Política
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Tras la victoria de Luis Arce y David Choquehuanca este domingo en Bolivia, en Nuestra Propuesta dialogamos con Kiara San Pablo, militante del Frente Revolucionario Comuna (Frec), parte del MAS.

La cadena Unitel fue de las primeras en publicar el conteo rápido que daba a Luis Arce un triunfo con el 52 por ciento de los votos, lo que significaba una victoria en primera vuelta y el regreso del MAS al gobierno en Bolivia. Minutos más tarde, la golpista Jeanine Añez reconoció la derrota.

El pueblo boliviano colocó en las urnas su resistencia a los embates racistas que perpetraron la masacre de Senkata y Sacaba. La voluntad de la mayoría ratificó que aquello que la OEA de Luis Almagro marcó como fraude en 2019, no era otra cosa que la continuidad del MAS al frente del país. Tras los comicios, hablamos con Kiara San Pablo, integrante del Frec.

 

 

-El triunfo del domingo fue tan abultado que hasta la propia Jeanine Añez lo reconoció en Twitter, ¿qué sensaciones tuvieron desde el MAS al saber los resultados?

 

No esperábamos ese resultado, porque hasta en las encuestas más serias se nos daba diez puntos de diferencia, no era una diferencia como la que se tuvo. Hay que recordar que el año pasado, en las elecciones que la OEA declaró “fraudulentas”, Evo Morales ganó con un margen menos abultado. Desde el MAS teníamos la preocupación de que Luis Arce como candidato sería menos reconocido que Evo, por eso no nos esperábamos un resultado tan alto. Si esperábamos ganar, pero la segunda vuelta nos parecía una clara posibilidad. Lo que pasó el domingo fue un fenómeno que creo que ni la derecha ni la izquierda boliviana pudieron prevenir. La derecha quiso anular mesas y hablar de fraude, pero habiendo un margen tan grande, quien da el primer resultado es una empresa que favorece a la derecha.

 

-Sabiendo que, más allá de la victoria, en frente sigue estando un gobierno de facto, ¿cómo visualizan la vuelta al gobierno?

 

Primero que nada estamos velando para que el resultado se respete y no haya una manipulación. No hay que olvidar que no son oficiales, son de conteos rápidos, por eso no podemos llegar a saber nosotros -sabiendo que estamos en dictadura- que modifiquen los datos para lograr una segunda vuelta. No obstante, eso se hace difícil ya que la diferencia fue muy grande, pero de la dictadura fascista puede esperarse lo peor: seguimos pidiendo a la comunidad internacional y los veedores que no pierdan de vista todo el desarrollo del conteo. Quisiera destacar que si no fuera por la movilización social, sobre todo campesina y obrera, ni siquiera hubiéramos conseguido una fecha de elecciones ante las constantes trabas que Añez ponía de la mano del TSE.

 

-En ese sentido, otro de los interrogantes es qué rol van a tener la Policía y las Fuerzas Armadas si efectivamente Luis Arce asume…

 

Es algo que nos hemos planteado hace poco, la verdad es que en todo este camino fuimos paso a paso. Ya estamos viendo qué hacer con la Policía, el Ejército, sobre todo con las cabecillas que apoyaron el Golpe que están identificadas y han sido pagadas. El discurso de Arce es primeramente recuperar la economía, que es la gran preocupación de los bolivianos, que tuvo una caída este año. También lo sanitario, que es otra prioridad. Sin embargo, en el MAS seguimos teniendo mayoría en el parlamento en lo que Añez y las actuales autoridades no pueden salir por tres meses, por lo que debemos iniciar investigaciones correspondientes por la corrupción y las masacres de Senkata y Sacaba.

 

-¿Cómo analizan la gestión de Añez al frente de Bolivia durante el gobierno de facto?

 

Se han tomado decisiones económicas que han resultado bastante perjudiciales. Ella entró con la promesa de liberar las exportaciones para los empresarios privados y de inmediato se endeudó con el Fondo Monetario Internacional en 324 millones de dólares sin pasar por el parlamento. Se destinó un montón de dinero a la Policía y las Fuerzas Armadas en un contexto donde a nivel mundial se prioriza el dinero para la gestión de la salud en el marco de la pandemia. Añez no manejó la crisis sanitaria y por ende lo económico se agravó aún más: solo se dio un bono muy reducido para los jóvenes. Ahora le toca a Luis Arce entrar a un país en el que hay una demanda económica, sanitaria y un abandono de las pequeñas empresas.

 

-¿Qué se hace con esos 324 millones de dólares que Añez recibió del FMI?

 

Muchas corrientes hablan de no reconocer la deuda, pero hemos visto en el caso de Argentina que es muy difícil hacer eso, aunque es una opción. Otra sería la renegociación, pero más allá de eso la deuda va a traer un golpe fuerte a nuestra economía por la poca movida del mercado interno. Se está hablando del impuesto a las grandes fortunas, algo que tiene respaldo en la población y sería una gran ayuda en materia económica.

 

-En Chile el domingo se vota un plebiscito que nació en las movilizaciones del año pasado, en diciembre Venezuela va a unas elecciones muy tensionadas por toda la región, en ese contexto, ¿qué tan importante es esta victoria del MAS?

 

Para nosotros había un tiempo de oro en el que teníamos una latinoamérica que progresaba, con el Alba, en el Bolivia siempre ha sido muy participativa. En esa época nuestra economía creció y logramos muchos derechos, algo que no podríamos hacer por esa integración regional. Empezamos a ver con preocupación la llegada de Macri a Argentina, Lenin Moreno en Ecuador y ahí es que se da el Golpe de 2019. Eso no fue casualidad, si hubiéramos tenido una región fuerte no hubiera sido tan fácil, por eso es necesario unirnos a nivel regional. Vale destacar que en gran parte gracias a Argentina y México hoy Bolivia logró el triunfo que logró, sino salimos juntos, no salimos.