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Vie, Abr
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Política
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El Estado nacional tiene recursos e instrumentos para implementar que en situaciones de crisis como la actual son fundamentales para proteger a los sectores populares. En ese marco, el gobierno reglamentó la Ley de Góndolas y echa mano a la Ley de Abastecimiento para fijar precios máximos en productos esenciales

En el marco de la emergencia sanitaria que atraviesa el país, ahora en cuarentena obligatoria, y con el propósito de que los ventajeros de siempre no se aprovechen de la situación inédita que se vive, el gobierno nacional promulgó a través del Boletín Oficial la Ley de Góndolas, esto es, reglamentó la normativa sancionada por el congreso en febrero que apunta a que las grandes empresas no copen los supermercados con sus productos y así garantizar la “competencia”.

La norma es aplicación exclusiva para la comercialización de alimentos, bebidas, productos de higiene personal y artículos de limpieza del hogar, justamente los artículos de primera necesidad que en el marco de la emergencia sanitaria se volvieron esenciales y que comenzaron a escasear en algunos comercios en las últimas horas.

Antes de que la Organización Mundial de la Salud declarase la pandemia a nivel mundial por el Covid-19 y que el Estado nacional establezca la emergencia sanitaria, el presidente Alberto Fernández había manifestado en el contexto de la suba de precios, especialmente alimentos, que “no es posible que los precios sigan subiendo, vamos a ser inflexibles”. Ahora, pocas semanas después de esas declaraciones, esa inflexibilidad pasó a ser una prioridad esencial que tiene que apuntar a proteger a los sectores económicos más perjudicados tanto por las políticas económicas del macrismo como por el carácter informal de la economía argentina. Al día de hoy se estima que casi el 40 por ciento de los trabajadores están en condiciones de precariedad, contratados como monotributistas o directamente no registrados.

Por eso, con el propósito de paliar esta situación, el gobierno estableció en las últimas horas una lista de productos “esenciales” y fijó precios máximos a través de la aplicación de la Ley de Abastecimiento. Así, pues, en la mayoría de los casos los precios de los productos considerados esenciales fueron retrotraidos al 6 de marzo. Para hacer efectiva la resolución, se anunció que la Secretaría de Comercio Interior va a tomar el toro por las astas y a realizar controles e inspecciones masivas y diarias en comercios mayoristas, supermercados y de cercanía.

El listado contempla para la región metropolitana productos como alcohol en gel de 250cc a 80 pesos, el aceite de girasol Cocinero de 900cc a 95 pesos y el arroz largo fino 00000 Primor de un 1 kilo a 54 pesos. Los fideos mostachol Cica de 500 gramos a 45 pesos; las galletitas de agua Mediatarde de 110 gramos, a 20 pesos; la harina de maíz Morixe de 500 gramos, a 32 pesos; la harina de trigo 000 Morixe de 1 kilo a 36 pesos y la yerba mate Taragüí de 500 gramos a 130 pesos. También incluye productos como pañales descartables supersec Pampers por 26 unidades a 330 pesos, agua mineralizada sin gas Cellier/Favaloro por 1 litro a 35 pesos, lavandina común Odex por 1 litro a 43 pesos, papel higiénico hoja simple de 3O metros Elite por 4 unidades a 70 pesos, toallas femenina confort normales con alas LadySoft por 8 unidades a 49 pesos y repelente Family Active Off por 165 cc a 145 pesos.

El Estado nacional cuenta ya con algunas normativas que pueden ser efectivas en situaciones de crisis económica o sanitaria, y mucho más cuando se produce una crisis combinada como en las últimas semanas, como la Ley de Abastecimiento y la nueva Ley de Góndolas. Estas leyes son fundamentales paliar inmediatamente la situación de los sectores populares ya que tal como como afirmó el Secretario General del PCA, Víctor Kot, en su cuenta de Twitter, “urge profundizar la llegada de recursos básicos a los sectores más postergados”.