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Una historia en la que La Fede abrazó la bandera de colores negro, naranja y blanco. Desde las primeras décadas del siglo 20, cuando rodaba la pelota, los jóvenes comunistas decían presente.

El 26 de Septiembre de 2013, un grupo de militantes de La Fede de Campana generó un antes y un después en el barrio Albizola perteneciente a este municipio bonaerense. Repitiéndose la misma lógica de fundación de clubes comunistas allá por los años 20, este grupo de jóvenes se juntaba a jugar a la pelota y esos lazos se fueron transformando en lo que sería un pilar central para el barrio: la fundación de un Club de futbol como lo es el Albizola FC.
Este club con los colores negro, naranja y blanco, que se encuentra en la Liga Campanense de fútbol, nace de lazos familiares con amigos del barrio donde la gran mayoría son del PC y La Fede. Albizola FC es un club cuya su impronta principal es la militancia desde la vinculación de lo deportivo con lo social.
El mismo tiene tres categorías mayores que juegan la liga, las juveniles y las infantiles. En la Liga Campanense, el campeón tiene un cupo para jugar el Federal C, ya que la misma se encuentra dentro de la Federación Norte de Fútbol que pertenece AFA.
La comisión directiva del Albizola es conducida desde el PC - La Fede en conjunto con gente del barrio de cierta afinidad ideológica. Uno de sus fundadores y militantes de la FJC, Nicolás Urbieta recalcó la importancia de la organización y de la construcción en la diversidad. “Uno siempre construye en la diversidad, aunque no siempre se está de acuerdo, pero es para rescatar que siempre se priorice el bien del club y del barrio, y sobre todo el ayudar a la gente”, señaló.
Existe tal afinidad y compromiso social, que el barrio Albizola se organiza en base al club. Pero no es casualidad la identificación Barrio-Club que se ha generado en estos casi ocho años de vida de la institución, a tal punto, que los juegos de las plazas se pintan con los colores del Albizola, que la gente del barrio alquila colectivos para ir a verlo jugar de visitante, los chicos que juegan en las infantiles para su cumpleaños quieren la torta con los colores del club y que en los días del niño los dibujos realizados por los infantes sean de la propia institución a la que pertenecen.
“El club es un espacio donde los chicos se divierten, muchas veces se refugian, y es su manera de no estar en la calle y sí haciendo deporte”, señaló Urbieta. Por eso, “referenciamos siempre al barrio, refrotamos el tema de las místicas y de los colores” enfatizó.
En este sentido, Urbieta destacó que “fuimos creciendo siempre al lado de los vecinos y hoy en día en lo territorial no hay otra herramienta con mayor alcance”. No es coincidencia, remarcó el militante de La Fede, que “los políticos de la zona para entrar al barrio siempre recaen en el club y se pelean por llevar una pelota o colaborar con algo, porque entendieron el nivel de arrastre territorial que tiene”. Albizola FC es quien está presente ante las dificultades del barrio, algo que también se vio fuertemente en estos tiempos ayudando a los vecinos con ollas populares, viandas y demás cosas que hagan falta, en el marco de la pandemia del Covid-19 que sigue profundizando al crisis capitalista y vulnerando a los más necesitados.
Cabe destacar, que muchas instituciones deportivas han sido fundadas en la misma sintonía que el Albizola, amigos-familiares que se juntan a jugar al futbol y de apoco logran un lugar en alguna liga local. Pero lamentablemente, a veces estas iniciativas no perduran por la falta de institucionalidad y de un proyecto superador. Desde el club campanense, esto fue algo esclarecido desde un principio, ya que Urbieta hizo hinca pie en que “la única forma de mantenerse en el tiempo es la colectivización y lograr más institucionalidad, porque si no solo queda en juntarse a jugar al futbol, algo que a la larga se diluye y los clubes terminan desapareciendo”.
En esta línea, el principal trabajo que desarrolla el club, más allá de las categorías mayores, es con los chicos; para nutrirlos de valores solidarios como el compañerismo, por ejemplo haciendo equipos mixtos de mujeres y hombres desde las categorías infantiles. “Los chicos son los que van a tener que seguir con el club, por eso como directores técnicos insistimos con la solidaridad y el compañerismo”, aseveró. En cuanto al entrenamiento mixto, fue claro cuando dijo que “a esa edad tienen que jugar juntos y entender que ambos tienen las mismas posibilidades”.
Vale mencionar, que Albizola FC es el primer equipo de la ciudad y de la liga con departamento de género y con un protocolo ya establecido que fue lanzado por las camaradas de La Fede, algo que apunta a “fortalecer lo institucional”. De este modo, Urbieta destacó que “ya estamos reconocidos como entidad de bien público y solo nos queda conseguir la personería jurídica”, lo que proyectó como “el broche de oro”.

Del club a la Liga

Así como se cambió la vida de un barrio, el Abizola FC también plantea una liga campanense menos burocrática y al servicio de los clubes. Desde el año 2020, el Albizola consiguió representatividad dentro de la liga por primera vez. El propio Nicolás Urbieta quedó a cargo de la tesorería de la entidad que nuclea los clubes de la zona.
Pero esta representatividad no fue fruto de un día para el otro, ya que la liga campanense siempre fue manejada por los cubes grandes de Campana, es decir, los que están acostumbrados a ser los protagonistas, pelear en los torneos y a ser financiados por sponsors de renombre.
Dese el 2020, Albizola junto con otros clubes armaron una comisión que intenta romper con esta lógica y que empieza a pensar la liga como una institución que colabore con los clubes y no una comisión conformada por “los clubes más grandes que siempre se favorecen entre ellos”, sintetizó Urbieta. Un cambio desde que existe la nueva comisión, es que antes la liga cobraba mantenciones mensuales a los clubes, mientras que ahora dejó de hacerlo y por el contrario, apunta a brindarles ayuda. Además, por primera vez hay un departamento de género en la liga donde participan camaradas de La Fede y del PC.
“Es una tarea pensando en lo colectivo y para romper con el manejo de tres o cuatro instituciones”, remarcó Urbieta. En este sentido, reafirmó que “logramos armar algo sustentable que realmente ayude a los clubes y que sea más igualitario, y que por su puesto, al establishment de la liga no le gustó nada”. A su vez, el militante de La Fede dejó en claro que “había que entrar ahí y ensuciarse”. Por ejemplo, en 2019 cuando Albizola estaba en cuarto lugar en la liga peleando codo a codo con los grandes, desde la conducción se le descontaron puntos por pagar una inscripción unos días más tarde a un torneo que se jugaba por fuera de la propia liga, donde venía siendo protagonista.
Asimismo, desde Albizola se trata de promover una línea de formación dirigencial en la liga y en los clubes a través de los cursos en Género, Derechos Humanos, etc. que brinda del Ministerio de deportes. También, Urbieta hizo hincapié en que “queremos hacer una cancha que sea municipal para que los clubes que no tienen una no se vean en la obligación de alquilar”. En cuanto a lo deportivo, el militante de La Fede aseguró que “hay muy buen equipo para pelar el campeonato”.

Al pulmón de la militancia

El amor al club va de la mano con el amor a la militancia, con todo el esfuerzo que ello conlleva. En Albizola FC, siempre que hay que juntar plata para algún objetivo se lanza una campaña financiera acompañada de una comunicación con propaganda estructurada y cohesiva, improntas que claramente están relacionadas con la militancia.
A su vez, existe una profunda articulación con las herramientas del PC como el MTL y Aula Vereda, donde se conformó una comisión para el Plan FinEs que les está permitiendo a 30 personas del barrio terminar la secundaria con un proyecto que se originó desde en el club y se está llevando a cabo con ayuda de docentes de la zona pertenecientes al PC.
También, los sábados se organiza Aula Vereda para los chicos que durante la semana entrenan y el fin de semana están el club haciendo sus tareas, manualidades y otros trabajos colectivos. “La ayuda de Aula Vereda es fundamental para construir espacios a los que quizá no podemos aportar en términos deportivos, ya que los chicos ahí pintan una bandera para el club, hacen una huerta y grupos de trabajo siempre en lo colectivo para entender a los otros como pares”, destacó el militante de La Fede.
Asimismo, Urbieta no dudó en afirmar que “en estos cien años de historia los comunistas hemos demostrado nuestra capacidad de organización, por eso debemos articular todas las experiencias territoriales para fortalecer a las herramientas del PC y La Fede”.