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Mar, Abr
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Washington ordena y los gobiernos de los países bálticos cumplen. Demuelen el último monumento de Riga dedicado a la lucha del Ejército Rojo contra los invasores nazis.

Varias topadoras irrumpieron en el predio que previamente había cercado la policía, para barrer con miles de flores que durante las jornadas previas y desafiando a las fuerzas represivas del Estado y las paraestatales, habían depositado quienes manifestaron para oponerse a la demolición del monumento a los Libertadores de la Letonia Soviética y Riga de los invasores fascistas alemanes, que fue ordenada por el gobierno que preside Egils Levits.

La decisión instrumentada por el ayuntamiento de Riga, que fue resistida por manifestantes que se acercaron hasta el Parque de la Victoria ubicado en la capital de Letonia, se hizo efectiva después de que Letonia decidiera modificar unilateralmente el acuerdo que existía entre ese país y Rusia sobre la protección social de los militares de la Unión Soviética jubilados y sus familiares que residen en territorio letón.

Esa determinación fue adoptada en sintonía con el pustch que la Alianza del Atlántico Norte viene llevando a cabo sobre Rusia incluso antes de que Moscú comenzara con su operación militar especial en Ucrania. En ese contexto Letonia suspendió el artículo del acuerdo que obligaba la obligaba a garantizar la conservación de las edificaciones conmemorativas ubicadas en el país.

“Sin duda no será barata”, dijo el alcalde de Riga, Martins Stakis, al referirse a lo que le va a costar al erario público la demolición del monumento. Pero quienes ya comenzaron a pagar el precio son aquellos que conservan la memoria de lo que significa para su país la gesta protagonizada por el Ejército Rojo que derrotó la invasión nazi.

Entre ellos está la eurodiputada por el partido Unión Rusa de Letonia, Tatiana Zdanoka, que fue reprimida y detenida cuando se encontraba entre quienes defendían el último monumento soviético de Riga, al tiempo que protestaban contra la disposición gubernamental de prohibir la entrada de más de un centenar de ciudadanos rusos en el país para conmemorar el Día de la Victoria celebrado el 9 de mayo.

La dependencia de Letonia a EE.UU. fue creciendo desde que se separó de la Unión Soviética en 1991, algo que se profundizó con su ingreso a la Otan. Un mes antes de que comenzara la operación especial de Rusia en Ucrania, Washington reforzó el envío de ochocientos soldados de infantería a los países bálticos, lo que incluye aviones de combate F-35 y helicópteros de ataque AH-64 Apache, entre otro tipo de equipamiento militar. Y, este mes, la Otan comenzó maniobras militares que tienen por escenario a la región del Báltico e incluyen, al menos, una dotación de quince mil militares de Estonia y Letonia.