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Jue, Abr
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Libertad de prensa...pero sólo para los amigos. El gobierno impide que los trabajadores de medios alternativos y comunitarios circulen por la vía pública.

“Es un golpe directo a la libertad de información, base para el criterio propio y la libertad de opinión”, denunció el secretario general del Partido Comunista de Chile (PCCh), Lautaro Carmona, al referirse a la decisión del gobierno de su país, de imponer una medida que en el contexto de las restricciones que impone la pandemia, permite que sólo circulen por la vía pública los trabajadores de prensa de la massmedia hegemónica.
La disposición del gobierno que preside Sebastián Piñera, impone un permiso de circulación al que pueden acceder los medios inscriptos por sus actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII), lo que deja afuera a los de carácter local, alternativo y comunitario.
La medida desnuda -en el contexto más cruel- a otro de los mitos del Estado Liberal Burgués y, en particular, expone con crudeza a esa especie de Shangri-La que desde la massmedia hegemónica que opera en nuestro país, se suele denominar como “El Modelo Chileno”.
Y es en Chile donde desde medios alternativos y sus trabajadores, se denunciaba el colapso al que conducía la gestión que el gobierno hacía de la pandemia. Todo, mientras la massmedia hegemónica ayudaba al ejecutivo a esconder los datos reales.
El resultado de ese capítulo todavía está fresco en el recuerdo de todos. Con la renuncia del ministro de Salud, Jaime Mañalich, el tándem de multimillonarios instalados en La Moneda, intentó lavar la cara a un gobierno que desde una clara identidad de clase se negó a aplicar medidas de aislamiento social y preventivo, hasta que su sistema de salud estuvo al borde del colapso.
Para eso, con la inapreciable colaboración de la massmedia hegemónica, tergiversó los datos reales sobre la cantidad de personas contagiadas y muertas por Covid-19.
Y lo hizo hasta que hace menos de un mes, quien dejó en evidencia la maniobra fue la propia Organización Mundial de la Salud. En ese momento, el ejecutivo tuvo que reconocer que en Chile más de cinco mil personas habían muerto por Covid-19, bastante más de los 2870 que figuraban en las listas oficiales.
Esa maniobra había sido denunciada reiteradamente y desde varios de estos medios a los que ahora el gobierno les pretende cercenar su posibilidad de trabajar.

Mostrar la verdad

Pero fueron también estos medios alternativos y comunitarios, los que dieron cuenta de la terrible represión perpetrada por fuerzas policiales y armadas, en el contexto de las jornadas de rebelión popular que se sucedieron a partir de octubre de 2019.
“Ha sido el rol de los diferentes medios alternativos que, con actos de valentía y audacia, han permitido fiscalizar e informar de los operativos represivos desde el Estado y contra quienes manifiestan en forma legítima su derecho a expresión”, recordó Carmona.
Tras lo que añadió que son precisamente este tipo de medios, los que con “verdadera vocación se arriesgan cubriendo e investigando cada acto o situación para denunciar e informarnos”.
Asimismo, hizo hincapié en que el ejecutivo “se propone acallar cualquier otra información, que no sea la que promueven los empresarios de las grandes cadenas monopólicas afín a las políticas de derecha”.
Por su parte, el Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas de Chile, emitió un comunicado en el que sostiene que la medida gubernamental, perpetra “un atentado contra la libertad de expresión, al entregar salvoconductos estrictamente a las grandes empresas periodísticas”.
¿Pero a quiénes beneficia la decisión gubernamental? El Mercurio y Copese son las dos corporaciones que dominan el noventa por ciento del panorama de los medios impresos.
Mientras que en lo que hace a los medios electrónicos, comparten la hegemonía con Luksic y Bethia que -a su vez- se asocian con otros holding de capital multinacional como Prisa.
En todos los casos, sus actividades se imbrican con otras que van desde las minería, telecomunicaciones, alimentos, banca, agricultura, comunicaciones, comercio electrónico y bienes raíces.