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Mar, Oct

Ayacucho: La puerta a la Segunda Independencia
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Con este artículo de Cristian Poli inauguramos esta sección en la que, de cara al 200 aniversario de la Batalla de Ayacucho, invitamos a reflexionar y debatir sobre este hito de la Primera Independencia y su proyección hacia lo que deberá ser la Segunda y Definitiva Independencia. Es un orgullo que el puntapié inicial lo dé Cristian Poli, quien es profesor de historia, integrante de la Corriente Agustín Tosco, también es un protagonista de las luchas que son claves para el Sindicalismo de Liberación.

 

Por Cristian Poli 

 

Un movimiento histórico una gestación no puede ser entendido, en toda su trascendencia, sino por los que luchan por que se cumpla. (El movimiento socialista, por ejemplo, solo es comprendido cabalmente por sus militantes. No ocurre lo mismo con los movimientos ya realizados. El fenómeno capitalista no ha sido entendido y explicado por nadie tan amplia y exactamente como por los socialistas)”.

José Carlos Mariátegui. Prólogo a Tempestad en los Andes de Luis E. Valcárcel (1927)

A dos siglos de la batalla de Ayacucho, que marcó la ruptura de la dominación política del reino español sobre las colonias de Nuestraamérica, las fuerzas revolucionarias tenemos el deber histórico de reagruparnos para establecer una estrategia continental de confrontación al neocolonialismo, profundizar la lucha de clases, vanguardizar las construcciones políticas populares con programas mínimos de liberación nacional y social hacia el socialismo del siglo XXI.

Durante el periodo colonial español, las masas originarias, afros, cimarrones, mestizas y criollas fueron erosionando la estructura del coloniaje. En el último periodo del siglo XVIII, las rebeliones y protestas inundaron las faldas andinas, de las cuales, las más significativas fueron las lideradas por Tupac Amarú II y Túpac Katari, la insurrección de los comuneros de la hoy Colombia, la rebelión maya de Canek en Yucatán y los dos siglos de la guerra de Arauco en la que los mapuches le pusieron coto a las avanzadas españolas en la Patagonia o los insurrectos dirigidos por el zambo jacobino José Leonardo Chirino en el territorio de la actual Venezuela.

Así como el imperio español fue despedazado por la lucha y la organización plebeya de quienes sufrieron expoliación y explotación sobre tierras, cuerpos, creencias y culturas, en la actualidad se produce un extraordinario despliegue de luchas multifacéticas. Desde luchas sectoriales, rebeliones masivas hasta formas de poder popular, revolucionario y socialista[1].

La reacción del imperio hegemónico, los EEUU, las corporaciones transnacionales y la lumpemburguesía local es de una sofisticación, brutalidad y rapidez asombrosa. El genocidio planificado de las dictaduras militares coordinadas en el Plan Cóndor, la Doctrina Monroe y el Gran Garrote en las décadas pasadas recientes transmutó en un inmenso entramado de ocupación política-territorial, cultural y de la psicología de masas conocida como Guerras Hibridas[2].

El antiguo sistema esclavista, de servidumbre y de la encomienda hispánico colonial fue reemplazado por las cadenas de la deuda externa, las auditorias del FMI, el saqueo de los fondos de inversiones, los enclaves de las mafias globalizadas y la dictadura del capitalismo financiero, conformando así un nuevo sistema de anclaje colonial.

Semejante recolonización no podría operarse si no fuera porque se ha ganado parte de los “corazones y mentes” de los “insurgentes”, como sugieren los manuales contrainsurgentes norteamericanos.

Así, la disputa ideológica ha tomado un lugar central en la lucha de clases. La batalla de ideas a las que nos convocaba Fidel Castro Ruz hace ya algunas décadas. Esa ofensiva se debe centrar en desnudar la esencia del régimen capitalista y la crisis civilizatoria producto de su desarrollo, a la vez que debe transmitir la posibilidad urgente de la salida socialista.

Esa convocatoria tiene tres ejes que se yuxtaponen y entrelazan: lo ideológico, el poder popular y la organización revolucionaria.

 

Ideología y lucha de clases

Las vocifería de los neonazis-fascistas en contra del comunismo, tiene muy poco de nostalgia por un pasado de genocidios obreros, cultura medieval y líderes machos. Es una prospectiva del socialismo, ellos la ven con más vehemencia que muchos “marxismos” y de los progresismos neoliberal que se dedican a cargar tintas y diatribas contra todas las experiencias socialistas asistidos por fundaciones, ONGs y organismos internacionales occidentales de raigambre imperial3].

El ideario de la liberación de los pueblos, el ideario de la emancipación terrenal de las masas trabajadoras, se fortalece, se recrea en las dificultades, en las aparentes condiciones subjetivas, culturales y políticas adversas de nuestro tiempo. A Marx, y al marxismo, las clases propietarias los han intentado eliminar millones de veces. Tantas como la raíz a la décima potencia de las casi 700 veces que intentaron liquidar al guerrillero del tiempo, al Comandante Fidel Castro Ruz.

Pero acaso no es en las crisis profundas del sistema capitalista en donde la revolución bien entendida, esto es, la de las clases desposeídas de la propiedad de los medios de producción, lucharon frontalmente contra el sistema de dominación capitalista y a partir de la organización, la propaganda, un programa minino y el ideario revolucionario lograron, logramos, estremecer al mundo y salirse del molde oficial para construir la colectividad maximalista que, con profundísimas contradicciones dialécticas, logro imponer vías socialistas de salvar a la humanidad del asesino más respetado del mundo, el capitalismo (Guevara dixit).

Gracias a ello, las masas trabajadoras logramos asirnos del poder estatal en varias regiones, salvar millones de vidas humanas del capitalismo accediendo aceleradamente a los beneficios de los avances científicos, técnicos, culturales e intelectuales. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la República Popular China o la República Socialista de Cuba fueron, y son, ejemplos históricos muy a pesar de las toneladas de recursos en medios de incomunicación, influencers, catedráticos, fundaciones, armas convencionales y no convencionales, organismo internacionales, etc. para bloquear el desarrollo de las experiencias socialistas.

La recomposición del ideario revolucionario es una de las tareas principales en esta etapa. Las cuales deben forjarse al calor de la lucha contra el neocolonialismo, el fascismo de diseño y el imperialismo de EE.UU. y la UE.

 

Democracia protagónica, poder dual y poder popular

La democracia delegativa va perdiendo legitimidad, tanto por la acción de las corporaciones económico-financieras como por el ignominioso posibilismo que acepta el “juego democrático”. Ese vacío intermedio entre la superestructura estatal y las clases sociales subsidiarias del “Estado benefactor” fue ocupado por la “participación” en la virtualidad, y en las acciones callejeras, de un mosaico social que reunió a tirios y troyanos. Un movimiento policlasista conducido por la aristocracia financiera-tecnológica.

La crisis de representación política, que afecta estructuras partidarias, sindicales y movimientistas se cocinó a fuego lento desde el interior de las mismas al abandonar la formación político-ideológica, las instancias de confrontación de ideas y al reproducir mecanismos de toma de decisiones centralizados rehusando de la democracia interna.

La crisis pandémica fue un tsunami que atenúo los vínculos sociales y las formas organizativas tradicionales[4]. Potenciales franjas de las clases subalternas fueron colonizadas por el fascismo celular. La villanía de personajes como Milei y Bolsonaro, tuvieron sus antecedentes de probetas en el venezolano Guaidó y el boliviano Camacho, entre otros. Hombres, fascistas-liberales, promotores del odio de clase, abanderados de la “anticorrupción” y felpudos bien remunerados por la alianza del Norte.

La crisis global y el desarrollo del capitalismo mafioso facilitó la construcción del ser individualista y meritocrático interconectado con el mundo occidental y sus valores mercantilistas. Criptomonedas, juegos en línea, brokers, círculos de la abundancia, esquemas Ponzi, etc; se expandieron a cada célula de la sociedad por medio de los dispositivos y redes móviles. Un ejército civil de influencers, youtubers y gamers bajaron línea de las bondades del capitalismo leonino inundando la zona de mierda, al decir del publicista Steve Bannon, contra el marxismo, los feminismos, el ambientalismo, los derechos laborales, etc.

El bloque de poder posee una férrea organización; de un profundo verticalismo en las tomas de decisiones, ejércitos de civiles bien entrenados y masas superdisciplinadas que actúan ante un click de alguna computadora central[5].

Los gobiernos populares y revolucionarios que lograron fortalecerse luego de los ataques del imperio fueron los que habían desarrollado instancias de poder popular: la República Bolivariana de Venezuela, el Estado Plurinacional de Bolivia y la Republica Socialista de Cuba. En el caso de Bolivia, el poder dual funcionó durante la dictadura de Añez. En el caso venezolano, la potencia del poder popular, y la acción de las Fuerzas Armadas, desactivaron todos los intentos de golpes de Estado e invasiones de EE.UU.

Los ejemplos contrarios son los de Perú, Ecuador, Argentina y Brasil, en donde los “golpes blandos” se produjeron ante la impavidez popular. En algunos casos se produjeron esqueléticas manifestaciones, como en el caso de la prisión de Lula o con el intento de asesinato de Cristina, movilización que fue desactivada rápidamente.

La actualización de la lucha anticolonial deberá tener en cuenta el desarrollo de formas de poder popular y doble poder[6] para enfrentar con éxito las campañas colonizadoras.

Es el momento de afianzar nuestra organización. Las formas organizativas de la clase trabajadora, partidos y sindicatos, son el resultado histórico de décadas de combates contra el capital. Su vigencia dependerá de poder interpretar a la clase del siglo XXI y actualizar sus instrumentos de lucha ideológica y territorial.

 

La revolución es un sueño eterno

En esas desveladas noches de las que te hablo, pienso, también, en el intransferible y perpetuo aprendizaje de los revolucionarios: perder, resistir. Perder, resistir. Y resistir. Y no confundir lo real con la verdad”.

Andrés Rivera, La revolución es un sueño eterno

Hoy la revolución es posible. Los destacamentos independentistas mantienen posiciones y se consolidan en Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba, mientras que en Mexico, Colombia, Honduras, Chile y Brasil resisten posiciones y en Ecuador, Argentina, Uruguay, etc; se reorganizan las fuerzas. En sintonía con ello, la multipolaridad presenta un escenario favorable para unir el sur global, en el que el subcontinente americano puede desarrollar un proceso de independencia económica, financiera, productiva y política, e incluso cultural, de la decadencia norte-occidental.

El neocolonialismo no tiene nada que ofrecer a las naciones, sólo guerras, hambrunas, saqueos y desigualdad.

Será la hora de reagrupar fuerzas revolucionarias en Nuestraamérica en un amplio encuentro para un nuevo Ayacucho que permita reconstruir la praxis liberadora de la clase trabajadora en clave latinoamericanista. Una fuerza continental que despliegue una estrategia de confrontación política contra el neocolonialismo en toda la geografía no solo en lo territorial, físico, sino también en el plano de las ideas. El ideario revolucionario, nuestroamericano, socialista y comunista de Fidel, Chávez y el Che siguen más vigentes que nunca. Como escribió Juan Carlos Mariátegui: “Hoy ya no importa que Urviola no exista. Basta que haya existido. Como dice Valcárcel, hoy la sierra está preñada de espartacos”[7]. Hoy Nuestraamérica está preñada de espartacos.

 


Notas

1-En las últimas dos décadas las experiencias socialistas, con características latinoamericanistas, fueron ensayadas sobre los andes de Bolivia, Ecuador y Venezuela enlazadas fuertemente con la mayor de las Antillas, la Republica Socialista de Cuba. Otras experiencias populares, por sus objetivos y base social, caminaron por la vereda del humanismo capitalista, un oxímoron, pero que aun así se entrelazaban en un gran frente antiimperialista que tuvo su punto de despegue en el No al Alca de Mar del Plata, continuo con la Unasur, Telesur, los intentos de la carretera amazónica, de la moneda única del sur. (Volver)

2- Recomendamos el libro Guerras Hibridas. De las revoluciones de colores a los golpes. Andrew Korybko. 2018. Proyecto del Institute for Strategic Studies and Predictions Pfu. https://www.alainet.org/sites/default/files/guerra_hibrida_espanol_pdf.pdf Sobre las operaciones psicológicas: https://www.revistalacomuna.com/formacion-politica-y-opinion/guerra-psicologica/ La Guerra Híbrida es la articulación de insurrecciones, “revoluciones de colores” y guerras no convencionales. La propaganda desestabilizadora desde medios masivos de comunicación, las redes antisociales son centrales, las operaciones psicológicas y la movilización de masas con consignas abstractas como la democracia, la libertad, la corrupción, etc. producen situaciones de conmoción interna que pueden derivar en golpes duros. (Volver)

3-En contraposición recomendamos la lectura de: Como cambiar el mundo. Marx y el marxismo 1840-2011, Eric Hobsbawm, ed. Crítica, 2011. Stalin: historia y critica de una leyenda negra, Losurdo, Domenico, ed. Viejo Topo, 2011. (Volver)

4- La fórmula presidencial de Massa-Rossi fue apoyada por la inmensa mayoría del movimiento popular argentino cientos o miles de organizaciones: todos los sindicatos y sus centrales, la casi totalidad de movimientos sociales, partidos políticos populares y de izquierda, feministas, culturales, de DDHH, deportivos, empresariales, etc. Hasta el trokismo, el PRO, la UCR y partidos feudales provinciales tuvieron sus desprendimientos apoyando la candidatura de UP. Sin embargo, los representados por esas organizaciones votaron mayoritariamente a la formula nazifascista. (Volver)

5-Rocco Carbone explica que “Puesto que la estructura elemental del fascismo es homóloga al código binario de las redes, podemos decir que el fascismo de Milei es celular.” https://lateclaenerevista.com/no-me-gustas-por-rocco-carbone/ (Volver)

6- Ver https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1932/histrev/tomo1/cap_11.htm. y https://revolucionbolchevique.blogspot.com/2009/04/lenin-el-poder-dual.html (Volver)

7-Ezequiel Urviola fue un dirigente “indio revolucionario, indio socialista”, al decir del Amauta, que lideró una rebelión de campesinos indígenas quechuas y aymaras en Puno, Perú, entre 1918-1925. Luis E. Valcarcel, historiador y antropólogo peruano, miembro de la corriente indigenista “Escuela Cusqueña”. (Volver)

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‏En la actual República del Perú, hace 200 años, dos proyectos políticos se enfrentaron en cercanías del pueblo de Quinua. El proyecto de los realistas era el de la permanencia del viejo régimen colonial y el proyecto de los Libertadores era revolucionario y liberador, el proyecto de la Patria Grande. Enfrentamiento que continúa hasta hoy en todo el territorio de Nuestramérica, concluye E. Antonio Gianotti en esta que es la tercera entrega del especial Ayacucho: la puerta a Segunda Independencia. "La crisis civilizatoria abarca a todo el sistema capitalista mundial", recalca el autor. 

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El autor de esta columna, Roberto Deibe, dio sus primeros pasos como periodista en la edición de papel del semanario Nuestra Propuesta tras lo que su vida laboral lo llevó a la República Bolivariana de Venezuela a continuar con la labor. En la actualidad se desempeña como profesor de historia e investigador del Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini" y está trabajando en la realización de su tesis de licenciatura en la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

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Leandro Moglia es profesor de la Historia Universidad Nacional del Noreste y doctor en Cs. y Humanas de la UNQui, además de titular con dedicación exclusiva de Historia Económica de la Facultad de Cs. Económicas de la Unne, donde es director del Instituto de Políticas para el Desarrollo Regional. Es profesor titular en la cátedra Política Agropecuaria y Organización Rural en la UTN, y desde una mirada aguda reflexiona sobre los factores comunes que articulan la gesta de la Primera Independencia con la tarea de construcción de la que debe ser la Segunda y Definitiva.

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