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Jue, Abr
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El Partido Comunista Sueco advierte sobre el peligro que trae aparejada la participación de las fuerzas armadas de este país en las maniobras militares Aurora 23.

“Las políticas del capital sueco están poniendo en riesgo nuestras vidas”, alertó el Partido Comunista de Suecia (PCS) al rechazar la participación de las fuerzas armadas de ese país en las maniobras militares Aurora 23, que se llevan a cabo hasta el 11 de mayo en territorio sueco y en forma conjunta con la Alianza del Atlántico Norte (Otan).

Se trata del ejercicio militar de mayor volumen que Suecia acoge en tres décadas y en el que, además de las locales y de los países de la Otan, también son de la partida militares de Ucrania. Estos ejercicios que tienen  por escenario a varios puntos del territorio sueco, reúnen a alrededor de veinte mil soldados y los contingentes que más aportan son los de EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña y los dependientes del régimen de Kiev.

Con el telón de fondo del conflicto abierto en el Donbás y la reciente luz verde que desde la Otan se dio al ingreso de Suecia y Finlandia, pero también a la posibilidad de que se sume a Ucrania, todo esto enciende luces de alarma y en tal sentido, el PCS denunció la escalada bélica y “el estrechamiento de lazos con el bloque imperialista occidental” que propicia el gobierno encabezado por Ulf Kristersson.

Asimismo, advierte que se está fomentando un rearme de las fuerzas armadas suecas, pero también una participación cada vez más activa en conflictos desatados en el extranjero, tales como son los casos de Irak, Libia, Afganistán y Malí. Y hace hincapié en que “en ninguna parte interviene el ejército sueco por el bien del pueblo, sino para defender los intereses del capital”.

Tras lo que recalca que a raíz del contexto internacional y particularmente europeo en que se realizan, estas maniobras “exponen a enormes riesgos, no sólo a los trabajadores en Suecia, sino también a los de otras partes del mundo”, y asevera que “la escalada sueca también convierte a su país en un objetivo militar”.

Y, en esta dirección, sostiene que todo esto “pone en riego al pueblo sueco”, pero también remarca que la actitud gubernamental “responde a la propia naturaleza del capitalismo, que crece y busca ganancias cada vez mayores en el mundo, por lo que resulta inevitable una escalada bélica internacional”, ya que “la guerra bajo el capitalismo es una continuación de la política pero por otros medios”.