donde según el boletín del Ministerio de Salud hay 588 muertes y 8.755 casos, rige una cuarentena que aconseja a que las personas se queden en sus casas pero no las obliga, lo que disminuye la efectividad del aislamiento.
Con estos números, Brasil se encuentra en el puesto 14 de países con mayor cantidad de infectados, siendo el de más casos en nuestra región de una pandemia que ya lleva más de cien mil muertos en todo el mundo.
Que pase el que sigue
Mientras el Covid-19 avanza sobre los brasileños que están desprotegidos y lleva a la movilización a quienes ponen su fuerza de trabajo en este contexto, también agudiza las tensiones hacia adentro del gobierno de Bolsonaro.
El pasado lunes parecía que el Ministro de Salud tenía las horas contadas, pero la presión de los generales que ocupan lugares claves en el Estado le jugó una mala pasada a Bolsonaro, que no logró echar a Luiz Henrique Mandetta. Así el ala militar aprovecha la pandemia para aumentar su incidencia en el gobierno brasileño, y según el diario Valor Económico, por las oficinas de ministros, legisladores y jueces circulan bocetos de eventuales gobiernos tras una salida del actual mandatario.
Hoy quien venció a Fernando Haddad en 2018 se encuentra ajeno a la realidad de la pandemia y con un discurso que va en contra de los caminos más sensatos para enfrentar un proceso como el que se atraviesa en la región. Según una encuesta del último domingo solo tres de cada diez habitantes comparten su política ante el virus, pero seis de cada diez no quieren que renuncie.
Así las cartas en Brasil se mueven para intentar darle gobernabilidad a un esquema de poder, que triunfó tras un Golpe de Estado, y que llegó para acelerar la transferencia de recursos comenzada por el gobierno de facto de Michel Temer, transferencia que algunos no están dispuestos a ceder ni ante el Coronavirus.