Tal como lo advirtió no hace mucho el secretario Político del Partido Comunista de Santa Fe, Norberto Galiotti, la Presidencia Miliei posterga la licitación del corredor fluvial del Paraná para permitir que el pliego incluya un calado de hasta 44 pies de profundidad.
Hubiera sido mejor que se equivocara, pero eso no pasó. Es que hace dos semanas el secretario Político del Partido Comunista de Santa Fe, denunció que el gobierno nacional quiere garantizar que el pliego licitatorio que elabora para la concesión del corredor fluvial del Paraná, permita que quien se quede con ese negocio pueda dragar el lecho del río hasta 44 pies de profundidad.
«El pliego licitatorio que se está presentando propone que hagan lo que quieran, que pongan a 44 o 46 pies de profundidad el dragado del Río Paraná, sin importar el impacto ambiental y ecológico que eso va a representar», advirtió entonces Norberto Champa Galiotti en un reportaje publicado por Nuestra Propuesta y puntualizó que lo que se pretende con tal decisión es priorizar los negocios de las multinacionales que controlan el curso hídrico y sus costas con los puertos del área denominada Rosafé, que es la que va desde Timbúes hasta Villa Constitución.
Y fue claro cuando hizo hincapié en que quienes controlan esas terminales portuarias, son los mismos actores que hacen lo propio con el puerto de Montevideo, por lo que con ese calado pretenden garantizar la navegación por el Río Paraná de los Súper Panamax, para poder sacar el mismo volumen de carga pero con menos costo operativo y logístico, lo que representa más rentabilidad para las multinacionales.
Esto representa una definición de carácter geoeconómico, pero también lo es de índole geoestratégico, ya que se vuelve a priorizar que el comercio exterior pase fundamentalmente por la capital uruguaya en detrimento del Canal Magdalena, cuyo dragado «no se puede hacer tan profundo».
Así la cosas, ayer se dio a conocer la decisión de que se postergue por un mes la apertura de sobres de la licitación, para adecuarla al aumento de la profundidad del dragado, una modificación al pliego de la concesión que el gobierno nacional hizo para satisfacer los pedidos de las multinacionales que mantienen el control de esta vía navegable y que, si prospera el intento de la Presidencia Milei, van a continuar teniéndolo al menos durante tres décadas.
De este modo, la Presidencia Milei expresa otro acto de sumisión perruna respecto a la clase capitalista que actúa en el país, en este caso a quienes ven en la vía navegable que lleva 25 años en manos de Hidrovía SA la posibilidad de perpetuar la maximización de la tasa de rentabilidad de su ronda de negocios merced a la nueva concesión del sistema troncal de navegación y sus puertos. Y esto se extiende también a la zona de Entre Ríos donde se sumó el pedido de que el calado pase a ser de 36 pies, esto es, ocho más de los que estaban previstos originalmente.
«Es mentira que como consecuencia del ingreso de buques de mayor calado se vaya a exportar más como dicen quienes pretenden justificar el nuevo llamado a licitación y reclaman que se pase a 44 pies de profundidad», alertó Galiotti y fue claro a remarcar que «lo que va a pasar es que se va a poder transportar mayor cantidad con menos buques y esto no es otra cosa que una estrategia de negocios que les permitirá maximizar su tasa de rentabilidad».
Y todo esto a costa de la postergación del Canal Magdalena que es la vía de navegación apta «para llevar los alimentos y otras mercancías que se producen en nuestro país, desde el norte hacia el sur, utilizando ese corredor del Río Paraná y la costa marítima argentina con beneficios que puede ser enormes» para la economía del país y sus habitantes.