El titular del PC de Rosario, Champa Galiotti, denunció las relaciones entre el narco y el poder económico de la ciudad. Lo hizo después de que unos cazadores encontraran casi 200 kilos de cocaína en campos cercanos a Villa Constitución.
Una noticia reciente de la última semana, difundida en los medios de comunicación como un hecho "insólito" que daría cuenta del crecimiento del narcotráfico en Santa Fe, en realidad desnuda la punta de un ovillo del que, si se tira, quedaría a la vista la relación del poder económico con el comercio de drogas en la provincia. "Llueve cocaína" titularon algunos medios. La noticia era que en la zona rural de la pequeña localidad de Juan Bernabé Molina unos cazadores habían encontrado entre los campos casi 200 kilos de cocaína.
Al respecto, Champa Galiotti, titular del Partido Comunista de Rosario, dijo que "la burguesía y los sectores de poder permanente relacionados con el comercio en el puerto han estado históricamente ligados al delito" y puntualizó que "ellos mismos bautizaron a la región como la 'Chicago Argentina'". En ese sentido, remarcó que "el contrabando siempre fue el negocio de las burguesías locales".
El Gran Rosario, la zona del complejo agro-industrial exportador de Santa Fe y el sistema de puertos conforman una de las regiones económicas más importantes del país. Allí se asienta, explicó Galiotti, "una estructura política, social y cultural de esa clase económica que se fue constituyendo, y hoy se sostiene, con los recursos y las conexiones que le provee el delito". Por eso "no es extraño que la mafia esté en la policía, en sectores del gobierno y, especialmente, en el poder judicial". Para el dirigente del PC "el gobernador Perotti también representa a esos sectores".
Mientras los problemas relacionados al narcotráfico se agudizan en Rosario, con las consecuencias terribles que tiene para los trabajadores y las trabajadoras, "la derecha lleva adelante una gran campaña que pide la militarización de la ciudad y que busca generar falsos dilemas al interior de la sociedad con el propósito de justificar el proyecto de militarización y represión que quieren instalar". No por nada, enfatizó, en campaña electoral Perotti siempre habla de paz y orden.
El orden de Perotti "es un orden que el gobernador quiere imponer nombrando en lugares claves de las fuerzas represivas del Estado a ex coroneles responsables de delitos de lesa humanidad", denunció. Asimismo, "tiene el objetivo de insertar a la provincia en una geopolítica de la administración del narcotráfico y para ello estableció convenios de cooperación internacional con la policía de Colombia y la Embajada de Estados Unidos".
Respecto a esa geopolítica, Galiotti dijo que "hay una estructura que es la estructura de Sinaloa y de Ciudad Juárez, que es la estructura de los carteles dirigidos por la DEA y la policía de Estados Unidos, que es la que se quiere imponer en Rosario". Cuando comenzó el llamado problema del narcotráfico, "en Rosario no había cocinas de drogas: ahora las hay". Rosario "ahora es proveedora, elabora la droga". Y recordó que "hace años denuncié que quien por entonces era Secretario de Seguridad Comunitaria me había confesado que en Rosario había más de mil quinientos bunkers, cantidad que hoy se debe de haber multiplicado por dos o por tres, distribuidos por todo Rosario y el Gran Rosario". No obstante, hizo hincapié en que "eso es apenas lo visible, por eso la propaganda se concentra en atacar al emergente social, desclasado, marginado y excluido que es la mano de obra de la distribución del narcotráfico". Si cada bunker tiene, como se calcula, entre cinco o seis "soldaditos", "imaginate el poder de esa fuerza paramilitar que el narcotráfico maneja en la ciudad".