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Vie, Abr
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Lula se impuso en el balotaje con el 50,9 por ciento frente al 49,1 obtenido por Bolsonaro. Fue electo por tercera vez presidente. El dirigente del PT encabezará un gobierno de coalición que tendrá el desafío de implementar nuevos programas de inclusión económica y social. Asimismo, deberá defender y ampliar la democracia frente a la política fascista del bolsonarismo.

Luego de una larga jornada electoral que incluyó represión y retenes por parte de la Policía Federal de Brasil en los Estados petistas del nordeste, Lula ganó el ballotage en una reñida elección y será el presidente de Brasil en el período 2023-2027. Perseguido y “enterrado en vida” cuando el lawfare fue política de Estado en Brasil durante la presidencia de Bolsonaro, el triunfo de Lula representa una victoria de toda América Latina contra el fascismo y marca el camino a seguir para enfrentar a la derecha en el continente. La senda es la defensa real de la democracia, de los derechos de los trabajadores y de todas las clases populares. 

“Voy a gobernar incluso para quienes no me votaron, no existen dos Brasil", dijo Lula tras finalizar el conteo de votos en un discurso pronunciado desde el Hotel Intercontinental de San Pablo. Mientras hablaba, una multitud de cientos de miles de brasileños se agolpaba en las afueras del Hotel sobre la Alameda Santos. También hizo un llamado a la sociedad y manifestó que “es hora de bajar las armas que jamás deberían haber sido empuñadas, las armas matan y nosotros defendemos la vida". Las primeras palabras del presidente electo estuvieron dirigidas a marcar una diferencia con la política agresiva, que se intensificó durante la campaña electoral, del bolsonarismo que hizo de la apelación a la violencia contra los sectores populares un punto nodal de su programa político.

Asimismo, enfatizó que “nuestro compromiso es terminar con el hambre otra vez. No podemos aceptar como normal que millones no tengan que comer", al asegurar que su principal misión será incluir a la población más pobre en el presupuesto público. También abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, mediante el refuerzo del Mercosur y la recomposición de Unasur y Celac. 

 

El triunfo de la esperanza

 

Luciana Santos, vicegobernadora de Pernambuco y presidenta nacional del PCdoB, declaró que “¡Brasil volverá a ser feliz! El pueblo eligió presidente a Lula para que podamos volver a tener paz, dignidad y un plato de comida en la mesa”. Asimismo remarcó que “es un día de fiesta para la democracia” y puntualizó que “ganó la razón, la verdad y el compromiso con el pueblo y con un proyecto de país inclusivo”.

La dirigente comunista remarcó que “Brasil le dijo no al autoritarismo, al odio, a la discriminación y a la violencia” y subrayó que “la victoria de Lula es el triunfo de la esperanza” ya que “la mayoría de la población dejó en claro que no quiere vivir en un país dividido y sin perspectivas de futuro”.

Como líder de uno de los partidos que defendió, desde un inicio, la formación de un frente amplio para derrotar a la extrema derecha bolsonarista, Santos recordó que “Lula representa una alianza que busca hacer un mañana pleno para todos y cada uno de nosotros”.