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Vie, Abr
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El secretario general La Fede, Mauro Haddad, se refirió a la fecha que hoy se conmemora “en la que remarcamos que hay que seguir combatiendo contra los sectores que quieren empobrecer a nuestra sociedad”.

“Otro 24 de marzo, otra jornada de lucha imprescindible”, definió el secretario general La Fede, Mauro Haddad, al referirse a la jornada de hoy que “nos encuentra relacionado a los cien años de la FJC que es una de las organizaciones que combatió en toda la historia al gran capital que protagonizó los golpes de Estado y la dictadura genocida que se inició hace 45 años”.

En este sentido, hizo hincapié en que “es el mismo gran capital que se opone a los avances, quiere que los trabajadores sean precarizados y quiere privatizar las vacunas, invitando a la población a morirse”.

Por lo que fue claro al resaltar que “hay que salir a la lucha abierta contra ese sector, ubicar al enemigo, hacerlo claro y mostrar que se les puede ganar”.

De ahí que este 24 de marzo sea “una jornada en la que remarcamos que hay que seguir combatiendo contra los sectores que quieren empobrecer a nuestra sociedad” y para eso “tenemos que construir con todo el campo popular la organización suficiente para cambiar la historia”.

Por lo que “tenemos la lucha por la vacuna, por condiciones saludables para el retorno a los establecimientos educativos y debemos pelear contra todo aquello que impida el avance popular” y de ahí que “este 24 de marzo volvemos a levantar las banderas de Memoria, Verdad y Justicia y seguimos en lucha por el socialismo”.

En la misma dirección, el responsable universitario la FJC, Ernesto García, señaló que “es un día de memoria y de lucha en el que recordamos a nuestros compañeros detenidos-desaparecidos”, pero también “reivindicamos su lucha, la mayoría eran militantes obreros y estudiantiles”.

Tras lo que recordó que “en nuestro caso tenemos centros de estudiantes enteros conducidos por el Movimiento de Orientación Reformista que fueron detenidos-desaparecidos, particularmente el Centro de Estudiantes de Exactas de la UnLP donde desaparecieron a Chilo Zaragoza”.

Y recalcó: “el movimiento estudiantil fue una de las principales víctimas de la persecución de la dictadura y reivindicamos sus luchas por una educación popular y que colabore a la liberación nacional y social”.