El secretario general de la Organización de Naciones Unidas reclamó que se establezca un “impuesto solidario” que sea pagado por los que se beneficiaron pese a la pandemia y que se reformule la arquitectura de la deuda internacional.
Una convocatoria a que se establezca un “impuesto solidario” que sea pagado por quienes se beneficiaron pese a la pandemia y a reformular la arquitectura de la deuda internacional, hizo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“Insto a los gobiernos a que consideren la posibilidad de aplicar un impuesto de solidaridad o sobre la riqueza a quienes se beneficiaron durante la pandemia, para reducir las desigualdades extremas”, señaló el titular de la ONU al intervenir en el Foro del Consejo Económico y Social sobre la Financiación para el Desarrollo.
En este sentido, alertó sobre la crisis que provoca el endeudamiento que somete a muchos países, por lo que propuso que se suspenda el pago de las deudas y se aligeren montos, así como la concesión de liquidez a los países que la necesiten.
Al respecto fue claro al recalcar que “tenemos que ir más allá de su aligeramiento” por lo que instó a “reforzar la arquitectura de la deuda internacional para acabar con los letales ciclos de oleadas de deuda, de crisis de deuda global y de décadas perdidas”.
Asimismo, destacó que para acabar “de una vez por todas con la pandemia necesitamos un acceso equitativo a las vacunas para todos, en todas partes”, tras lo que propuso “invertir en un nuevo contrato social, basado en la solidaridad y las inversiones en educación, los empleos decentes y ecológicos, la protección social y los sistemas de salud que formarían la base del desarrollo sostenible e inclusivo”.
Y, sin dudarlo, hizo hincapié en que se necesita un cambio de paradigma “que permita alinear al sector privado con las metas globales para hacer frente a los retos futuros, incluidos los provocados por el coronavirus”.