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Mar, Abr
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Política
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Vecinos del barrio Padre Múgica denunciaron que las viviendas que otorgó el Gobierno de la Ciudad no están en condiciones de ser habitadas.

Inundaciones, cloacas que desbordan, nula ventilación, ventanas y puertas rotas, son algunas de las características de las casas que entregó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a los vecinos del barrio Padre Mugica como parte del convenio de urbanización de la zona.
A las viviendas nuevas del sector YPF, como se conoce a la parte del barrio que empieza frente al lujoso edificio del Ministerio de Educación porteño, ya se mudaron 892 familias.
La promesa de la mudanza, aseguran los vecinos, cargaba con una idea de comodidad, seguridad y un futuro mejor, pero a medida que fueron llegando las ilusiones se transformaron en problemas: locales inundados, cloacas desbordadas y edificios enteros sin agua es el escenario que los recibió.
Pero todavía hay algo más preocupante, porque para poder mudarse, los vecinos se tienen que endeudar en condiciones desventajosas abonando cerca de nueve mil pesos por mes durante alrededor de treinta años y algunos fueron obligados a irse de sus casa bajo amenazas.
Los edificios del sector YPF se alinean en cuatro manzanas de dos columnas. Al acercar la mano a las chapas que recubren las construcciones, el calor aumenta, detrás de la chapa y del material aislante, la pared es de durlock.
“Como los tornillos están por afuera, son fáciles de sacar y la pared es débil, se destruye enseguida. Así intentaron entrar a robar a una casa el otro día”, señaló Silvana Olivera, referente de la Mesa de Urbanización Participativa que es el espacio conformado por los vecinos para monitorear el proceso de urbanización que lleva adelante el Gobierno de la Ciudad.
En este sentido el responsable político del Partido Comunista de Villa 31, Martín Penalva, no dudó en recalcar que “estafaron a la gente” y señaló que en las viviendas “si siquiera se puede colgar una repisa ni un mueble porque las paredes son prácticamente de cartón”.
Asimismo, hizo hincapié en que “la estafa también está en el endeudamiento”, tras lo que enfatizó que “detrás de esto, está la intención de desalojar a la gente, porque en los convenios que ser firman, esas hipotecas se pueden vender en el mercado”.
Tras lo que advirtió que, “si bien hoy el convenio es con el Gobierno de la Ciudad, mañana el mismo puede vender esa hipoteca y que esos créditos queden en manos privadas que tienen el apoyo y la banca para generar un desalojo”.
Así las cosas, Penalva remarcó que “una cosa es tener un crédito con el Instituto de Vivienda y otra es tenerlo con un banco privado, teniendo en cuenta lo apetecible que son esas tierras para negocios inmobiliarios”. Y, para finalizar, reiteró a este hecho es una “estafa” a los vecinos, ya que “hay cosas que ni se deberían pagar, porque es gente que ya construyó su casa”.