Así definió el juez federal de Esquel Guido Otranto al pedido de extradición que hizo el gobierno de Colombia contra Facundo Molares Schoenfeld. Protesta de organizaciones sociales y de Derechos Humanos.
Tras conocerse la decisión del juez federal de Esquel Guido Otranto de declarar “parcialmente procedente” la solicitud de extradición que hizo el gobierno de Colombia contra Facundo Molares Schoenfeld, organizaciones sociales y de Derechos Humanos interrumpieron el tránsito vehicular en las inmediaciones del penal de Ezeiza donde se encuentra alojado el fotorreportero.
“Una aberración más de la justicia argentina, una aberración más del juez Otranto”, definieron los autoconvocados a esta protesta, tras lo que hicieron hincapié en que “la justicia que no está para el pueblo y sus luchadores, la justicia que criminaliza la protesta, que hace el caldo gordo para las causas que involucran a los grandes y poderosos de siempre, en definitiva la Justicia de los de Arriba acaba de volver a arremeter contra uno de los nuestros, contra uno de los mejores de los nuestros”.
Y, en este sentido, anticiparon que “ahora nos queda la apelación a la Corte Suprema y a continuar con un camino de Lucha y Unidad por nuestros presos por Luchar y por Facundo Molares” ya que, recalcaron “sea como sea, Facundo no se va”.
La decisión del juez federal de Otranto, se vincula a una causa en la que se acusa a Molares Schoenfeld por la supuesta comisión de delitos perpetrados en el contexto de su participación en las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Se trata de una causa abierta por “secuestro extorsivo agravado, homicidio agravado y hurto calificado” en la que la víctima es el concejal Armando Acuña.
Por su parte, la defensa integrada por los abogados Gustavo Franquet y Eduardo Soares, hizo hincapié en que la extradición es “inadmisible” porque “las acusaciones formuladas, inciertas e infundadas, corresponden al período comprendido en los Acuerdos de Paz”.
Este criterio es el mismo de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Asociación Permanente por los Derechos Humanos y otros organismos que emitieron una declaración en tal dirección.
Antes del veredicto, Molares Schoenfeld se dirigió al juez para pedir “un fallo favorable que haga Justicia” y añadió que siempre sintió “la necesidad de luchar por la justicia, un imperativo ético y moral que tienen muchos jóvenes”.
Al respecto dijo que “opté por tomar partido por la lucha por la justicia social y la igualdad de los seres humanos, esa lucha me llevó a tomar decisiones de mucho compromiso. Entre ellas la más importante fue vincularme a una lucha en un país hermano, en la que invertí casi la mitad de mi vida y aprendí mucho”.
Asimismo resaltó que su incorporación a la lucha en Colombia fue política y la reivindica porque “era justa”, al tiempo que instó a “comprometernos por la lucha por una sociedad más justa donde no haya explotadores y explotados”.