Hoy se lleva a cabo la elección de medio término en un escenario complejo para la Presidencia Biden que puede quedar con ambas cámaras dominadas por el Partido Republicano.
“Tenemos esperanza porque nuestra próxima temporada de elecciones de mitad de período se lleva a cabo en el contexto de un repunte en la lucha de clases”, señaló el Partido Comunista de EE.UU. (PCE) y sostuvo que “tenemos reportes de aumento de votantes anticipados para un ciclo electoral de medio término y la mayoría son progresistas”.
Como se recordará, hoy martes los estadounidenses habilitados para votar, van a elegir representantes de los 435 distritos congresionales en cada uno de los cincuenta estados de la Unión, así como delegados sin derecho a voto del distrito de Columbia, Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte e Islas Vírgenes.
Lo hace en un contexto enrarecido por un recrudecimiento de los aumentos de precios de productos alimenticios que llevó a que la inflación se coloque por encima del diez por ciento durante los últimos doce meses. Pero también la cosa está caliente en el caso de los combustibles, ya que en el mismo período, la tarifa de gas domiciliario fue aumentada un 35 por ciento y la del servicio de energía eléctrica el quince, mientras que en el caso de las naftas la suba es del dieciocho por ciento.
En este contexto, la semana pasada la Reserva Federal (FED) anunció que aumenta el 0,75 por ciento las tasas de interés, en lo que representa la cuarta suba consecutiva que realiza como parte de una agresiva estrategia por la que busca reducir la inflación que afecta la economía estadounidense. Así, al saltar de 3,75 a cuatro por ciento, la FED fijó la tasa de interés más elevada desde enero de 2008.
Y todo con un telón de fondo caracterizado por la decisión de la gestión encabezada por Joseph Biden de seguir metiendo presión sobre Rusia y la República Popular China, al fogonear una feroz escalada con su apoyo a los regímenes de Kiev y Taiwan, en un esfuerzo por sostener la prevalencia estadounidense en un escenario global en el que Moscú y Beijín aparecen decididos a discutir liderazgo en términos geopolíticos, geoconómicos y geoestratégicos.
Así las cosas, después de recordar que “en todo el mundo la clase trabajadora se está dando cuenta de las injusticias que enfrenta bajo el capitalismo”, resaltó el PCE y añadió que en EE.UU. esta mirada “experimenta un crecimiento a un ritmo sin precedentes, especialmente entre los jóvenes que ven un mundo en el que el medio ambiente está siendo destruido, la guerra y la violencia están en aumento, no pueden pagar la educación o la atención médica y sus perspectivas para el futuro parecen sombrías”.
En este sentido, señaló que “en nuestro país, estamos siendo testigos de una oleada de nueva militancia laboral liderada por jóvenes”, que cuenta con “millones de trabajadores jóvenes organizando activamente sus lugares de trabajo” y destacó que “se avecina un cambio que fortalecerá el movimiento antiimperialista”.
Perro alertó que en su país, “la crisis se combina para crear un nuevo momento político lleno de grandes peligros y oportunidades”, algo que “se pone de manifiesto por el crecimiento de un movimiento de masas neofascista liderado por Donald Trump que intentó retener el poder por medios ilegales e inconstitucionales, incluida la incitación a una insurrección el 6 de enero”.