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Mar, Abr
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Se presentó ante el ministro Basterra una solicitud para que se revierta la autorización del uso de semillas de trigo transgénico en el país. “La lucha por la soberanía alimentaria no es un problema de los campesinos, es un problema del conjunto de la sociedad” dijo Toto Galván al respecto.

Un amplio conjunto de organizaciones campesinas, sociales y políticas del país presentó al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la República Argentina, Luis Basterra, un documento titulado “Con nuestro pan No”, en el que se exige al gobierno que dé marcha atrás con la aprobación del primer trigo transgénico del mundo.
El gobierno nacional autorizó la utilización de semillas de trigo transgénico en octubre, mediante la Resolución 41/2020 de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Ahora, la semilla está lista para su cultivo masivo y las organizaciones campesinas, entre ellas el Movimiento Campesino de Liberación (MCL) apuestan a frenar lo que se considera “un fuerte retroceso para la soberanía alimentaria de nuestro país”. Así lo expresó Toto Galván, dirigente nacional del MCL y Secretario Gremial de la CTA de los Trabajadores de Chaco, quien explicó que “nos oponemos porque todo lo que sea transgénico es modificar nuestra semilla, hacer desaparecer nuestra semilla criolla y eso implica perder soberanía alimentaria”.
La semilla transgénica no viene sola aclaró Galván y manifestó que “implica toda una forma, una lógica de producción y de comercialización que beneficia a las grandes transnacionales y que afecta a la agricultura familiar”. En ese sentido recordó que el proceso de adopción de semillas transgénicas en Argentina está en pleno desarrollo: “ahora es el turno de la semilla de trigo, como en su momento fue la semilla de la soja, y también están modificando la semilla del zapallo, de la sandía, el maíz y el morrón. Todas estas transformaciones no son inocuas, implica también una vía de transferencia tecnológica que no está al alcance de la economía familiar”.
Además, enfatizó que “nos oponemos a todo lo transgénico porque su correlato es la monopolización, que alcanza a los recursos naturales, a la tierra, la producción y la comercialización”.
Respecto al documento que se le presentó a Basterra, el dirigente campesino aseveró que “somos conscientes de que no basta con presentarle un documento al gobierno para contrarrestar el avance del modelo del paquete tecnológico en la agricultura nacional”, y dejó asentado que “es necesario que haya acciones directas por parte de las organizaciones, ya que se trata de una lucha en la que hay incorporar a toda la sociedad. La lucha por la soberanía alimentaria no es un problema de los campesinos, es un problema del conjunto de la sociedad”.
Frente al modelo de la semilla transgénica el MCL propone e impulsa, detalló Galván, “un modo de producción ecológico, que se desarrolla en armonía con el medio ambiente, participativo, en el que los trabajadores de la economía familiar forman parte de la planificación y ejecución del trabajo, y soberano, en tanto apuntamos a recuperar y luego consolidar la soberanía alimentaria del país”. Para avanzar en este sentido, “es necesario democratizar el acceso a la tierra, es necesario que el Inta garantice semillas orgánicas y autóctonas para cada región del país, es prioritario frenar el envenenamiento de la tierra con pesticidas, etc.”.
Por último, el dirigente chaqueño remarcó que “en la actualidad estamos muy desfavorecidos por la correlación de fuerzas, frente al poderío de las grandes empresas transnacionales, que tienen mucha fuerza y llegada sobre el gobierno. Sin embargo, contamos con el amplio apoyo de los trabajadores de la economía familiar, que sufren día a día las consecuencias de un modelo económico que tiende al monopolio y la extranjerización”.