Política
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La derecha acecha y aprieta, la embajada de EE.UU. mete la cola y el FdeT precisa institucionalizarse como coalición. Del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre a la gira europea y el delgado equilibrio entre la macro y la microeconomía ¿Es posible que los productores/trabajadores participen en la generación de la riqueza social, su distribución y comercialización?

Una vez más y sin sonrojarse, la Corte exhibió que el Poder Judicial es el principal pilar del carácter de clase que tiene la institucionalidad del Estado Liberal Burgués. El fallo fue anticipado por el dictamen del procurador interino, Eduardo Casal, pero también por las bocas de expendio de los dos principales conglomerados massmediáticos que lo dieron a conocer, en detalle, un día antes de que se emitiera oficialmente.
La contundencia de esa falta de pudor, es sólo comparable con la pobreza de los argumentos elegidos. Para decidir sobre una cuestión sanitaria que, a fin de cuentas, puede determinar sobre la vida de muchas personas, este tribunal ni siquiera pidió la opinión de peritos idóneos. Y sólo se limitó a decir que el ejecutivo nacional, no demostró que el dictado de clases presenciales puede propiciar la propalación del Covid-19: esto es, abogados que sin chistar hacen un planteo epidemiológico y sanitario que afecta a quienes viven en la Ciudad y en la zona Amba, esto es a alrededor de quince millones de personas.
Aquí vale citar que el Poder Judicial que presiden, tiene sus oficinas cerradas a la atención presencial, como consecuencia de la pandemia. Y que los supremos deliberaron y emitieron su fallo por zoom, dicen que los docentes deben dar clases presenciales.
Lo hecho por la Corte lejos está de poder sorprender y forma parte de un pustch que busca, de mínima, horadar al gobierno nacional. Esto es preocupante si se tiene en cuenta que este tribunal tiene capacidad de definir sobre temas medulares entre los que figura el recurso presentado por la Jefatura de Gobierno, a raíz de la coparticipación de la Ciudad.
Para la Corte la movilidad de personas entre las 41 jurisdicciones de zona Amba no existe, algo que queda desmentido cuando se ve qué pasa hacia adentro de Juntos por el Cambio (JxC). Es que en un año de elecciones parlamentarias, del lado de Horacio Rodríguez Larreta ya trabajan en la tarea de instalar postulaciones que apuntalen su candidatura para 2023.
Apasionados como son por las encuestas, miden a María Eugenia Vidal para su vuelta a la Ciudad, esta vez como candidata a jefa de Gobierno y piensan en Diego Santilli como gobernador bonaerense.
Con todo este telón de fondo, tuvo lugar la visita de la encargada de Negocios de la Embajada de EE.UU., Mary Kay Carlson, a Rodríguez Larreta. Está claro que funcionarios de esa delegación tienen habituales encuentros, casi siempre reservados, con actores políticos, sobre todo del bloque de JxC. Pero es significativo el hecho de que esta reunión se haya realizado -y publicitado- precisamente en la semana en la que la Corte le aportó un grado superior de tensión a la relación existente entre los gobiernos nacional y de la Ciudad.
Al hacerse cargo de esa embajada, el ex juez y fiscal, Edward Prado, anticipó que su propósito era “ayudar” a que Argentina “mejorar” su Poder Judicial y, desde entonces, nunca dejó de lado este discurso que, entre otras cosas, es un elemento germinal del lafware.
Queda claro a qué se refiere Prado y también que, por más cambios que haya en la Casa Blanca, la mirada de EE.UU. hacia nuestra región jamás varía.
Por eso a nadie puede sorprender que esa embajada bendiga, abiertamente, al bloque que promete devolver a Argentina al Grupo de Lima y a una sumisión perruna a los designios de Washington. Más aún, en un momento en el que de la mano de Joe Biden, EE.UU. se embarca en una escalada de agresión global contra las posiciones geopolítcas, geoeconómicas y geoestratégicas que vienen consolidando Rusia y, sobre todo, la República Popular China.
En este contexto, en Uspallata 3150, se esperanzan con que una gestión de Carlson, permita que la Ciudad compre vacunas del lote de sesenta millones de dosis de AstraZeneca que hace diez días prometió repartir entre otros países. Se trata de vacunas que pese a la alarmante escasez, EE.UU. retiene desde hace meses en un almacén ubicado en West Chester, Ohio.
Aunque esta vacuna se suministra en más de cien países, la Food and Drug Administration de EE.UU. (FDA), retrasó su aprobación y esto fue la excusa para retener esas dosis que hubieran salvado vidas.
Entre las vacunas secuestradas por EE.UU., figuran las 22,4 millones de dosis cuyo principio activo se elaboró en el laboratorio mAbxience, de la localidad bonaerense de Pilar. Debían ser envasadas en México, pero un problema logístico provocado la FDA, hizo que esos principios activos fueran a parar a EE.UU. donde siguen secuestrados. La entrega debió hacerse entre marzo y abril.
¿Pero quiénes ganaron con todo esto? La salida de un jugador de peso como AstraZeneca dejó un campo orégano para Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson que se quedaron con la parte del león del mercado de vacunas de EE.UU., Canadá y Europa (Ver Temporada de caza en el zoo).
Estos son los goodfellas que, de la mano de Carlson y Rodríguez Larreta, se proponen meter a la vacuna en la campaña electoral. Y como para probar una muestra, ayer Mauricio Macri recibió una dosis de J&J ¡Sí, es el mismo Mauricio Macri que anteayer dijo que no lo iba a hacer “hasta que el último argentino de riesgo esté vacunado”.
Mientras, ayer falleció por Covid-19, Elena del Hoyo, quien era enfermera del Hospital de Niños Pedro de Elizalde. Tenía 54 años y pese a desempeñarse en la zona de riesgo del sistema de Salud de la Ciudad, nunca recibió la vacuna.

Acto ¿y después?

La participación de los máximos referentes del Frente de Todos en el acto realizado el miércoles pasado en Ensenada, fue un mensaje fuerte hacia fuera y adentro de los límites de la coalición que esta semana vivió todavía algunos coletazos de la controversia entre Federico Basualdo y Martín Guzmán.
Por si a alguien le quedaban dudas, lo de la Corte dejó claro que el bloque de poder que tuvo que dejar el Gobierno en diciembre de 2019, está dispuesto a todo, aunque esto pueda significar jugar peligrosamente con la posibilidad de avanzar en ciertos niveles de ruptura institucional.
Es verdad que el FdeT es una coalición que se hizo en muy poco tiempo y más a partir de la necesidad de evitar que con cuatro años más en La Rosada JxC acabe por romper todo, que en base coincidencias sustentadas en un programa fuerte. Y encima a los tres meses de asumir, irrumpió la pandemia.
Pero no es menos cierto que es preciso evitar los errores no forzados. Situaciones como la que hizo eclosión con los dichos de Basualdo y Guzmán, engordan a la derecha y son pasto para los conglomerados de la massmedia y los mercachifles que hacen fila para castigar al gobierno y a lo que representa. Por eso, hay que volver a reiterar que es preciso que el FdeT, construya su propia mesa política que sirva de soporte a las decisiones de gestión.
Y esto es así, porque la unidad en la acción que representa el FdeT es clave para construir una calidad de gestión que sea capaz de avanzar más allá de los bordes del propio espacio, en términos de acumulación de poder y de construcción de volumen político.
Esto es absolutamente preciso para transitar virtuosamente dos ejes que son fundamentales para los próximos meses: la consolidación de la gestión de la pandemia con un salto cuantitativo en el nivel de vacunación y el frente a económico a partir de la consolidación de los logros macro que se obtuvieron hasta ahora, pero asimismo mediante la recuperación de la producción manufacturera, la del salario y el poder adquisitivo.
De esto van los anuncios que Alberto Fernández hizo el viernes en el contexto del Consejo Federal Argentina Contra el Hambre (Ver Cuestión de alimentar) y la gira que, ahora mismo, realiza por Portugal, España, Francia, Italia y el Estado Vaticano.
“Venimos a ratificar nuestros acuerdos con Europa para que nos acompañen en el desarrollo argentino”, dijo ayer Fernández desde Lisboa. Pero para desarrollar, antes precisa acomodar dos aspectos que son clave para comenzar a resolver el problema que significa la restricción externa.
Por eso la gira se focaliza en la tarea de conseguir apoyo político para las negociaciones que el ejecutivo lleva adelante con el FMI y el Club de Paris, con el que espera poder acordar una prórroga respecto al vencimiento de 2.400 millones de dólares (Ver No es personal, sólo son negocios).
De ahí las expectativas existentes sobre una posible reunión con Kristalina Georgieva, quien va a coincidir con Guzmán en un seminario organizado en la Santa Sede, en el que el ministro será orador. Todavía nada fue confirmado, pero todos confían en que Francisco lo haga posible.
Es la segunda gira europea que realiza el titular de Economía en menos de un mes. Y no es cuento que, esta vez, el periplo comience por Portugal. Hace pocos años, este país ocupó las primeras planas de los principales diarios del mundo por el “Milagro Portugués”, que fue como se dio en llamar al proceso que a contrapelo de las recomendaciones que hacía el Fondo, consiguió encaminar una economía que aparecía bastante desquiciada después de cuatro años de ajuste neoliberal.
Lo hizo a partir de la construcción de una coalición política que integraban sectores que, a priori, se presentaban como irreconciliables y por medio de un abordaje bastante pragmático que hizo hincapié en el consumo pero que también ajustó.
En La Rosada suelen coincidir a la hora de hablar maravillas de aquel proceso, pero no tanto cuando se les pregunta si la clave del éxito del gobierno del premier Antonio Costa estuvo en expandir la economía antes o después del ajuste.

Consejo

Lo anunciado en el Consejo es un paquete que sigue apostando al consenso público-privado, para acordar medidas que puedan paliar el efecto de la puja distributiva, que se genera a partir de la voracidad para maximizar su tasa de rentabilidad, que muestran los escasos integrantes de la cadena de producción y distribución de alimentos, en un contexto de excelentes precios internacionales para granos y carnes (Ver La Rosada busca su sintonía fina).
Desde ese costado, se trata de un paquete demasiado optimista si se tiene en cuenta lo escaso del cumplimiento que, hasta ahora, tuvieron esos mismos actores respecto a acuerdos anteriores como los vinculados a abastecimiento y precios. Y también es moderado. Otra vez el ejecutivo mostró las cartas que tiene para aplicar más regulaciones, pero por ahora volvió a guardarlas.
De todos modos los anuncios tienen un lado bastante virtuoso, ya que contemplan una importante inyección de dinero en los bolsillos de muchos de los sectores más empobrecidos que rápidamente debe trasladarse al consumo, sobre todo, de productos de la canasta básica y en comercios de proximidad.
Otro punto más que interesante, es el espaldarazo que en su mensaje, Fernández le dio al papel que juega la economía popular en contraposición a la alusión que hizo a “los sectores más pudientes”, a quienes reclamó que hagan un mayor aporte en la crisis.
Es un guante que deberían recoger los movimientos sociales que son actor central de economía popular. Porque es preciso que este nuevo esfuerzo estatal que directa e indirectamente subvenciona al sector privado, comience a correr su eje, al menos un poco, para que sean los verdaderos protagonistas de esta historia, quienes administren esos recursos, para que puedan reproducirse como bien social y no como ocurre hasta ahora, que acaban siendo objeto de un pasamano que engorda a sectores de los más concentrados y cartelizados de la economía.
Si se le hace caso a los dichos presidenciales, las condiciones estarían habilitadas. Y será cuestión de aprovecharlas para trabajar en iniciativas que pongan a los propios actores de la economía popular en el centro de un esquema alternativo capaz de avanzar –a la escala posible- en la producción y circulación de productos de la canasta, así como en su realización, pero en algo muy diferente al mercado (Ver Se viene la pospandemia ¿y si vamos por otro tipo de normalidad?).
Para esto también debería servir la institucionalización del FdeT a partir de una mesa política y sus diferentes estamentos, construidos con un criterio federal y horizontal, que fortalezca los vasos comunicantes con el principal sujeto social que se propone tener esta coalición, que no es otro que aquel que fue profundamente agredido por los cuatro años de Gobierno Cambiemos.
Porque esto de la puja distributiva, lamentablemente, no se va a terminar, ya que no es otra cosa que un capítulo de la lucha de clases, de ahí que mientras haya recursos, va a haber clases que tengan ideas diferentes acerca de qué hay que hacer con esa torta.
Por eso la contradicción fundamental sigue siendo la existente entre el trabajo y el capital, pero la mirada estratégica no debe enceguecer porque eso obnubilaría la posibilidad de construir táctica adecuada y, sobre todo, la de actuar sobre la coyuntura.
Porque la cosa es ver quién gana en esta puja y, en el día a día, para cuatro de cada diez personas que viven en Argentina, eso representa comer o dejar de hacerlo.
Por eso es preciso aprovechar cada hendija que deja la institucionalidad del ELB, para construir herramientas virtuosas que permitan construir riqueza, a la escala posible, que es lo mismo que decir poner el capital en función social, lo que podría permitir que cada vez sean menos los que tengan que preocuparse por comer.
Y, a su vez, propicie la transformación de ese excedente, de esa riqueza social, en proyectos que permitan ampliar las fronteras asociativas, cooperativas y autogestionarias construidas entre trabajadores libres.
Sin dudas esto está entre los mejores aportes que como comunistas y desde un carácter identitario de clase, podemos hacer a la fortaleza del de esta coalición policlasista que es el FdeT.