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Jue, Abr
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Política
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¿Los reyes del desfinanciamiento educativo preocupados por la educación? ¿Por qué una reacción desproporcionada a una medida sanitaria que, en la práctica, sólo implica una semana de regreso a la virutalidad en el dictado de clases?

Después de que el viernes el gobierno de la Ciudad pidiera la intervención de la Corte, ayer domingo la Cámara de Apelaciones de la Ciudad que integran Marcelo López Alfonsín, Nieves Macchiavelli y Laura Perugini, hizo lugar al amparo presentado por dos ONG’s ligadas al macrismo y falló a favor de que haya clases presenciales. Antes rechazó el pedido de recusación de Macchiavelli, que se hizo porque es hermana del secretario de Ambiente.
Ante esto los principales gremios docentes, UTE y Ademys, anticiparon que hoy seguirían con el dictado de clases virtuales. Fue ayer el mismo día en que se supo que otro maestro que estaba dando clases en la Ciudad, Marcelo Becker, había fallecido por Coronavirus.
Si se busca despejar un poco la hojarasca, el detonante formal de esta situación aparece en la oposición a la postura expresada por el DNU, que plantea que es preciso ampliar hasta fin de mes algunas restricciones, para poder bajar la circulación comunitaria del virus que se catapultó en la zona Amba y que, a diferencia de la Ola anterior, esta vez también afecta considerablemente a chicos y adolescentes.
El paréntesis para la presencialidad, se justifica porque con el dictado de clases en las aulas, cuatro de cada diez personas que viven en esta zona deben curcular y utilizar transporte público.
Ante esto Horacio Rodríguez Larreta asevera que el problema no es la presencialidad, sino las aglomeraciones que se producen en las puertas, algo que desde su perspectiva sería solucionable, pero que paradójicamente, no logró resolver durante los dos meses de presencialidad que lleva la jurisdicción que gobierna.
Como se ve los argumentos formales lejos están de poder explicar todo lo que pasó desde que el miércoles se hizo público el DNU. Sobre todo si se recuerda que hace cuatro meses, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, explicaba el criterio de la gestión que comparte con Rodríguez Larreta. “La regla es la presencialidad y si tenés pico de casos, como en Europa, podés cerrar quince días, podés cerrar treinta días”.
Y al mes siguiente, cuando comenzó el dictado de clases presenciales en la Ciudad, insistía con que “si viene la segunda ola, ahí tendremos que tomar una interrupción de quince días, diez días, lo que la autoridad sanitaria defina como ha hecho todo el resto del planeta”. Al parecer la Ciudad se mudó a otro planeta.
En este punto vale recordar que la presencialidad con que comenzó el ciclo lectivo, prevé que los alumnos concurran a las escuelas sólo la mitad de días y durante horarios reducidos. Así, el paréntesis previsto, en horas de clase presenciales concretas significa menos de una semana. Y que las clases virtuales siguen. 
Este es un dato que ayuda a poner en verdadera dimensión de qué va todo esto que se construyó a partir del anuncio del miércoles.
Lo cierto es que mientras el “ala moderada” confía en que su friendly justice haga lo suyo, el ala gurka cacerolea, moviliza violando todas las conductas de seguridad sanitaria que puede y busca a su Jake Angeli ante la Quinta Presidencial.
Significativamente, parte de banda que intentó forzar las rejas de acceso al patio que se ubica en la entrada de La Rosada, fue reprimida por efectivos de la Policía de Ciudad. Los que hicieron lo propio ante la Quinta, tuvieron mejor suerte y aunque escupieron a los agentes federales que flanqueaban la entrada, no fueron reprimidos.
En este punto vale recordar que lo dispuesto por el DNU, sintoniza con decisiones que se tomaron y se toman en otros países de esos que suelen poner como ejemplo quienes, desde los conglomerados massmediáticos dominante, orientaron estas acciones (Ver Nadie mea contra el viento).
Este episodio deja claro que las diferencias existentes entre las facciones que coexisten hacia adentro del bloque que tiene su representación política en JxC, pasan sólo por matices. Pero la existencia de ese bloque de representación, al menos hoy aquí, es un dato insoslayable para que funcione el esquema de representación política delimitado por la institucionalidad del Estado Liberal Burgués.
Esto es clave para comprender el por qué de la búsqueda constante que hace el ejecutivo, para consensuar medidas de gestión. Y que, para ello, elija interlocutores que tienen responsabilidad de gobierno y con los que, por lo menos se puede sentar sin que lo escupan.
Pero para que esto funcione, quien tiene más responsabilidad de gobierno, es quien debe elegir siempre en qué cancha se juega. Parece que esta vez, Alberto Fernández cayó en la trampa, mordió el anzuelo y salió jugar de visitante un partido en el que tenía que ser local. Y como el Viejo Vizcacha, Larreta eligió escupir el asado.
 
Herodes
 
Durante los últimos días los conglomerados massmediáticos se encargaron de construir el clima de catástrofe: pibes guionados expuestos impúdicamente para construir un relato en el que Fernández acaba homologado con el Herodes de la Matanza de los Santos Inocentes.
Tanta sobreactuación contrasta con la actitud complaciente de esos mismos conglomerados, ante la degradación del sistema universal, público y gratuito de Educación, perpetrada por los gobernantes PRO.
Sólo durante los últimos dos años, Rodríguez Larreta recortó en un 78 por ciento los fondos destinados a infraestructura educativa, mientras que este año y en plena pandemia, le sacó 371 millones de pesos el Plan Sarmiento que es el que debe proveer dispositivos tecnológicos a los estudiantes. Ese dinero fue transferido a la Dirección de Educación de Gestión Privada, algo que probablemente explique el motivo por el que desde colegios privados se convocó a movilizar el sábado hacia el Obelisco.
Por su parte María Eugenia Vidal dejó al territorio bonaerense con menos escuelas de las que había cuando se convirtió en gobernadora y, coherente con esa mirada, aseveró que era inútil construir universidades en el conurbano. Y Mauricio Macri contrajo en un treinta por ciento la inversión real para Educación por estudiante.
Estos tres ejemplos permiten pensar que está medio flojo de papeles el argumento que intenta poner a los caudillos de JxC como adalides de la Educación. Y ese hecho deja claro que ese espacio decidió utilizar, abiertamente, a la pandemia como herramienta de presión política para un año electoral.
¿Pero será qué es sólo esto lo que hay detrás de este pustch que hizo eclosión la semana pasada? ¿Acaso puede interpretarse que una reacción tan desmesurada responde, apenas, al intento de Rodríguez Larreta de despegarse del Gobierno, en un año de elecciones y con Patricia Bullrich moriéndole los talones?
Sobre esto hay un dato que es interesante. Durante la segunda mitad de 2020, el PRO encargó encuestas para medir potenciales candidatos en la Ciudad, entre ellos, a Fernán Quiroz. Ese relevamiento ratificó la poca aceptación que la postura racional expresada por el ministro de Salud ante la pandemia, tiene entre el público macrista, algo que se hace extensivo a “un Rodríguez Larreta corrido hacia el centro”, tal como era la pregunta que se hizo a los encuestados. Ayer se registraron en la Ciudad más de tres mil casos positivos y al parecer, la curva todavía sigue sin amesetarse.