Mauricio Macri le adelantó a Javier Milei como debe hacer para privatizar el fútbol si llega a ser presidente. Riquelme se protege de los embates judiciales del macrismo que quiere recuperar Boca a como de lugar.
En temas futbolísticos, Javier Milei, también va de aquí para allá con sus opiniones y en ese contexto dijo que era hincha de Boca de pero que dejó de serlo cuando Daniel Angelici repatrió a Juan Román Riquelme, en 2011, algo que consideró “un acto de populismo”. En este caso, se olvidó de que el “populista” Angelici es el alfil de Macri en el Poder Judicial, a quien hace no mucho tiempo lo consideraba de la el “casta política”. Milei, muy crítico del gobierno de Macri, a quien incluso trató de “fascista”, recientemente admitió en una entrevista radial que, de ganar las elecciones, le daría al ex presidente un cargo ya que ahora lo considera “una figura por encima de la Cancillería y creo que es alguien que puede representar al país en el mundo”.
El acercamiento con Macri no solo le puede servir en término de votos de cara a octubre, sino que hay una relación recíproca. Por el lado de Macri, quien le sacó la bendición a las ovejas de su propio partido, Larreta-Bulrich, y se las dio al candidato de la Libertad Avanza, ya empezó a márcale que debe hacer en el futbol, uno de los intereses principales del ex presidente de Boca.
El periodista Ernesto Cherquis Bialo expuso que Macri vuelve a la carga con la privatización del futbol como los hizo en los 90 y como lo intentó hacer cuando fue presidente de la nación.
La estrategia que Macri le transmitió a Javier Milei por si llegara al poder, es la de privatizar los clubes haciéndoles pasar por el congreso de la nación y sacarles el decreto 12/12, realizado durante el gobierno de Eduardo Dhualde, que eximia de muchos impuestos a aquellos clubes que ofrecían servicios a la comunidad.
Un club tiene alivio fiscal cuando le presta a la comunidad servicios como colegios, deportes, actividades culturales etc. y a esa institución el estado le reconoce por esa prestación una disminución tributaria, salvo la venta de entradas y venta de jugadores.
Esto tiene como objetivo poner de rodillas a los clubes para que se vean en la situación de no poder prestar más servicios a la comunidad. Lo peligroso de esta acción, es que aunque apunta a privatizar los grandes clubes, que medianamente podrían pilotear la crisis, los clubes de barrio, como pasó con Macri y en la pandemia, tienen como destino cerrar definitivamente por no poseer una gran estructura que les permita mantenerse ante la quita de este artículo.
Dirigentes de todas las categorías del fútbol argentino reaccionaron contra Macri por sus críticas al titular de la AFA y su reivindicación a las Sociedades Anónimas Deportivas, modelo que quiso imponer en los clubes durante su gobierno, días atrás de que Argentina se consagre campeón del mundo.
En concreto, la reacción de dirigentes de todas las categorías del fútbol argentino se manifestó en las redes sociales contra Macri, que había criticado en televisión al titular de la AFA y, no conforme, había reivindicado a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), modelo que buscó imponer en la administración de los clubes durante su el gobierno de Cambiemos que terminó en 2019.
Los directivos ponderaron el rol de las asociaciones civiles sin fines de lucro y recordaron la grave situación institucional de la AFA durante la gestión macrista, cuando el líder PRO acompañó a la comisión normalizadora que encabezó Armando Pérez.
Después de la intervención de Macri en el 2016, la Fifa dejó en claro que la posibilidad de convertir a los clubes en SAD, va ser a menos que en una asamblea que se cambie el estatuto por decisión de los propios clubes.
Lo curioso que es Macri es presidente de la fundación Fifa y está haciendo algo que va en contra de la propia determinación del organismo que dirige Gianni Infantino, usando la política a través del congreso de la Nación para lograr su cometido.
Boca en la mira
El macrismo viene haciendo una fuerte oposición a la gestión Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme, con quienes en 2019 perdió tras 25 años en la conducción de Boca Juniors que era uno de los principales bastiones de su espacio político y su esquema de negocios, primero con el propio Macri y después de la mano de su principal operador en el Poder Judicial y en la AFA, Daniel Angelici.
Para Macri la derrota ante Riquelme en 2019, simbólicamente, significó perder una vez más contra quien como jugador lo desafió y derrotó en más de una oportunidad. Desde que hizo El Topo Gigio para acá, con su particular estilo, Riquelme se pronunció reiteradamente en contra de lo que fue la gestión de Angelici y también disparó no pocos dardos hacia el propio Macri.
El pase de facturas nunca se hizo esperar. Desde los recovecos del Poder Judicial, Angelici trabaja para horadar la gestión Ameal-Riquelme y si para muestra alcanza con un botón, ahí está la sugestiva actitud de la fiscal Celsa Ramírez, que en menos de dos años arremetió en varias ocasiones contra el club de la rivera: en 2021 clausuraron La Bombonera tras la solicitud de Ramírez, por un supuesto “exceso de concurrencia y omisión de recaudos”, algo con lo que volvió a amenazar hace un mes. “Habría que preguntarle de qué cuadro es”, ironizó en esta oportunidad Riquelme.
No hay dudas que el vicepresidente de Boca se ha convertido en un do los objetivos políticos y judiciales del aparato macrista. “No me extraña, de acá a diciembre (cuando serán las elecciones en Boca) van a tratar de ensuciar por todos lados. Lo hicieron durante mi carrera y lo hacen ahora”, en referencia a los allanamientos de la semana pasada en distintos lugares del club por parte de la justicia porteña.
El procedimiento había sido ordenado por la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, en la causa que investiga una presunta falsificación de entradas, un nuevo embate de la fiscal que hizo entrar a las fuerzas de seguridad con armas de fuego a la bombonera, montando un operativo más mediático que judicial.
En cuanto a las elecciones de diciembre para elegir presidente de Boca Juniors, el histórico 10 boquense expresó: “Mejor que no haya elecciones, que esta gente no se presente y que vengan a alentar que el club está muy bien. Pero a ellos no les interesa el fútbol, a ellos les interesa el club por otro tema: el político”.