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Vie, Abr
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Género
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Desde la Comisión de Salud se prevé un tratamiento rápido en la Cámara Baja. “Es necesario y urgente aprobar este proyecto”, dijo la responsable Género de la FJC, Rebeca Barberan.

“El campo popular, en su mayoría, sigue militando fuertemente esta demanda y esta necesidad urgente”, recalcó la responsable Género de la FJC, Rebeca Barberan, al referirse al proyecto de ley que prevé la despenalización del aborto que, junto al Programa de los Mil Días, ya trata la Cámara de Diputados a instancias de una iniciativa enviada por el ejecutivo.
En este sentido, ayer el ejecutivo presentó en Diputados su iniciativa de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), por medio de las exposiciones que hicieron la coordinadora del texto del proyecto, Vilma Ibarra, y los ministros Ginés González García y Elizabeth Gómez Alcorta.
“Acá nadie puede promover el aborto”, planteó Ibarra y aclaró que “lejos de ello queremos disminuir la cantidad de abortos” y tras añadir que “ninguna mujer se embaraza para abortar”, recalcó que “nos suceden embarazos no intencionales y nos encontramos en la disyuntiva de avanzar o no con estos embarazos”.
Una de las comisiones que debe analizar la iniciativa es la de Salud. Su presidente, Pablo Yedlin, dijo que espera que el debate por el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo comience “lo antes posible”, tras lo que exhibió su confianza en que la Cámara Baja lo apruebe antes de fin de año.
Asimismo adelantó que se espera agilizar el tratamiento mediante un plenario en comisiones, porque “la idea es dar tiempo para discusión, pero menos de lo que demandó durante 2018”, ya que está disponible el material que se expuso en esa oportunidad.
Después fue claro al hacer hincapié en que “cuando una mujer decide interrumpir un embarazo y es pobre va a la clandestinidad y muchas terminan falleciendo”, por eso “el aborto es un tema de salud pública, no va contra la religión de nadie”. Y aventuró que, en comparación a 2018, “cuando uno ve los diputados, la sensación es que esta renovación ha traído más votos a favor del aborto”.
Pero, de todos modos, el Congreso se convierte en un creciente hervidero de presiones de sectores que pretenden que fracase la iniciativa. Algunas son solapadas y otras públicas.
“No son de sorprender las expresiones de la derecha organizada y los anti derechos que van a poner en acción todo su lobby para frenar este derecho humano”, advirtió Rebeca Barberán y señaló que “obligar a las mujeres a interrumpir el embarazo en condiciones de clandestinidad es similar a la tortura”.
Algo que, según la responsable de Género de la FJC, “es producto de este sistema de opresión que quiere controlar hasta la reproducción de los cuerpos, tiene un carácter que responde a una formación socioconeomica y, por eso, vamos a seguir revindicando de derecho decidir de las personas que tienen capacidad para gestar”.
Y, sin dudarlo, insistió con que “es innegable que es necesario y urgente aprobar este proyecto”, pero alertó que “la lucha no termina con la aprobación”, ya que “hay un desafío que tiene que ver con cómo implementarlo y seguir discutiendo una política de Estado para garantizar otros derechos, que se aboquen a erradicar las violencias en general que sufren las mujeres”.