“Debemos apostar a revalorizar nuestra perspectiva humanista y solidaria, la construcción de unidad, de lucha política y de poder popular que son elementos fundamentales para dar esa disputa”, dijo la secretaria de Géneros del Partido Comunista, Solana López, al salir al cruce de los dichos de Javier Milei en Davos.
Tal como lo hizo hace un año, Javier Milei, utilizó el Foro de Davos para volver a presentarse en el corazón del capitalismo, diciendo que para salvar al sistema es preciso hacer un nuevo contrato moral basado en lo que detalló a lo largo de un discurso en el que no se privó de nada a la hora de cargar contra el feminismo, la ideología de género y la inmigración, por lo que convocó a “eliminar el virus de la ideología woke” que aseveró “es el cáncer que hay que extirpar”.
Vale señalar que “cultura woke” es la forma en la que los teóricos de la ultraderecha a los que adscribe Milei, tales como Agustín Laje, categorizan como “una ideología aberrante” que engloba a todo aquello que implique posturas inclusivas, feminismos, ampliación de derechos de ciudadanía, civiles y humanos. Y, al respecto, aseveró que para que se produzca el advenimiento de una “época dorada” global debe eliminarse “esta ideología aberrante de la cultura”.
Pero a diferencia de lo que pasó cuando se presentó con un discurso similar en la edición anterior de ese Foro, esta vez Milei celebró, ya que “a lo largo de este año he podido encontrar compañeros en esta pelea por las ideas de la libertad en todos los rincones del planeta”. Y describió que “desde el maravilloso Elon Musk hasta la feroz dama italiana, mi querida amiga Giorgia Meloni; desde Bukele en El Salvador hasta Víctor Orbán en Hungría; desde Benjamín Netanyahu en Israel, hasta Donald Trump en Estados Unidos. Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad”.
Queda claro que envalentonado porque su gobierno transitó su primer año casi sin sobresaltos, pero sobre todo por el contundente triunfo electoral que permitió que el lunes Trump vuelva a convertirse en Presidente de EE.UU., subido a este tren fantasma del que se muestra como un verdadero abanderado, Milei postula a su proyecto político como un modelo exitoso a seguir, para poder establecer una suerte de nuevo contrato social que sea capaz de sustentar la etapa de la segunda crisis de larga duración que actualmente atraviesa el sistema capitalista.
“Este discurso es una construcción, un guión de un sector del imperialismo, sobre todo norteamericano, que ha logrado consolidar poder político y económico con el triunfo de Trump y la continuidad de Milei”, puntualizó la secretaria de Géneros del Partido Comunista, Solana López. Y, sin dudarlo, señaló en que se trata de un guión “construido por ese sector del sistema capitalista que tiene una postura radicalizada en función de asumir algo que los y las comunistas venimos diciendo desde hace muchos años: que el capitalismo vive de crisis en crisis, entonces inexorablemente todos los parches que las distintas versiones del sistema han ido implementando se caen porque, en su esencia, el capitalismo es la explotación y opresión de los trabajadores y pueblos”.
Por otro lado, reflexionó que este nuevo “pacto moral al que apunta, pretende sostener la construcción de un sistema político social y cultural que sea capaz de convalidar una practica de la crueldad de la explotación y opresión a niveles tremendos fascistas y neocoloniales”, por lo que “necesitan construir ese nuevo pacto que se basa en dos pilares: el sistema capitalista y el patriarcal, por eso también el feminismo va a ser un enemigo central para ellos, porque denuncia y combate a estos dos sistemas que se han hermanado históricamente, que se han unido en una relación dialéctica para poder sostener una relación de opresión y explotación en la humanidad”.
Entonces, “los feminismos, la defensa de los Derechos Humanos y los avances de las luchas de los derechos civiles, son la representación de lo que quieren eliminar”, al tiempo que “dentro de su discurso cuando denuncia al Estado como una aberración, se refiere al Estado que garantiza derechos pero no al que hace el papel de policía que defiende la propiedad privada y los intereses del capital, lo que Milei denominó hombres blancos, heterosexuales, poderosos y ricos…él mencionó cuál es el modelo al que se ataca y al que representa y defiende”.
Así las cosas, Milei vuelve a presentarse de una manera más brutal que otras veces, como una especie de adalid global de ese contrato moral y lo plantea desde la propuesta de construcción de una épica ¿Qué es lo que se le debería contraponer a esa épica, como para tener otra que salga al cruce de la que la clase capitalista intenta imponer por medio de relatos como el del presidente de Argentina?
“Sobre todo la manera de contrarrestar un ataque de estas características, tiene que ver con sostener y profundizar aquello que venimos construyendo”, indicó Solana López quien también es coordinadora de la Corriente Nacional Lohana Berkins y postuló que es preciso “apostar a revalorizar nuestra perspectiva humanista y solidaria, la construcción de unidad, de lucha política y de poder popular que son elementos fundamentales para dar esa disputa”.
Por lo que sin dudarlo destacó que “debemos generar grados de consciencia y subjetividad sobre nuestro pueblo” ya que, “en definitiva son los pueblos los que resultan sometidos, porque el capitalismo no funciona si no es con las personas, con su explotación y el consumismo…así fue en el sistema esclavista y lo es en el burgués la explotación de las personas”.
Y, en tal sentido dijo que “hay que recuperar la ofensiva política de las masas populares, construyendo mucha unidad y consciencia, algo que se construye con la lucha, poniendo el cuerpo y no sólo declamativamente, sino poniendo el cuerpo con ideas en una relación dialéctica de lo que se piensa y lo que se hace colectivamente”, peo también “con un objetivo y un proyecto político que plantee la construcción de alternativa alejada de cantos de sirena que proponen una gran unidad amplia donde metamos a todo el mundo, para que entre también parte de ese tren fantasma de la derecha que nos llevaría a fracasar nuevamente como proyecto popular”.