Fue en Paraguay durante un operativo perpetrado por las Fuerzas Armadas de ese país. El PCP denuncia la responsabilidad del “Estado infanticida y terrorista”.
“El Estado de las patronales asesinó a dos niñas de 11 años, a través de su millonaria y corrompida Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), presentando a las mismas como milicianas reclutadas por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y declarando, a través del fraudulento y mediocre Mario Abdo, como un operativo exitoso a semejante hecho de infanticidio y terrorismo”, denunció el Partido Comunista Paraguayo (PCP).
Las víctimas, de nacionalidad argentina, fueron abatidas en un operativo realizado por las FTC y fueron sepultadas al día siguiente sin establecer su identidad. Por lo que “repudiamos y denunciamos nacional e internacionalmente, la agudización del terrorismo de Estado e instamos a las organizaciones sociales y políticas a pronunciarse sobre estos crímenes”.
De ahí que exija la inmediata renuncia de los ministros de Defensa e Interior, Bernardino Soto Estigarribia y Euclides Acevedo, respectivamente, “así como el juicio y castigo de los jefes policiales y militares que comandaron este operativo terrorista e infanticida”.
El PCP recalcó que “la trayectoria del Estado oligárquico-mafioso que opera en Paraguay, y el stronista Benítez que funge de Presidente, nos obligan a pensar en que el rápido entierro de las niñas pudo darse para evitar conocer el estado de esos cuerpos, en cuanto a posibles maltratos y abusos, o para ocultar la ejecución extrajudicial”.
Tras lo que señaló que las víctimas “vinieron por unos días a ver a sus padres y no tenían ni la más mínima condición de levantar fusiles, mucho menos atacar a soldados de fuerzas especiales”.
Asimismo, recordó que “hace décadas que banqueros, terratenientes, empresarios, mafiosos y narcos, vienen mintiendo y engañando descaradamente a través de sus medios de comunicación y de su Estado, robando el patrimonio del Paraguay y entregando al capital imperialista los principales recursos naturales, persiguiendo, criminalizando, torturando y asesinando a quienes se oponen a su proyecto criminal. Las fuerzas armadas, desde Stroessner a esta parte, no pudieron sacudirse de la corrupción y la mafia que las gobierna, como aparato armado al servicio de esos criminales intereses. ¿Cómo creer en las versiones oficiales de un Estado mafioso?”.
El PCP señala que “decir que hubo enfrentamiento con niñas de 11 años es, a todas luces, un insulto a la inteligencia de la gente. Lo que hubo es irrupción terrorista propia de grupos armados de la mafia, que es lo que más se ajusta a la condición de la FTC”.
Después hace hincapié en que “esta tenebrosa operación es heredera y continuadora de la tiranía stronista, y que la ausencia de un firme Juicio y Castigo a torturadores y saqueadores de ese tiempo, favorece el dominio inescrupuloso y violento de esta actual camarilla de delincuentes, asimilando el sanguinario libreto organizado por el Departamento de Estado norteamericano para el Plan Colombia, como el caso de los denominados “falsos positivos”, que son las personas que no están involucradas en el conflicto armado y que son asesinadas y luego presentadas como guerrilleras”.