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Jue, Abr
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Ante la escalada que perpetran EE.UU. y la OEA contra ese país el Partido Comunista de la Argentina fijó su postura.

La escalada de EE.UU. contra Nicaragua, tuvo ayer otra vuelta de rosca cuando el Consejo Permanente de la OEA resolvió “condenar inequívocamente el arresto, acoso y restricciones arbitrarias impuestas a los precandidatos presidenciales, a los partidos políticos y a los medios de comunicación independientes, y pedir la inmediata liberación de los precandidatos presidenciales y de todos los presos políticos”.
La decisión fue rechazada por el delegado nicaragüense y sus pares de Bolivia y San Vicente y las Granadinas, en tanto Argentina, Belice, Dominica, Honduras y México se abstuvieron.
En este contexto, el Partido Comunista de la Argentina, emitió una declaración en la que fija su postura, haciendo pública su solidaridad “con el pueblo y con el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, encabezado por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, ante las permanentes acciones injerencistas y arbitrarias del gobierno de EE.UU.”.
Ahí condena “enérgicamente toda actitud opuesta al pleno ejercicio de la soberanía y al principio de autodeterminación de los pueblos, como la elaborada ahora en torno a la detención de personas, ordenada por los Tribunales de Justicia de Managua, bajo la acusación de lavado de dinero proveniente de los EE.UU., quienes son presentados ahora como ejerciendo candidaturas presidenciales”.
Y, tras recordar que “en Washington se han aprobado leyes de alcance extraterritorial que tienen como propósito financiar actividades destituyentes” en Nicaragua, rechaza “las presiones al respecto del secretario de Estado, Antony Blinken, y de la prensa colonizada de la Argentina sobre el gobierno de nuestro país, que indican desde donde se comandan esas acciones típicas de las prácticas imperialistas contra lo que denominan su ‘patio trasero’”.
Tras lo que “como fuerza política, reafirmamos la fortaleza de nuestra relación fraternal, originada en los tiempos duros del somocismo, con el Frente Sandinista de Liberación Nacional”, pero asimismo, “bregamos por el respeto a la soberanía y dignidad nacional de todos los Estados de nuestra región y, con el mandato histórico de nuestros próceres, seguimos bregando junto a la mayoría del pueblo y sus organizaciones, por la más sólida unidad e integración de América Latina y el Caribe”.