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Mié, Abr
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La jueza Josefina González, hizo detener a dos policías de Corrientes por la muerte de Lautaro Rosé. Ya son nueve los integrantes de esa fuerza los que están imputados en este caso, por la comisión del delito de abandono de persona seguido de muerte.

Sobre el fin de semana, otros dos integrantes de la Policía de Corrientes se sumaron a los nueve que ya están imputados por la comisión del delito de abandono de persona seguido de muerte, perpetrado contra Lautaro Rosé, el joven que el 8 de noviembre murió ahogado en el río Paraná donde buscó refugio de un grupo de uniformados que lo persiguió junto a otros amigos con los que se encontraba en la zona de la costanera. En la capital provincial.

En este contexto, está previsto que mañana miércoles y ante la jueza de Instrucción Josefina González, preste declaración la madre de la víctima, cuyo testimonio va a ser sumado al expediente judicial que se abrió en esta causa. “Quiero que caigan presos, que no tengan la libertad los que me quitaron a mi hijo, porque le arrebataron la vida” recalcó la madre de Lautaro, Juana Sotelo, tras lo que hizo hincapié en que nunca va a dejar de exigir que se haga justicia.

Por su parte, el fiscal de Instrucción que está a cargo de la causa, Gustavo Robineau, resaltó que durante la semana pasada se sumaron evidencias que involucran a los once imputados por los delitos de abandono de persona seguido de muerte, pero también por los de apremios ilegales e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Y, al respecto, destacó que ahora se va a buscar determinar el grado de responsabilidad de cada uno de ellos.

Lautaro fue visto con vida por última vez el lunes 8, cuando estaba junto a un grupo de amigos en la zona de la costanera de la ciudad de Corrientes, en medio de una situación en la que los policías ahora imputados comenzaron a hostigar y a perseguir a los jóvenes disparándoles balas de goma. Dos días después su cuerpo fue hallado en las aguas del Paraná, cerca de los astilleros.

El informe de la autopsia señala que la causa de su muerte fue “asfixia por sumersión”. Lautaro no sabía nadar y, al parecer, pidió socorro pero los policías nunca lo ayudaron a salir del río.

Lautaro era un pibe del barrio Galván, en periferia de la ciudad, que fue descripto por sus vecinos como “muy solidario”, algo que evidenciaba con su participación en un merendero de la zona.

Así las cosas, desde el Partido Comunista de Corrientes, se volvió a exigir que cese la violencia estatal en esa provincia y “justicia por Lautaro” que, recordó, “fue un joven estudiante, trabajador y pobre”.