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Mié, Abr
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Política
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Mientras infla obscenamente el gasto en pauta y Publicidad, la Gestión PRO sigue recortando la inversión en el sistema público de educación que está bajo su jurisdicción ¡Ratas, alacranes y encima te quieren arreglar con una botellita de agua!

Alacranes, ratas y un calor agobiante que se pretende contrarrestar sólo con botellitas de agua…No, no se trata de las plagas de Egipto, sino de lo que pasa en el sistema educativo de gestión pública de la jurisdicción cuyo jefe de Gobierno recorre el país para promover su campaña presidencial, justamente, exhibiendo a la Educación como emblema.

Ayer, el centro de la atención se fijó sobre el Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg, más conocido como Lengüitas, que se ubica en pleno barrio de Palermo. Ahí, la aparición de varios ejemplares de alacrán, hicieron necesaria la fumigación del edificio escolar, tarea que por decisión del Ministerio de Educación de la Ciudad, se llevó a cabo con los estudiantes adentro.

Pero esto no es todo. Hoy se cumple el noveno día consecutivo en que la Ciudad -y buena parte del país- está bajo Alerta Rojo a raíz de las elevadas temperaturas y, en este contexto, otra vez quedaron al desnudo varias falencias que presenta la infraestructura escolar de la jurisdicción.

Las condiciones en que habitualmente se desempeñan docentes y estudiantes no son las mejores, pero con temperaturas que sobrepasan los 35°, la cosa empeora considerablemente, sobre todo si la mayor parte de edificios escolares carece de aire acondicionado y, en muchos casos, ni siquiera tienen ventiladores suficientes para refrescar los ambientes donde se dicta clase.

¿Qué salida encontró el Gobierno de la Ciudad a esta situación que, por supuesto era bastante previsible? Después que se dieran casos de alumnos y docentes que sufrieron descompensación a causa del calor, la respuesta la dio la ministra de Educación Soledad Acuña, quien anunció la realización de “un operativo de distribución de aguas frías” y que, para ello, la cartera a su cargo va a adquirir al menos 170 mil botellas para repartir en los establecimientos educativos. Significativamente, además de no tener aire acondicionado ni ventiladores, varios edificios escolares tienen serios problemas con el suministro de agua potable como consecuencia de la falta de mantenimiento.

Pero quienes sobrevivan a los alacranes y el tórrido calor, van a tener que enfrentar a un residente recurrente en varios edificios escolares de la jurisdicción que está bajo la Gestión Rodríguez Larreta. Lo de la presencia de ratas en escuelas de la Ciudad no es nada nuevo. Ya en septiembre del año pasado, la aparición de roedores en diferentes edificios escolares, encendió voces de alarma entre sus respectivas comunidades educativas.

El tema venía de larga data, algo que oportunamente fue denunciado por la integrante de la Comisión Directiva de UTE y referente de La Violeta, Antonela Bianco, quien recordaba que desde la Secretaría de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo del sindicato, “advertimos hace tiempo, en el marco de un relevamiento que realizamos, que son muchísimas las escuelas que en la Ciudad que están invadidas por ratas”.

En la misma dirección, recalcaba que “todo esto es consecuencia de la reducción presupuestaria en educación por parte del Gobierno de la Ciudad”, tras lo que advertía que “este es sólo uno de los tantos problemas que tienen que ver con la infraestructura escolar”. Y lamentaba que “el slogan de más escuelas y más días en las escuelas es puro marketing político, porque los alumnos y las alumnas pierden un montón de días de clases por año debido a los problemas aparejados a la reducción presupuestaria”.

 

Ajuste

 

La cosa es clara: poca vocación para escuchar lo que dice la comunidad educativa, pero también falta de presupuesto para infraestructura ¿Pero dónde van entonces a parar los recursos de una jurisdicción que posee el presupuesto en dólares per cápita más alto del país, lo que lo pone en el mismo rango de ciudades como Madrid o Barcelona?

Mientras hay escuelas que no tienen ni un mísero ventilador, Horacio Rodríguez Larreta está gastando este año casi 26 millones de pesos por día en pauta oficial, esto es, para decirle a quien quiera escucharlo, que en la Ciudad todo está fenómeno, incluidos los edificios escolares. La cuenta es sencilla: mientras este año prevé gastar 9.416 millones de pesos para publicidad, en el caso de infraestructura lo destinado es sólo 8.795 millones.

Pero nada de esto resulta novedoso, ya que durante el último trienio de su segunda gestión como jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta catapultó el gasto en Pauta y Publicidad en algo más del cuatrocientos por ciento. Por su parte, el Presupuesto 2023 estableció un incremento que es superior al 170 por ciento respecto al del año anterior, lo que representa el aumento más elevado de los últimos diez años, algo que contrasta obscenamente con el destinado a Educación que este año es el más bajo de la última década.

Y como no podía ser de otra manera, esto afecta a la inversión en infraestructura escolar, que ya venía decreciendo durante los años anteriores. Para 2023 se presupuestó para el área 8.795 millones, cifra que por lo acotado no permite la construcción de edificios escolares nuevos, al menos durante los próximos dos años.

Pero mientras la Gestión PRO exhibe desinterés por el sistema educativo público que tiene a su cargo, no deja de privilegiar a aquel de gestión privada. Así lo revela un reciente informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires en el que se exponen diversas irregularidades en el manejo y control de fondos de la Dirección General de Educación de Gestión Privada de esta jurisdicción.

El relevamiento hecho sobre las transferencias de recursos a colegios de gestión privada, da cuenta de la recurrente ausencia de la presentación de declaraciones juradas, pero también aparecen montos que fueron girados a ese sector que son superiores a lo que se había establecido y carecen de la documentación que los justifiquen, entre otras irregularidades.