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Política
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Fue con un acto que se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires. Por su parte el Secretariado Nacional emitió una declaración al respecto.

Cristian Poli, Ignacio Campora, Daniela Canteros, Gustavo Muñoz, Flavia Guardia y Zaida Chmaruk fueron los oradores que tuvo el acto titulado “El Cordobazo. La lucha de clases hoy”, que se hizo ante la sede de su Comité Central y con el que el Partido Comunista recordó a la gesta que tuvo lugar entre el 29 y 30 de mayo de 1969.

Asimismo, el Secretariado Nacional del PC emitió una declaración en la que destaca que, en el 53 aniversario del Cordobazo, “junto a toda la militancia del Partido y de la La Fede, rendimos merecido homenaje a los participantes de esa jornada histórica ejemplar”.

Tras lo que recalca que “homenajear al Cordobazo es hacerlo a la mayoría del  pueblo de esa provincia, que con un alto grado de conciencia, realizó una epopeya dirigida por la clase obrera unida en alianza con los estudiantes y sectores medios del comercio, el agro y la industria nacional, contra la dictadura de tipo fascista instalada desde el golpe de Estado del 28 de junio de 1966”.

Y añade que “esos sectores político-sociales se lanzaron  a las calles de la ciudad  para luchar en defensa de sus derechos y por sus reivindicaciones económicas y políticas proponiéndose no solo frenar a la dictadura sino combatirla hasta su derrota”.

Después recuerda que las dos CGT existentes “se reunieron, decidieron realizar paro con movilización el 29 de mayo y el acuerdo fue suscrito por Agustín Tosco líder del sindicato de Luz y Fuerza, Atilio López en nombre de la CGT de los Argentinos y Elpidio Torres del Smata representando a la otra CGT”.

También señala “como ejemplo o como espejo donde mirar, que los luchadores que en aquellos momentos conducían las acciones supieron construir los caminos correctos a fin de superar la dispersión o la división y en ese sentido debemos rescatar el pensamiento y la acción del principal líder del Cordobazo, el compañero Agustín Tosco, quien sabiamente planteó la tesis, corroborada en la práctica, de que existían  dos tipos de sindicalismo: el “colaboracionista” inspirado en el concepto ideológico de conciliación  de clases y que es el que practicaban y practican aún  ciertos dirigentes sindicales dispuestos a un  diálogo social claudicante ante los gobernantes de turno y las grandes corporaciones, y el  denominado “Sindicalismo de Liberación” que coincide con los principios que guían la actividad de nuestra corriente actuante en el movimiento obrero la Conat”.

Y resalta que la Conat fue “inspirada en la independencia y autonomía de clase para luchar por la unidad, la satisfacción a los reclamos de la clase trabajadora, el respeto de sus derechos y conquistas y la participación junto a las masas populares en la creación de alternativas político-sociales capaces de construir sociedades más igualitarias, soberanas, de integración de la Patria Grande Latinoamericana, independiente y antiimperialista”.

También sostiene que “en esa concepción de unidad e independencia, es decir, las tesis y la práctica de Agustín Tosco coincidieron para hacer realidad el Cordobazo, destacados militantes comunistas como Alberto Caffarati, de Luz y Fuerza, gremio independiente en ese momento, Jorge Alberto Canelles de la Construcción, Carlos Scrimini presidente de la FUC junto a René Salamanca de una empresa automotriz y otros que seguramente actuaron con idéntica valentía en planos de diferentes trascendenciaas”.

Y que Tosco se empeñaba en formar sólidamente a la militancia “bajo la convicción de que el rol de la clase obrera no debía ser nunca el de participar como socia menor y subalterna frente al poder de la reacción y las oligarquías”.

 

Modelo sindical

 

La declaración del Secretariado del PC, hace hincapié en que “hoy precisamos un modelo sindical a tono con lo que sucede en el mundo: profundización de la crisis, crecimiento de la pobreza y la desigualdad social, extensión de la pandemia e intensificación por parte del capital financiero de ampliar sus dominios ante el cambio cultural y productivo que enfrenta la humanidad”.

Por lo que “cobra mayor dimensión lo que ya en su época planteaba el Gringo cuando trazaba los objetivos estratégicos de la clase: una nueva sociedad, el socialismo y era contemporánea con postulaciones formuladas por compañeros peronistas que en tales momentos ofrendaron sus propias vidas en el combate por la ‘Patria Socialista’”.

Y recalca que “no queremos ni debemos recordar a Tosco en un pasado histórico concreto a través de una colección de anécdotas ni como inmóvil en el bronce, sino que “debemos esforzarnos por descubrir la vigencia de muchos de sus pensamientos los cuales pueden sin dudas aplicarse al momento actual”.

Y ejemplifica que Tosco “sostenía que ‘el sindicalismo de liberación’ es el que atiende tanto la defensa de los derechos y reivindicaciones de carácter inmediato de los trabajadores como el que plantea la transformación revolucionaria de las estructuras  reclamando que los grandes medios de producción y las palancas fundamentales de la economía sean de propiedad estatal y no privada”.

Tras lo que añade que “se debe asegurar la plena soberanía del Estado Nacional para encarar un proceso liberado de las recetas de las multinacionales, de los consejos del amo imperial de turno y de sus agencias financieras como el FMI, que siempre concibieron a América Latina y el Caribe como su patio trasero y se apoyaron en las derechas vernáculas y dirigentes sindicales traidores a su clase para llevar adelante sus planes de dominación. ¡Cuánta vigencia tienen tales razonamientos!”

Y asevera que “hoy  los trabajadores y todo el campo popular, los movimientos sociales de la ciudad y del campo, estudiantiles, sectores productivos de las pymes, cooperativas y empresas recuperadas necesitamos construir una unidad popular real y efectiva que enfrente y derrote a los grandes poseedores de riquezas que fugan sus capitales, desconocen derechos y conquistas, violan convenios colectivos, pretenden cambiar la legislación precarizando el régimen laboral, liquidar  el sistema jubilatorio estatal retornando a las Afjp y, por si todo esto les resultara  insuficiente, se niegan a realizar aportes a fin de mejorar la calidad de vida de millones de seres humanos y compatriotas sometidos al hambre  y la pobreza”.

Por lo que destaca que “en esencia, necesitamos una unidad que imponga la superación de las vacilaciones y contradicciones del  gobierno actual que, con sus medidas político-económicas de mayor trascendencia, desconoce el mandato popular, se somete a los dictados del imperialismo y compromete la soberanía y la independencia nacional a los acuerdos impuestos por el FMI”.

De ahí que inste a “contribuir a forjar una tal unidad obrero-popular desde abajo, desde cada gremio, con la clase obrera al frente y con un programa que imponga la independencia económica, la soberanía política y la lucha por la unidad de la Patria Grande latinoamericana, sería el más trascendental homenaje al Cordobazo”.