Sidebar

[Offcanvas] Navegación superior

19
Vie, Abr
83 New Articles

Mundo
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Se trata de Carlos Américo Suzacq Fiser, quien está radicado en Madrid y es requerido por el Poder Judicial de Uruguay por la comisión de delitos durante la última dictadura.

Diferentes organismos de Derechos Humanos de Uruguay reclaman que España extradite a Carlos Américo Suzacq Fiser, quien tiene 72 años, está radicado en Madrid y fue identificado por testigos como uno de los médicos que actuaron durante sesiones de tortura perpetradas por el aparato represivo de la dictadura que gobernó ese país desde 1973 a 1985.

Suzacq está detenido desde julio de 2022, cuando el poder Judicial español hizo lugar a una orden de captura internacional procedente de su par uruguayo, por lo que va a ser la Audiencia Nacional de España quien resuelva esa solicitud de extradición, algo que se espera que haga el miércoles 11.

Tal como lo recalcó el fiscal uruguayo especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, hay testimonios de una cuarentena de víctimas que ubican a Suzacq en el regimiento del Ejército denominado Sexto de Caballería, donde fueron trasladados después de ser detenidos ilegalmente. Esos testimonios señalan que Suzacq “controlaba hasta dónde podían aplicar los tormentos a los detenidos”.

Entre los delitos que se le imputan, aparece la detención de un integrante del Comité Central del Partido Comunista Uruguayo que se desempeñaba como secretario de Finanzas Departamental de esa fuerza política que, por esos días, era uno de los principales objetivos de la represión junto a organizaciones sociales y sindicales como la Convención Nacional de Trabajadores.

De acuerdo a la presentación que hizo la Fiscalía, esa detención fue perpetrada en horas de la noche y plena la vía pública desde donde se lo trasladó al centro clandestino de detención que se conocía como “Infierno Chico”, donde fue objeto de apremios físicos y, días después, fue conducido a otro que denominaban “Infierno grande”, donde continuaron las torturas que le causaron la muerte entre el 1 y 5 de julio de 1976.