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23
Mar, Abr
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Política
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Se reunió el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil para fijar el esquema que rige durante los próximos tres meses. “Cuando participan los gordos de CGT y la UIA, ya de antemano la cosa está cocinada”, lamentó José Chapu Urreli.

“Esto no alcanza para poder paliar la situación terrible que vive la mayoría de nuestro pueblo”, lamentó el secretario de Actas de la CTA, José Chapu Urreli, al referirse a la decisión del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que acordó fijar un nuevo mínimo de 51.200 pesos para septiembre, lo que implica una recomposición del siete por ciento respecto al vigente. El esquema de escalonamiento del salario mínimo vital se completa con recomposiciones que lo llevan a 54.550 pesos para octubre y 57.900 en noviembre cuando va a haber otra revisión.

“Hace falta más de cien mil pesos para poder resolver una canasta familiar”, recordó Urreli y no se equivoca ya que de acuerdo al último relevamiento del Indec, una familia compuesta por dos adultos y dos pibes, precisó 111.298 pesos para no ser pobre, mientras que la línea de indigencia se ubicó en 49.466 pesos.

Con este telón de fondo, la CTA “propuso un mayor porcentaje de aumento, incluso tratando de hacer un arreglo en el corto plazo que permitiera recibir el 25 por ciento de recomposición en la primera cuota, para después seguir discutiendo las diferencias que puedan haber con la suba del costo de vida posterior”, pero también planteamos el pago de una suma fija ya de treinta mil pesos, pero esto no prosperó porque lamentablemente la CGT no lo permitió”.

Así las cosas, prevaleció el criterio cegetista que propuso que la recomposición sea del 21 por ciento, mientras que la UIA planteó un quince por ciento. “Realmente pretender que salga algo bueno de este ámbito, es como ir a pedirle peras al olmo”, ironizó Urreli y apuntó sus dardos sin ambages: “cuando participan los gordos de CGT y la UIA, ya de antemano la cosa está cocinada” y pese a que aceptó que “peor sería que no se hubiera conseguido nada”, hizo hincapié en que “esto no alcanza ni para comenzar a resolver mínimamente los graves problemas que tiene la mayoría de nuestro pueblo”.