Desde el gobierno saharaui y el Frente Polisario exigieron que Francia “ponga fin a su participación en la agresión contra el pueblo saharaui”.
El gobierno saharaui y el Frente Polisario exigieron que Francia “ponga fin a su participación en la agresión contra el pueblo saharaui”, al hacer pública su condena a declaraciones del embajador de Francia en Marruecos, Christophe Lecourtier, en las que admitió la implicación militar y política de su país en la guerra colonial marroquí contra el pueblo saharaui, desde los años setenta.
La semana pasada el embajador francés pronunció un discurso en la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de Rabat Agdal, en el que se refirió a las relaciones franco-marroquíes, “sus retos y perspectivas”, en el que reveló que el ejército francés participó en la guerra librada por las Fuerzas Armadas marroquíes contra el Ejército Popular de Liberación Saharaui a finales de los años setenta del siglo pasado.
El diplomático también dijo que Francia contribuyó a la preparación del borrador de la llamada propuesta de autonomía, con la que se pretendió obstaculizar la implementación de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental y su tarea de organizar un referéndum, con el objetivo de confiscar los derechos del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia.
“Francia, por sus esfuerzos abiertos para apoyar la agresión marroquí contra el pueblo saharaui, tiene la responsabilidad de impedir el establecimiento de la paz y la estabilidad en la región del noroeste de África, y su abierta complicidad con la ocupación constituye el obstáculo que impide la unidad de los pueblos del Magreb y la cooperación e integración entre sus países”, coincidieron en advertir el gobierno presidido por Brahim Gali y el Frente Polisario.
Y añaden que las declaraciones del diplomático francés “no ocultan la continuación de la perspectiva colonial, que expresa una antigua voluntad que pretende continuar la política de hegemonía apoyándose en regímenes dictatoriales y títeres como el sistema feudal majzen marroquí”, por lo que recalcaron que “esto es a pesar del levantamiento de varios países y pueblos africanos contra este enfoque colonial francés, como si París no aprendiera lecciones y lecciones”.