Así definió el titular del PC de Córdoba, Federico Nanzer, al crimen de Blas Correa, cuyos responsables escucharán la sentencia el viernes próximo.
“Después de casi treinta jornadas de juicio donde han desfilado testigos y las cúpulas policiales, se probó desde la querella de la familia y la fiscalía que fue un asesinato policial, sin eufemismos”, sostuvo el titular del Partido Comunista de Córdoba, Federico Nanzer, de cara a la definición del juicio por el crimen de Blas Correas, cuya sentencia se va a conocer el próximo viernes.
Como se puede recordar, durante la madrugada del 6 de agosto de 2020 un grupo de cinco amigos volvía en auto después de juntarse en un bar de la capital provincial, cuando oficiales de la Policía de Córdoba que llevaban a cabo un control vehicular les dispararon a mansalva. Una de las balas asesinó por la espalda a Blas Correa y otra hirió a uno de sus acompañantes.
“Fue un asesinato policial, esto es, un crimen ejecutado por una fuerza armada que tiene el monopolio de la utilización de las armas para el control de la seguridad interna”, recalcó Nanzer y añadió que “quedó claro que fue una asesinato en manos de la policía, que no hubo un exceso ni un exabrupto”, ya que durante el juicio “se logró probar que tanto Blas como sus amigos fueron emboscados por la policía, fueron tiroteados a mansalva por policías y que de cómo resultado de esa balacera sólo hubo un muerto, pero pudieron haber sido también los otros amigos de Blas, tal como lo demuestra el estado en que quedó el auto con las cubiertas reventadas y la luneta destruida a balazos”.
Y después de hacer hincapié en que se trató de “un crimen atroz que pudo ser una masacre similar a la Ingeniero Budge”, advirtió que episodios como el que acabó con el crimen de Blas Correa son moneda corriente en Córdoba. “Esto es algo que está latente todos los días a raíz de la maldita policía que lleva a cabo operativos de saturación en barrios populares de Córdoba con la presencia de caballería policial y helicópteros, con excesos y detenciones, represiones y asesinatos por parte de la policía cordobesa”, alertó Nanzer.
Durante el proceso pudo determinarse que los autores de los disparos fueron los cabos Javier Alarcón y Lucas Gómez. Sobre ellos pesa la imputación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por haber sido cometido en abuso de la función policial por lo que la fiscalía y la querella pidieron prisión perpetua.
Por otra parte solicitaron que sean condenados a penas hasta seis años de prisión los policías acusados por el encubrimiento del asesinato: Wanda Esquivel, Sergio Alejandro González, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.