Política
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La investigación por el femicidio de la dirigente de la FJC y del movimiento feminista, asesinada hace un año en San Jorge, Santa Fe, es un claro ejemplo en el que se conjugan el sesgo clasista y patriarcal del poder Judicial con la inoperancia de una corporación que no puede llevar a cabo una pesquisa que logre dar con un femicida en una localidad de 28 mil habitantes.

A un año del brutal femicidio de Florencia Gómez Pouillastrou, ocurrido el 12 de octubre en la localidad santafesina de San Jorge -a 200 kilómetros de Rosario-, familiares, vecinos y amigos, como así también sus camaradas de todo el país, la recordaron con la alegría y el compromiso que la caracterizaba.

Pero también exigieron al Poder Judicial que avance con la investigación que se encuentra paralizada. Uno de los responsables de que todavía haya un femicida suelto en San Jorge es el fiscal de la causa, Omar De Pedro, quien se niega a aceptar la incorporación del Partido Comunista como querellante en la investigación y que no amplía las líneas de la pesquisa judicial, pese a no haber obtenido resultados con las hipótesis abiertas por la Fiscalía, todas ellas enfocadas al “círculo íntimo” de la víctima.

Florencia Gómez era militante de la Federación Juvenil Comunista, dirigente feminista y abolicionista. Desempeñó una labor político-social destacada en San Jorge, localidad en la que desplegó una intensa agenda feminista vinculada a las problemáticas de las maternidades y las infancias libres, por lo que se  convirtió rápidamente en una referente del feminismo santafesino. Su experiencia en este terreno fue un abono que todavía resulta inagotable. Integró la Comisión de Géneros del Secretariado Nacional de la FJC y todos sus compañeros y compañeras de militancia coinciden en señalar que era un verdadero cuadro político de la organización, con referencia en el movimiento de masas y con una clara convicción político-ideológica.

En ese sentido Rebeca Barberán, responsable nacional de Géneros de la FJC, enfatizó que Florencia era “una referente para toda la juventud del Partido Comunista” y añadió que “todos y todas la recordamos como una camarada con una capacidad de trabajo muy grande”.

 

La justicia que no busca justicia

 

La investigación por el femicidio de Florencia es un claro ejemplo en el que se conjugan el sesgo clasista y patriarcal del Poder Judicial, con la inoperancia de una corporación que no puede llevar a cabo una pesquisa que logre dar con una línea de investigación más o menos sólida a un año del crimen.

En ese sentido Barberán remarcó que Florencia, “además de mujer, era militante y dirigenta política, era una referente de los comunistas y del pueblo de San Jorge y de la provincia de Santa Fe”, por lo tanto, “su asesinato no solamente posee el carácter político que tiene todo femicidio y travesticidio en una sociedad patriarcal y capitalista como la nuestra”, sino que además “conlleva el agravante de haber sido cometido contra una referente del feminismo y el movimiento popular”.

Por eso mismo, “entendemos que el femicidio de Florencia comprende también un mensaje aleccionador para el feminismo, que es reforzado por la actitud del Poder Judicial que niega al PC el derecho a ser querellante en la causa y que, a un año de su asesinato, no informa a la sociedad sobre las líneas de investigación, creemos nosotros, porque no las tienen”.

El PC y La Fede asumieron desde el inicio, la tarea de impulsar la causa judicial con el propósito de encontrar, en el marco de la justicia burguesa, aquellas respuestas que la sociedad, la familia y los compañeros de Florencia necesitan.

Al respecto, la responsable de Géneros de La Fede, resaltó que “la reparación que buscamos, no es solo una sentencia judicial” y fue clara al resaltar que “la juventud comunista exclama que la única reparación que puede hacer justicia a la vida y a la militancia de Flor, es la construcción del mundo por el que ella luchó”.

Se trata, explicó Barberán, “de diferentes formas de justicia” y remarcó que, “lógicamente todas las implicancias del juicio por su femicidio son más que importantes, porque consideramos que se trata de una instancia fundamental para avanzar hacia el mundo que ella proyectaba para toda la sociedad”.

En este contexto, una de las primeras acciones realizadas por el PC consistió en presentar una solicitud para integrarse a la investigación judicial como querellante, pedido que fue desestimado sin fundamentos sólidos, lo que deja entrever que detrás de la decisión se esconde la voluntad política expresa de negarle al Partido el derecho a formar parte de la investigación por el femicidio de un miembro de su organización.

Después de ese rechazo por parte de la Fiscalía y el Tribunal, el PC presentó rápidamente una apelación que fue aceptada. Sin embargo, “en este punto la causa continúa estancada porque la justicia se niega a convocar a una audiencia que permita avanzar con la incorporación del PC al expediente”.

Respecto al trabajo del Poder Judicial, Barberán no dudó en aseverar que “la Fiscalía se concentró más en evitar que el Partido Comunista se incorporara a la investigación, que en dar pasos concretos con la investigación”.

Así es como todavía no hubo avances concretos en la pesquisa. “No hay una línea clara de investigación que sea comunicada a la sociedad, se realizaron 31 extracciones de sangre para obtener pruebas de ADN, sin resultados positivos que orientan la investigación, y se dispuso una recompensa de un millón de pesos para quien o quienes aporten información que permita resolver el caso, en una clara muestra de que la fiscalía no tiene hipótesis o línea de investigación precisas”, detalló la dirigente y añadió que “todo ello con el agravante de sostener una política basada en impedir que el PC acceda a la causa”.

Resulta llamativo que en una causa que se circunscribe a la localidad de San Jorge, que tiene apenas 28 mil habitantes y en la que se tomaron más de cien testimonios y 31 pruebas de ADN, todavía la justicia no haya podido orientar la investigación.

Para Barberán “resulta inadmisible que la fiscalía no avance en líneas que indaguen más allá de los vínculos personales de Florencia”. Más bien, “el desarrollo de la causa reclama que se aborden nuevas hipótesis, especialmente aquellas relacionadas con las motivaciones políticas que podrían estar detrás de su brutal femicidio”.

En ese sentido, hizo hincapié en que “Florencia era una militante política reconocida en San Jorge, seguramente su actividad pudo haber incomodado a muchas personas, mucho más en el contexto del recrudecimiento de la violencia patriarcal, que debe ser interpretada como una reacción frente al avance del feminismo en todo el país”.

Por eso mismo, la dirigente subrayó que “vamos a seguir insistiendo en nuestra presentación para formar parte de la querella porque entendemos que en esta época de oscurantismo, antiderechos y tanto odio, una mujer madre, trabajadora, con inquietudes por una vida digna para toda la gente, con aspiraciones políticas también, por supuesto, es un enemigo de grandes poderosos”.

Y concluyó: “la lucha por el esclarecimiento del femicidio de Florencia es una lucha de su familia, es una lucha del Partido, es una lucha del movimiento feminista y especialmente es una lucha que tiene que interpelar a toda la sociedad”.