El secretario de Organización del Partido Comunista Peruano, Emilio Mendoza, habló sobre la situación que atraviesa su país en medio de la pandemia.
“La situación de la clase obrera es realmente desastrosa, deplorable, realmente indignante, nuestro pueblo sufre un trato inhumano por parte del gobierno del presidente Martín Vizcarra” denunció el secretario de Organización del Partido Comunista Peruano (PCP), Emilio Mendoza, tras lo que denunció que el mandatario “les ha dejado las manos libres a los empresarios para bajar sus impuestos y continuar en los despidos masivos de miles de trabajadores”.
Todo esto en un contexto en el que Perú supera los cien mil casos y tres mil muertos por Covid-19, lo que lo convierte en el segundo país de América Latina con más contagiadas, algo que pone a su capacidad hospitalaria al borde del colapso de acuerdo a lo que reconoció el Ministerio de Salud.
Los datos preocupan. Así lo revela la Defensoría del Pueblo de Perú que advirtió que “es inminente la imposibilidad de atención” en los hospitales de Lima y El Callao, porque se encuentran bajo una “inmensa presión” por la cantidad de enfermos de coronavirus y la escasez de recursos.
Asimismo alertó que en los centros de salud “faltan equipos de bioseguridad para el personal, camas de cuidados intensivos ventiladores mecánicos, oxígeno, pruebas de descarte” entre otros insumos.
Con este telón de fondo, al dialogar con Nuestra Propuesta, Mendoza recodó que “hoy los trabajadores están en sus casas, no concurren a sus puestos de empleo, el Perú está paralizado y comienza a surgir respuesta entre diferentes sectores de la sociedad, como son los obreros de la construcción, empleados del transporte, de la salud y estatales”.
Asimismo, añadió que desde esos sectores, “se está saliendo a protestar en grupos pequeños” pero, lamentó, “no hay un engranaje unitario o una fuerza mayoritaria que permita hacerle frente al gobierno neoliberal que tenemos en nuestro país”.
Ante esto, el dirigente del PCP recalcó que es preciso “que las fuerzas de izquierda comiencen a repensar la necesidad de una unidad no para la repartija de cargos, sino para hacer la revolución”.
Tras lo que fue claro al hacer hincapié en que “la izquierda necesita salir más unida de esta etapa de pandemia, porque la clase obrera saldrá más empobrecida de esta situación”.
Y señaló que “la misma situación de la proletarización de los sectores medios, es un factor importante a la hora de la construcción de una subjetividad”, tras lo que ejemplificó con el caso del sector pyme “que en su mayoría son emprendimientos familiares que están siendo prácticamente destruidos de raíz”.
América Latina y el Covid -19
También se refirió a los desafíos que enfrenta la izquierda de la región en este contexto. “La izquierda en América Latina está muy atomizada, muy dividida en grupos muy pequeños que no le hacen cosquillas al imperio”, lamentó Mendoza y añadió que “en algunos casos nos miramos como rivales, como enemigos”.
Así las cosas, sin dudarlo sostuvo que “la izquierda debe refundarse, buscar siempre la unidad, pero no para la repartija de puestos, cargos de congresales y ministeriales, sino para desarrollar un proceso revolucionario, para fundar una nueva sociedad como quería Mariategui, sin calco ni copia”.
Así a poco de cumplirse los 90 años de su muerte, el secretario de Organización del PCP recordó a José Carlos Mariátegui. “Fue nuestro intelectual, pero no pertenece solamente al Perú, porque es de toda América Latina” sentenció.
Y recalcó que “contribuyó al análisis a la interpretación marxista de Latinoamérica, como él decía, sin calco ni copia, sino como creación heroica”.
Por lo que, destacó que Mariátegui “está al nivel de Antonio Gramsci y de otros líderes mundiales que han contribuido al desarrollo del marxismo, lo que él llamaba el Socialismo Indoamericano, un socialismo de acuerdo a nuestra particularidades y nuestras raíces históricas”.
Después resaltó que “Mariátegui está vigente en una suerte de agujero negro donde no pasa el tiempo”, ya que “tiene una legítima vigencia en la actualidad, porque representa lo que él llamaba el nuevo hombre”.
Finalmente insistió con que “los marxistas actuales debemos ser continuadores de su obra, aprendiendo de sus interpretaciones y lecciones que han dejado a pesar de su corta edad porque falleció muy joven a los treinta y tres años”.