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Sáb, Abr
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Fue multitudinaria en todo el país la jornada del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El Partido Comunista, La Fede y la Corrientes Lohana Berkins dijeron presente.

Aunque esta vez y por decisión de Victoria Villarruel y Martín Menem el edificio del Congreso de la Nación no fue iluminado de verde como en años anteriores, la Plaza de los dos Congresos sí lo hizo y brilló como pocas veces, al igual que lo hicieron aquellas de las principales ciudades del todo el país donde retumbó la frase “Acá estamos: fuimos marea, seremos tsunami”, que es la elegida por la coordinación de la jornada de movilización y lucha del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Esa misma convocatoria es la que encabeza el documento consensuado en el que se plantea que con la huelga del 8 de marzo, “reivindicamos y honramos las luchas de las trabajadoras que vinieron antes” y que con la jornada de lucha “decimos que la libertad es nuestra y no de los mercados ni de los gobiernos”.

El documento señala que este 8M movilizó “contra la ultraderecha que hoy está encarnada en el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel”, al que definió como “autoritario que representa la reacción patriarcal, que habla de la motosierra para festejar un plan sistemático de saqueo y hambre y para destruir los derechos de la clase trabajadora y el pueblo”, ya que “está al servicio de los capitales internacionales”.

Por lo que repudia el desguace del Estado y los despidos, la desregulación, privatización y vaciamiento de políticas públicas, como así el Protocolo Bullrich. Y denuncia que la Presidencia Milei “toma como especial punto de ataque a los feminismos, porque somos quienes protestamos y cuidamos, porque vamos a sostener la vida a toda costa cuando está en riesgo”.

Y plantea seis puntos que resumen el sentido de la movilización. “Estamos acá contra el hambre y el ajuste”, indica el primero y continúa con un pronunciamiento a favor del “derecho aborto legal, seguro y gratuito”, tras lo que se pronuncia “por el trabajo y contra los despidos”, contra el DNNU 70/2023, el Protocolo Bullrich y la violencia institucional, pero también contra “las violencias machistas”.

Así las cosas, la del viernes fue una tarde de pañuelos verdes, de estandartes violetas pero también de banderas rojas que se hicieron ver de la mano de La Fede, el Partido
Comunista y la Corriente Lohana Berkins. Estandarte que invocaban los nombre y luchas de Florencia Gómez Poliastrou, Fanny Edelman, Diana Sacayán, la porpia Lohana y tanta otras que desde una mirada marxista aportaron sustantivamente a la construcción de una concepción de género y clase.

Por eso aunque la derecha, su gobierno y propaladoras massmediáticas se esforzaron por provocar y oscurecer, la del viernes pasado fue una jornada luminosa, un hito en una lucha que desde lo estratégico tiene una vasta y rica trayectoria, pero que a su vez resulta clave desde lo coyuntural donde articula con un recorrido que recién comienza y que está atravesado por la resistencia y la necesidad de construir masa crítica que enfrente y derrote al proyecto que hoy se formula desde La Rosada.


Voces

Con este telón de fondo, la secretaria de La Fede de la provincia de Buenos Aires, Guadalupe Viñuela Flores, advirtió acerca de la “crítica situación que estamos atravesando mujeres, disidencias y el pueblo en su conjunto como consecuencia del avance de las derechas en nuestro país que se materializó en la victoria de Javier Milei”, algo que calificó como “un claro retroceso que se plasma con los ataques a las leyes IVE y ESI”, así como a “todas las conquistas del movimiento feminista y popular que se habían traducido en el Ministerio de las Mujeres que ya fue desmantelado”.

En este sentido recordó que “muchas compañeras mujeres y disidencias que necesitaban asistencia por encontrarse en situaciones de violencia, vuelven a quedar desamparadas por el desmantelamiento de todas las políticas públicas que hacían a una vida digna y permitían el acceso a derechos básicos como la educación y la salud pública”.

Y, tras advertir que detrás de esta decisiones “está un plan económico que viene a hambrear a todo nuestro pueblo”, señaló que “no debemos perder esto de vista”, ya que “es en este marco donde debemos dar nuestra lucha”. Pero asimismo, recordó que “venimos de varias instancias de movilización popular, lo que demuestra que como pueblo no nos vamos a dejar hambrear ni perseguir, para lo que es preciso que no nos dispersemos ni fragmentemos”.

Por su parte, en idéntica dirección se pronunció la secretaria de Igualdad de Género del Suteba de Esteban Echeverría, Mirta Barrere, al alertar que “vivimos una tragedia atravesada por el despido de miles de trabajadoras y trabajadores estatales, el cierre de organismos del Estado como el Inadi y el Ministerio de Mujeres y Diversidades” lo que representan “golpes muy fuertes, difíciles digerir que cercenan derechos”.

Por eso es que la jornada del viernes pasado “nos encontró como movimiento de mujeres y diversidades en las calles y exigiendo que los derechos logrados no se sigan vulnerando” así como que “se respete nuestra Constitución y los derechos humanos en nuestro país”.

Mientras que también desde La Violeta en Suteba, la titular de Igualdad de Géneros y Diversidades de la seccional Tres de Febrero, Lorena Petrucci, recalcó que “el gran desafío que tenemos las mujeres, diversidades y el conjunto del pueblo es salir de este estado de pasmo que nos mantiene inertes, para enfrentar cada golpe, reaccionar, resistir y accionar en ofensiva sosteniendo cada conquista en aquellos ámbitos donde actuemos”.

Por eso es que en el contexto del 8M convocó a “militar desde la ternura y en unidad fraterna con todos y todas quienes padecemos las políticas de este gobierno que es misógino, xenófobo, homo, transfóbico, cipayo y entreguista que trata de suprimir derechos, borrar la diversidad y ocultar la existencia del machismo”.

Ya que, indicó, la Presidencia Milei “desea borrar nuestra identidad, historia y narrativas” y lo hace “para desorientarnos y que nos quedemos pasmadas mientras nos saquea”, por eso “todo los días hay un nuevo golpe bajo”. Pero, puntualizó, “nuestra lucha es colectiva y el desafío es saltar de la quietud, organizarnos y luchar colectivamente, trascendiendo las desigualdades de género, porque más allá de nuestras diferencias, este gobierno y las corporaciones nacionales y transnacionales que lo rodean, desean saquear recursos comunes, a nuestros cuerpos y toda la riqueza que producimos con ellos, más allá de nuestro género, sexo u orientación”.