Política
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En el Consejo de las Américas, el jefe de Gobierno habló sin ambages y mostró que es un fiel discípulo de Mauricio Macri.   

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo presente en el Consejo de las Américas donde brindó algunas pinceladas de lo que es el modelo económico que piensa para la Argentina si llega a ser Presidente que, en resumidas cuentas, se fundamenta en un país basado sólo en la exportación primaria, lo que condenaría a importar productos de valor agregado. Y, en este sentido, en ningún momento habló de industrialización o de generar puestos de trabajo.

Larreta está en Modo Campaña y ni siquiera se preocupa en disimularlo. Días atrás anunció que quitará la ayuda social a las familias de bajos recursos, que tengan dificultad para enviar a sus hijos a la escuela, una medida que castiga exclusivamente a los sectores más desprotegidos, con el argumento de “combatir” el ausentismo escolar.

“Quienes no manden a sus hijos a la escuela van a dejar de percibir el adicional por hijo del programa Ciudadanía Porteña”, anunció el jefe de Gobierno que eligió a la educación como el caballito de batalla de su candidatura para las Presidenciales de 2023. Algo que también se vio en 2020-2021, cuando no disimuló su apuro por dar inicio a las clases presenciales mientras que en Argentina se registraban más de cuarenta mil casos de Covid por día.

De manera que, a partir de ahora, quienes no envíen a sus chicos a la escuela, dejarán de recibir la pequeña suma de dinero que les es clave para poder comer lo poco que puedan comprar con ese plan social, mediante el que la Ciudad transfiere sólo once mil pesos a cuarenta mil familias que están en situación de pobreza e indigencia. Ese dinero es depositado en cuentas, que cada familia administra por medio de una tarjeta con la que sólo puede comprar alimentos, artículos de limpieza y útiles escolares.

La medida no deja de ser un foco de atracción para sectores medios cooptados por el odio a las personas que el capitalismo empobrece. Por eso, Larreta no deja de estigmatizar y centrar la responsabilidad del caso en las familias que -con cinismo- sostiene que con once mil pesos pueden subsistir en una ciudad donde la canasta básica superó los doscientos mil pesos. Sin mencionar la falta de colegios públicos en su jurisdicción y la escasez de vacantes que, hoy en día, deja afuera a casi cincuenta mil niños.

Mucho antes de que Rodríguez Larreta hiciera este anuncio, la Auditoría porteña había identificado falencias en los programas sociales, algo que informó al Gobierno de la Ciudad. Lejos de la escolaridad, los problemas principales pasan por recortes en un presupuesto que se reduce año tras año, subejecución de las partidas del programa y falta de transparencia en la actualización de los montos, entre otros.

La presidenta de la Auditoría, Mariana Gagliardi, indicó que ese informe “detectó que el gobierno porteño, no notifica a las familias ante las modificaciones y bajas de los beneficios, vulnerando sus derechos”, algo que “pone en evidencia la ausencia de seguimiento y acompañamiento del ejecutivo de la Ciudad”.

 

Pegarle al más débil

 

Desde 2014 hasta 2021, la cantidad de personas que reciben el programa cayó un 21 por ciento, algo que es más que llamativo en un contexto de crecimiento de la pobreza. Más de la mitad de las beneficiarias son mujeres.

El informe de la Auditoría no entra en los reclamos hechos por falta de vacantes que crecen año a año, sobre todo en el sur de la Ciudad, donde en 2019 -según las estadísticas oficiales- el 43,3 por ciento de los menores de 18 años estaba en situación de pobreza multidimensional. Ahí también se da el mayor porcentaje de menores con percepción del Programa Ciudadanía Porteña, que era del 5,3 por ciento para 2020.

“El jefe de Gobierno debería tener como prioridad el acompañamiento a las familias de la Ciudad que más lo necesitan”, señaló la presidenta de la Auditoría y lamentó que, “en cambio, recorta el presupuesto y excluye a cientos de porteños y porteñas”.

Por otra parte, la diputada del Frente de Todos (FdeT), Cecilia Segura, difundió números alarmantes sobre el gasto que el ejecutivo destinó a pauta y publicidad durante 2021, que alcanzó 8.018.423.522, es decir casi 22 millones de pesos por día. Una simple comparación es todavía más elocuente: la Ciudad gastó 1.320.117.074,23 en infraestructura escolar (la quinta parte de este monto subsidiada por el Gobierno Nacional) y 2.119.180.976,15 en el Same.

Estas cifras ponen al descubierto el modus operandi de las gestiones encabezadas por el PRO: mientras recortan en salud y educación, aumentan en pauta y publicidad. Y si para muestra alcanza con un botón, hasta principios de julio, la campaña “La transformación no para”, le había costado a quienes viven en la Ciudad doce millones de pesos por día.

Las acciones del PRO en su años de gestión en la Ciudad y cuando gobernaron el país, fueron sistemáticamente orientadas a ajustar la cartera de bienes y derechos del estado que les toco administrar. Las declaraciones de Larreta en el Consejo de las Américas, dan cuenta de una idea de país para veinte millones de personas, esto es un esquema para el que más de la mitad de los argentinos sobra.