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Jue, Abr
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El ex presidente de Colombia cumple detención domiciliaria por disposición de la Corte Suprema de Justicia a raíz de su responsabilidad en la comisión de delitos de fraude procesal y soborno.

Álvaro Uribe se acaba de convertir en el primer ex presidente de Colombia sobre quien se dicta la prisión preventiva, medida que fue dispuesta por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que hace efectiva bajo la modalidad de detención domiciliaria.
La decisión fue adoptada por la CSJ porque encontró que Uribe es responsable, prima facie, de los delitos de fraude procesal y soborno.
Por eso dictó esta medida cautelar a la espera del juicio que va a sentar en el banquillo a Uribe, a raíz de una investigación que comenzó durante 2018, por un intento de manipulación del paramilitar Juan Guillermo Monsalve.
Al ser procesado, Monsalve vinculó al ex presidente con la creación del bloque paramilitar Metro de las Autodefensas, que operó en el departamento de Antioquia, del que Uribe fue gobernador entre 1995 y 1997.
La decisión judicial provocó un cimbronazo en el gobierno que, por medio de su titular Iván Duque, cerró filas en defensa de Uribe, al que el mandatario calificó de “honorable”.
Pero la reacción fue diferente entre la oposición donde se coincidió a la hora de celebrar la decisión del CSJ.
“Es una decisión judicial muy importante que rompe con una prolongada fase de indecisiones y despierta esperanza de que nuevos hechos de justicia confronten con la impunidad reinante”, destacó el Partido Comunista Colombiano (PCC) por medio de una declaración.
Tras lo que recalcó que el proceso que pone en la mira a Uribe, “es sólo uno entre una infinidad de causas denunciadas que muestran las relaciones del ex presidente y su entorno inmediato con el paramilitarismo, narcotráfico, el espionaje a las Cortes y hostigamiento a la oposición política, falsos positivos y diferentes formas de abusos de poder”.
Y apuntó contra Duque al señalar que “mostró parcialidad y complicidad”, al tiempo que persiste en “desconocer los aportes de los Acuerdos de Paz a los derechos de las víctimas”.
Por su lado, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), valoró positivamente la medida adoptada por la CSJ.
“Los tiranos quieren convencernos que son intocables, que pueden hacer lo que quieran contra la gente y que nada les pasará nunca”, sostuvo y añadió que “por más intocables que se crean al final los pueblos triunfan sobre ellos”.

Buoni amici

“Mauricio Macri es la esperanza de América”, dijo Uribe tres años atrás cuando fue recibido en La Rosada por el entonces presidente de Argentina, quien retribuía el elogio al definirse como “un admirador” de Uribe.
Los dos son parte medular de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), que preside Mario Vargas Llosa y que, durante abril, difundió una carta pública en la que advertía sobre el avance del “populismo”.
Ahí se alerta que, en el contexto de la pandemia, “algunos gobiernos han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido” ¿Cómo interpretará la FIL a los argumentos que tuvo la CSJ para meter preso a Uribe? ¿Considerará acaso que las investigaciones judiciales en curso en Argentina por el megaespionaje configuran un ejemplo de poder desmedido ejercido por un gobierno?
De acuerdo a cifras oficiales, el paso por la Presidencia de Uribe dejó un saldo de 2.400.000 desplazados, segmento de población en la que se registraba un sesenta por ciento de pobreza, según la Consultoría para Derechos Humanos y Desplazados.