En Suiza, el Partido Comunista exige que el gobierno federal retire los efectivos militares que despliega en Kosovo y Metohija bajo el control operacional de la Otan.
El Partido Comunista de Suiza (PCS) hizo un llamamiento a que el gobierno de su país “defienda la tradicional neutralidad suiza” y que, en este sentido, retire los efectivos que despliega en Kosovo y Metohija donde la Alianza Atlántica cierra una suerte de cerco en los Balcanes y, desde la autoproclamada república de Kosovo, hostiga a Serbia como parte de su proyección hacia Europa del este.
“Salvemos las vidas de los soldados suizos en Kosovo y defendamos la neutralidad”, reclama el PCS y advierte que después de seis meses de aparente calma, la situación en esa región “lamentablemente ha vuelto a caldearse por el acoso que sufre la minoría serbia por parte de las autoridades de la autoproclamada república de Kosovo”.
Y después de recordar que el régimen de Pristina se sostiene por la presencia de la fuerza militar multinacional (Kfor) liderada por la Otan, alerta que “esta fuerza de ocupación incluye numerosos soldados suizos, algo que hace que ese conflicto sea también un problema nacional para nosotros, por lo que todos los partidos políticos suizos deberían expresar una posición clara e inequívoca”. Y, al respecto, exigió que “el compromiso de soldados suizos en cualquier escenario militar, sea competencia única y exclusiva del Parlamento y no de los comandantes que responden a las órdenes de potencias extranjeras”.
Tras lo que recordó que Serbia es un Estado soberano que tiene relaciones diplomáticas pacíficas y mutuamente beneficiosas con Suiza, por lo que “no podemos tolerar que nuestros soldados sean utilizados por otros gobiernos para dañar estas relaciones”, al tiempo que hizo hincapié en que “las acciones de la Otan son contrarias a los intereses nacionales suizos”, pero también “a los intereses de clase de los trabajadores de ambos países”.